Uno de los principales problemas que suponía utilizar la aplicación es que los mensajes que enviábamos y recibíamos se transmitían por la red en claro, es decir, sin ningún tipo de codificación. Esto se traduce en que cualquiera podría leer las conversaciones que mantenemos mientras estamos conectados a una red WiFi pública, por ejemplo. Sin embargo, en la última versión de Whatsapp para iOS han añadido el soporte necesario para cifrar los mensajes.
Desconocemos el tipo de cifrado utilizado y por lo tanto si es realmente fuerte o no, sin embargo, debemos estar contentos porque representará una notable mejora en favor de la seguridad, la asignatura pendiente de esta gran aplicación.
Otra de las características que se han incorporado a esta última versión es la descarga automática de imágenes. Como el nombre indica, cada vez que un contacto nos envíe una fotografía se descargará automáticamente. Una funcionalidad que nos hará la vida más sencilla, ya que prácticamente todas las fotografías que recibimos las descargamos, al menos yo, pero seguro que los usuarios con las tarifas de datos más modestas desactivarán.
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