Las operaciones de compra entre operadores nunca resultan sencillas. Han pasado ya casi dos años y medio desde que Vodafone anunciase que había llegado a un acuerdo con los accionistas de ONO para hacerse con la cablera, y tras las pertinentes autorizaciones el operador británico ya ha integrado totalmente la oferta de la vieja compañía en su seno. Aun así todavía tienen una tarea pendiente: unificar las facturas de los antiguos clientes de ONO.
Para dicho cometido Vodafone planificó la fusión societaria de Vodafone España y Vodafone-ONO, pero se encontraron que dicha operación le llevaría a un alza considerable en el pago de impuestos por la tasa aplicada por Madrid y otros municipios. Paralizada esa opción, Vodafone ya tiene una nueva solución para poder llevar a cabo esa unificación de facturas, con la creación de Vodafone Servicios.
Pronto se acabarán los líos para los antiguos clientes de ONO. Aquellos que tenían su conexión con la cablera reciben desde que la compañía pasase a manos de Vodafone dos facturas: una por los servicios fijos y otra por las líneas móviles (si las tuviesen). En plan para acabar con esa doble factura era fusionar ambas empresas, pero eso habría llevado a Vodafone a pagar 10 veces más impuestos por un gravamen local instaurado en Madrid y otras poblaciones, que se calcula en función de las redes fijas desplegadas y los clientes de móvil del operador.
La solución no ha sido otra más que la de crear una tercera empresa, Vodafone Servicios, que será la encargada de la facturación. En cuanto esté en marcha, todos los clientes de Vodafone recibirán una única factura a pagar a Vodafone Servicios, donde podrán ver todos los conceptos. Una jugada maestra del operador para por un lado, no afrontar un impuesto más, y por otro para lograr una mayor satisfacción con los clientes.
Vía | Expansión
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