El coste de los materiales del Samsung Galaxy S5 es de 256 dólares

El nuevo Samsung Galaxy S5 ya se ha puesto a la venta, y lo ha hecho aparentemente con un éxito mayor al que logró su predecesor, el Samsung Galaxy S4.

El precio de venta de este terminal varía según los modelos y planes de precios contratados con operadoras, pero en su versión básica su coste ronda los 600 euros. En un estudio realizado por la firma IHS se revela ahora que el coste de los materiales del Samsung Galaxy S5, eso sí, es de 256 dólares. Los responsables del estudio indican que Samsung solía estar por debajo de los 200 dólares en ese coste de los materiales, pero sus últimos modelos han incrementado ese precio, algo que normalmente implica también precios de venta más altos para el producto final y, por supuesto, unos márgenes de beneficio nada despreciables. Andrew Rassweiler, que encabezó el estudio, explicaba que en realidad no hay demasiados componentes novedosos en el interior:

Dentro [del S5] vemos un buen conjunto de componentes reciclados que ya habíamos visto antes. No hay nada realmente especial en el interior que indique que Samsung está forzando la máquina. No hay disrupciones, nada que sea revolucionario: Simplemente es una continuación de lo que había llegado antes.

El componente más caro es la pantalla, cuyo coste es de 63 dólares según la estimación de IHS. La memoria principal y la memoria Flash tienen un coste de 33 dólares, mientras que el sensor de huella dactilar impone un coste muy bajo, tan solo cuatro dólares --por los 15 dólares que se estima cuesta el TouchID del iPhone 5S, cuyo coste de materiales era de 199 dólares--.

Esta estimación de coste sí que incluye el ensamblaje de la unidad, que está estimado en 5 dólares. Lo que no se tiene en cuenta para esa "factura de materiales" (Bill of Materials, BoM) es el coste del software, la distribución o el marketing.