Estamos casi en la mitad de 2018 y a pesar de que ya conocemos a la gran mayoría de los terminales esperados para este año, aún nos quedan algunos por desvelar. Es el caso de BQ, la compañía española que nos acaba de presentar la evolución de su línea Aquaris X.
Los nuevos BQ Aquaris X2 y bq Aquaris X2 Pro llegan con muchas mejoras respecto a la generación anterior, entre las que se incluyen más potencia, más autonomía y una cámara dual. Dos versiones de un mismo modelo con similitudes y diferencias entre sí, que ayer tuvimos la oportunidad de probar y de los que os contamos a continuación nuestras primeras impresiones.
Y el cristal llegó a BQ
Pese a que los dos modelos comparten muchas características, BQ ha querido marcar la diferencia en la estética y por ello el cristal se convierte en uno de los elementos que componen el cuerpo de su Aquaris X2 Pro. De este modo, ambos teléfonos están compuestos por un cuerpo unibody de aluminio anodizado pero las traseras se diferencian.
El Aquaris X2 tiene una espalda acabada en policarbonato, mientras que el X2 Pro se viste de cristal para marcarse ese toque premium tan de moda actualmente. ¿Pero cuál es el precio a pagar por tener una brillante trasera de cristal? Llenarse de huellas. Y es que como podemos observar en la siguiente foto, durante el tiempo que sostuvimos el teléfono en la mano (especialmente el modelo oscuro) éste se lleno de manchas.
Y hablando de sostener en mano, los dos teléfonos tienen prácticamente las mismas dimensiones, dimensiones que los hacen muy cómodos al sostenerlos en mano y que facilitan el alcance de todos los controles y puntos de la pantalla. A esto también contribuye su peso y sus acabados redondeados, que nos permiten pasar la mano por sus esquinas sin sentir que ningún elemento sobresalga.
El sensor de huellas se ubica en la trasera, a la altura justa y con una hendidura que nos deja sentir con facilidad su posición. Las veces que hicimos la prueba de alcanzarlo lo hicimos sin problema, aunque no pudimos probar su capacidad de respuesta dado que el software de estas unidades aún no es el definitivo que encontraremos en el mercado.
Este buen trabajo de compactación, sumado a las buenas sensaciones que nos transmiten los materiales por los que están formados ambos teléfonos, nos dejan dos dispositivos con muy buena presencia a los que solo les hubiera faltado ajustar más la pantalla al frontal para tener un aspecto impecable.
Y también los 18:9
Vemos que BQ se ha sumado a la moda del cristal, pero no es la única. Y es que en el año de las pantallas infinitas, los nuevos Aquaris X también estrenan una pantalla con formato 18:9. Hablamos de un panel IPS de 5,65 pulgadas y resolución FullHD+ que como podemos observar, se ajusta bastante bien al frontal en los marcos laterales, aunque aún mantiene algo de margen en la parte superior e inferior.
En cuanto a la experiencia de visualización con la pantalla, el tiempo que pudimos probarla nos dejó muy buenas sensaciones. Parámetros bien ajustados, algo que es de agradecer ya que con Android One no contamos con un software que nos permita modificar ni siquiera la temperatura del color, y un nivel de brillo bastante bueno, aunque sacaremos unas conclusiones más claras cuando probemos ambos terminales para nuestro análisis.
Android One, limpio y puro
Los dos teléfonos llegan con Android 8.1.0 Oreo como sistema operativo sin ninguna capa de personalización y suscritos al programa Android One. Esto se traduce en un sistema limpio, sin apenas más bloatware más allá de la aplicación de BQ o la app de la cámara (en la que incidiremos adelante).
Pero la simplicidad del sistema operativo no solo se nota en la cantidad de aplicaciones preinstaladas o en la "limpieza" visual, sino también a la hora de navegar por él. Se siente fluido y las aplicaciones se abren y cierran con soltura, aunque al igual que la potencia o la autonomía, esta cuestión también requiere de un uso más prolongado para sacar conclusiones claras, aunque nuestras primeras impresiones con él son muy buenas.
Cámara dual y aplicación renovada
Otro de los grandes cambios que BQ ha realizado en esta nueva generación de Aquaris se encuentra en la cámara. Por un lado, ha incluido en ambos teléfonos una cámara dual formada por dos sensores de 12 y 5 megapíxeles firmados por Samsung, con los que podremos realizar el tan demandado modo retrato. Hicimos algunas pruebas con la cámara, pero desde BQ nos advierten que el software no es aún el definitivo. Aún así los resultados son bastante buenos, con un recorte del bokeh bien procesado, pese a encontrarnos en un interior.
No podemos sacar conclusiones aún, ya que la cámara es un elemento que también requiere de un análisis más exhaustivo, cámara en la que además BQ no solo ha cambiado el hardware sino también el software. La compañía ha renovado la aplicación por completo, haciéndola mucho más sencilla, con los modos habituales ubicados a simple golpe de vista y con transiciones fáciles entre ellos.
Dos gama media que prometen
Como vemos, BQ ha aunado esfuerzos por ofrecernos dos terminales con un salto generacional bien marcado. Los nuevos Aquaris X son toda una evolución respecto a sus predecesores que se han adherido a varias de las tendencias actuales del mercado, y que pueden convertirse en fuertes competidores en la gama media.
Nuestras primeras sensaciones con ellos han sido buenas, especialmente con el diseño, aunque sí que nos hubiera gustado encontrarnos con un frontal más limpio para terminar de ponerle la guinda al pastel. Pronto podremos comprobar a fondo si BQ también ha hecho un buen trabajo en el interior y os lo contaremos todo en nuestro análisis.
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