Diabetes y móvil: así ayudan los smartphones a los enfermos

Diabetes y móvil: así ayudan los smartphones a los enfermos

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Diabetes y móvil: así ayudan los smartphones a los enfermos

Los teléfonos móviles inteligentes se han convertido en compañeros inseparables que nos mantienen siempre comunicados con nuestro entorno social pero que también pueden ayudarnos a mejorar y controlar diferentes aspectos de nuestra salud diaria.

Son potentes instrumentos capaces de complementar a algunas herramientas médicas para hacer la vida más fácil a millones de pacientes con dolencias crónicas y uno de los ejemplos más claros es la diabetes, hacia donde se han enfocado múltiples esfuerzos en los últimos años.

Un glucómetro a distancia

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Las primeras apuestas que llegaron al mercado con la intención de mejorar la asistencia de pacientes diabéticos usando terminales móviles inteligentes se remontan a más de una década, cuando marcas como Nokia y Roche lanzaban su solución combinada de hardware más software que debería haber sido capaz de revolucionar la atención médica.

Se trataba de un glucómetro AccuChek Compact Plus que se comunicaba con un terminal Nokia 6600 a través de un puerto de infrarrojos, le enviaba la información sobre la glucosa en sangre del paciente y el móvil, a su vez, la reenviaba a médico a través de una conexión GPRS.

Posteriormente han ido saliendo diferentes sistemas que con mayor o menor acierto han intentado convertir al móvil en una especie de transmisor de datos hacia los hospitales o consultas médicas, aunque el verdadero impulso lo han dado las aplicaciones y sistemas de cuantificación adaptados a la vigilancia de la diabetes.

Cuantificando tu nivel de glucosa

Ihealth Bg

A medida que la potencia de los móviles crecía, ya no se les consideraba como simples medios para hacer llegar la información al médico, sino que se comenzaba a valorar su utilidad como registradores de información y para mostrar los datos a los usuarios de forma sencilla y útil.

Una muestra de ello es el enorme crecimiento en el número de aplicaciones que han llegado a las tiendas de las diferentes plataformas y que tratan de mejorar nuestro control de la enfermedad. Sólo hay que buscar "diabetes" en la tienda y tendremos ante nosotros cientos de apps cuantificadoras.

Unnamed

Sin embargo, la verdadera utilidad llega cuando se combina esta capacidad de registrar información con la aparición de diferentes glucómetros que se conectan al móvil, le envían los datos y posteriormente éste los analiza, comprueba estadísticamente, los almacena, muestra de forma gráfica y en caso de que haya alguna anomalía la señala y advierten al paciente.

Es por ejemplo el caso de los glucómetros iBGStar, un accesorio medidor de la glucosa en la sangre que, aparte de ayudar a tener bajo control la diabetes, permite el registro, adición de notas, seguimiento y gestión del historial, imprimir los datos y compartirlos con el médico. O también el de los monitores de iHealth con app para iPhone que se sincroniza con el teléfono de manera inalámbrica y permite llevar un registro riguroso de los niveles de glucosa, del peso y de las consecuencias de la alimentación del paciente.

Prevenir mejor que curar

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La prevención también es un apartado clave que ha estado en las mentes de los investigadores en la última década. Más allá de prevenir una posible anomalía en los niveles de glucosa de un paciente ya diagnosticado, algunos esfuerzos se están centrando en el diagnóstico precoz de la enfermedad y en llevarla a lugares remotos sin otros medios técnicos.

Es decir, se está tratando el smartphone como un potente sistema informático que con la ayuda de sensores externos es capaz de diagnosticar la diabetes sin necesidad de más instrumentos médicos. Un ejemplo nos llegaba de la mano del Hanover Centre for Optical Technologies, donde están desarrollando un sistema que llevaría la técnica SPR (Surface Plasmon Resonance) al móvil para conocer la biocomposición de muestras de líquido.

Otro lo encontramos en Scanadu, un sistema multidiagnóstico que por medio de una tira reactiva analiza los colores y nos indica la composición de nuestra orina así como los niveles de glucosa, proteínas, bilirrubina, acetona, etc., alertando en caso de anomalías.

Ni un pinchazo más

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A pesar de las claras ventajas de este tipo de sistemas, su futuro no pasa por la medición puntual de la glusoca una o varias veces al día, sino por un control más permanente sin necesidad de obtener una muestra de sangre en cada proceso.

Los primeros pasos interesantes en este sentido llegaban hace una década con la aparición de parches con chips ianlámbricos RFID incrustados que se comunicaban con el móvil cada cierto periodo temporal, detectando el nivel de glucosa del paciente.

Posteriormente han ido saliendo múltiples soluciones, como el reciente Dexcom G5, un sistema aprobado por la FDA americana para su uso en dicho país que utiliza nuestro móvil como interfaz gráfica y como sistema de procesamiento y comunicaciones para monitorizar constantemente los niveles de glucosa del usuario y transmitirlos al smartphone a través de un enlace Bluetooth.

Para ello es necesario instalar una aplicación en el teléfono y colocar el sensor sobre la piel del paciente. Los datos sobre los niveles de glucosa se envían continuamente (cada 5 minutos) al móvil donde podemos verlos en forma de gráficas, estadísticas y saber cómo van evolucionando a lo largo del día, comida tras comida.

Lector Laser650 1200

Y para quien no quiera parches también se están desarrollando nuevos sistemas de medición fiables basados en la lectura láser. El último invento nos llegaba hace unos meses de la mano de la Universidad de Leeds, donde han creado un dispositivo que hace uso de un láser de baja potencia para medir los niveles de glucosa en sangre sin que haya que penetrar en la piel. La idea es que dentro de poco este sistema se pueda incorporar a diferentes elementos cuantificadores que enviarán los datos al móvil de forma inalámbrica.

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