¿Qué nivel de importancia tiene la telefonía móvil hoy en día en nuestras vidas? Es un bien asumido como necesidad básica actualmente. Ni aún padeciendo la actual crisis económica en la que nos encontramos nos plantearíamos desprendernos de un terminal básico para poder comunicarnos, ¿verdad? Aunque apenas tengamos ingresos.
Pues ahora imaginaros, por un momento, tomar esta misma decisión siendo habitante de un país donde el 50% de su población es completamente pobre: Kenia. La pregunta allí es: ¿Es preferible comer, llamar por teléfono o enviar dinero por el móvil para vivir?
Comer o llamar, una cuestión vital
El sistema de pagos M-Pesa, de Safaricom
¿Qué utilidad puede representar un teléfono móvil para alguien que debe vivir con menos de dos euros al día? Pues resulta que es mucho más útil de lo que podamos imaginar.
La población llega al punto de saltarse comidas, evitar el transporte urbano u otros gastos necesarios con tal de poder realizar una llamada o mandar un SMS que pueda proporcionarle comida en otro momento.
El ahorro que todos estos sacrificios provocan asciende a unos 60 céntimos de euro semanales, cifra vital, teniendo en cuenta que un trabajador puede ganar un menos de un euro al día en su jornada laboral.
Además del uso como teléfono normal, al menos la mitad de los habitantes encuestados por iHub, una incubadora de empresas tecnológicas del país, cuentan con un terminal con conexión a Internet.
La recarga de tarjetas para darle uso de datos frente al uso de llamadas empieza a tener su hueco, aunque solo se usa en el 16% de todos esos terminales con internet. Las teleoperadoras de Kenia, para atraer a la población, han habilitado acceso gratuito, por ejemplo, a la Wikipedia.
Kenia, país líder en pagos móviles
De todos modos, por sorprendente que parezca, la utilidad más fuerte que tiene el móvil entre los habitantes de Kenia, es nada menos que realizar pagos móviles. Gracias a ello, Kenia es el líder mundial en uso de pagos móviles.
Algo más de dos tercios de la población realiza transacciones monetarias a través de su móvil. El sistema responsable de mover todo este volumen de intercambios es M-Pesa, una creación de Safaricom, la operadora líder en Kenia.
La interfaz, muy sencilla, funciona en cualquier teléfono, y sirve como un método de financiación eficaz para la inmensa mayoría de población pobre en Kenia. Su éxito es tal, que tan solo en la primera mitad de este año se han movido nada menos que 6.700 millones de euros.
Esta es una de las tarjetas de recarga disponibles en Kenia
Tal éxito no ha pasado desapercibido ante los ojos del gobierno keniata. Su ministro de economía planea implantar unos impuestos del 10% sobre el beneficio de las operadoras a la hora de realizar estas operaciones, unos impuestos que repercutirán en los clientes, incluidos los más pobres.
La GSMA se ha pronunciado al respecto, argumentando que estas medidas serían bochornosas para una importante fuente de desarrollo como ésta. De todos modos, el gobierno aún no se ha pronunciado al respecto, es posible que dicho proyecto de ley no llegue a salir adelante.
Vía | The Economist
Fotografías | National Geographic | Oxfamblogs | Pritamkabe | NABC | ZETU
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