Creo que le dimos demasiada importancia al “bendgate” en su momento, y ahora poca gente se acuerda de ello. Cuando el iPhone 6 apareció en el mercado tuve la ocasión de analizarlo para Xataka, y la verdad, nunca me pareció que fuera especialmente frágil en su construcción, entendiendo que estamos ante un teléfono metálico, y considerablemente grande para su delgadez.
Una prueba de que esas características no eran las mejores para un test de doblado las tuvimos cuando hicieron pasar por situaciones similares al HTC One M8. Ahora, la gente de Square Trade ha decidido hacer un test a tres de los teléfonos más llamativos del mercado: iPhone 6 en su versión Plus, HTC One M9, y Samsung Galaxy S6 Edge.
Los chicos de Square Trade hacen dos pruebas, una para establecer el peso de doblado, y otra para que el teléfono se parta. Vamos a verla en vídeo:
El peso máximo soportado por el Samsung Galaxy S6 Edge es de 110 libras, exactamente el mismo que soporta el iPhone 6 Plus. Si la intención es romperlo, el Edge llega a ese punto con 149 libras mientras que el teléfono de Apple lo hace con 179 libras. El tercer teléfono, el M9, es el que soporta más peso antes de doblarse, 120 libras.
Una curiosa prueba a la que no debemos darle más importancia, en la que los teléfonos más importantes del mercado lo pasan mal, y ponen a prueba elementos resistentes construidos con Gorilla Glass 4, como es el caso de Samsung y HTC.
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