Puede que el podio de la mensajería pertenezca al trío que forman WhatsApp, Telegram y Facebook Messenger, pero existen más opciones multiplataforma a nuestro alcance. Y Threema es justo una de las más atractivas: por su versatilidad, por lo privadas de sus conversaciones y por lo bien que se adapta a casi cualquier sistema. Pese a sus ventajas, Threema no es muy conocida: costar 4,99 euros juega en su contra.
Entre la enorme cantidad de aplicaciones de mensajería que ofrecen sus servicios de manera gratuita, existe una irreductible que se resiste al sistema habitual de monetización en el entorno del software: descarga sin coste y rentabilización a través de los datos de usuario (y servicios a empresas, como en el caso de WhatsApp). ¿Cómo puede Threema mantenerse en lo más alto de las listas de descargas cobrando por un servicio que acostumbra a ofrecerse gratis? La privacidad es la clave.
Cobro directo como garantía de privacidad
Si el resto de aplicaciones de mensajería acceden a determinados datos de uso para sacar dinero de las distintas plataformas, ¿por qué no pedir directamente la inversión al usuario? Éste es justo el planteamiento inicial de Threema: ofrece una plataforma segura de mensajería que no retiene datos de usuario, es completamente open source (aplicaciones, software de los servidores y protocolos de cifrado) y no comparte nada con otras empresas.
A nivel básico, Threema ofrece más o menos lo mismo que contrincantes más comunes, como WhatsApp, Telegram o Facebook Messenger: mensajería directa uno a uno o en grupo, llamadas y videollamadas. Todas las comunicaciones quedan cifradas por defecto de extremo a extremo (como en WhatsApp), puede utilizarse sin número de teléfono (como Telegram) y los servidores se encuentran en Suiza (WhatsApp posee los suyos en Irlanda y Telegram en Holanda).
No todo es bonito en Threema, como es lógico. Su principal inconveniente impone una barrera que muy pocos sobrepasan: tener que pagar por la aplicación (4,99 euros) supone un peaje de entrada difícil de asumir. Y esto desemboca en el segundo gran inconveniente para Threema, por más que no sea estrictamente culpa suya: el número de usuarios que utilizan la plataforma de mensajería segura es limitado.
Threema no es apto para cualquiera, sí para los grupos de personas preocupados por su privacidad y que estén dispuestos a pagar por usar un servicio que obtendrían gratis con cualquier otra app de mensajería. Empresas que busquen una plataforma segura (Threema es apto para servidores autogestionados), usuarios que desconfíen del resto de soluciones o, simplemente, para aquellos que deseen comunicarse entre sí saliéndose de la norma habitual.
Si se está dispuesto a asumir la barrera de entrada, que tampoco es excesiva para lo que en sí ofrece Threema (sólo impone un coste a la descarga, nada de suscripciones ni pagos posteriores), lo cierto es que su desempeño es excelente. No añade más opciones a las que pueden encontrarse en sus competidores, pero, a cambio, su compromiso con la seguridad y la privacidad es real y palpable. Aparte de que todo el software que atañe a la mensajería es Open Source, Threema está auditada con frecuencia por organismos independientes que avalan lo que promueven. Y funciona sin entregar dato personal alguno: ni nombres ni contactos ni teléfonos ni correos electrónicos.
Máxima seguridad que impide hasta las capturas de pantalla
La máxima de Threema es la seguridad, y eso es algo que la aplicación lleva a su máxima expresión. Claves de cifrado, distintos puntos de color que evidencian la fiabilidad que tiene cada usuario, personalización de los ajustes de lectura y escritura por contacto, teclado de incógnito para que no haya fugas a través de las teclas... Y bloqueo de capturas de pantalla por defecto, una herramienta realmente útil para quien no desea que se compartan los screenshots.
Para lo que ofrece Threema su precio no es caro. El problema llega al comparar la plataforma con los servicios de mensajería mayoritarios: pagar por obtener lo mismo que con WhatsApp o Telegram, perdiendo de rebote la opción de conversar con la mayoría de contactos, supone una clara pérdida a la hora de valorar el salto a Threema. Y eso que la aplicación suele estar entre las más descargadas de la App Store y Google Play: por nuestra experiencia, vale mucho la pena.
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