En las últimas semanas, las inundaciones que se han venido produciendo en Tailandia han afectado muy seriamente a más de 1.000 fábricas tecnológicas, que han tenido que cerrar por culpa de las incesantes lluvias. El Gobierno tailandés ha advertido que en algunas zonas las aguas podrían seguir aumentando de nivel incluso hasta finales de año.
Para entonces se espera que comience la reconstrucción y puesta en marcha de las empresas afectadas, proceso que podría demorarse varios meses más. Parece un suceso lejano que no debería afectar a nuestra vida diaria. Sin embargo, como veremos a continuación, esta catástrofe natural podría influir seriamente en el crecimiento de Internet.
En la región afectada por las inundaciones se fabrica cerca del 25% de la producción mundial de discos duros. Por ejemplo, en este país asiático tienen sus principales fábricas empresas como Seagate, Western Digital o Toshiba, que han visto reducida de forma drástica su producción.
El primer impacto directo de este desastre natural es el consiguiente aumento en el precio de los discos duros, en algunos casos cercano al 200%, que a su vez está haciendo que se incremente el precio global de los ordenadores y otros sistemas informáticos, lo cual llevará, según analistas de Gartner, a un descenso considerable en su consumo, sobre todo en países en desarrollo.
Para el primer mundo esto no parece un problema serio, ya que un incremento de entre 50 o 150 euros en un nuevo PC no debería echar para atrás a los posibles clientes. De hecho, algunos ensambladores quieren que el precio de los equipos prácticamente se mantenga igual, gracias a la reducción de costes en otros componentes de los ordenadores.
El efecto mariposa en la nube: cómo las inundaciones afectan al crecimiento de Internet
Entonces, ¿dónde está el problema para el desarrollo de Internet? Pues el principal problema no será el incremento en el precio de los discos, asumible por usuarios y grandes empresas, sino el desabastecimiento para los principales centros de datos. Según fuentes de Gartner, aún suponiendo que las inundaciones parasen ya, en los próximos 8 meses se distribuirán 50 millones menos de unidades magnéticas que de costumbre.
Esto tendrá un impacto directo en los centros de almacenamiento en la nube usados por empresas como Facebook, Google, Microsoft, Apple o Amazon. Es decir, mientras que la demanda de espacio en la nube no para de aumentar, la capacidad de crecimiento de ésta sufrirá una seria ralentización.
Según John Monroe, vicepresidente de Gartner, si las principales empresas que en la actualidad ofrecen servicios en la nube no pueden acceder a más capacidad de almacenamiento, podríamos asistir a importantes problemas con consecuencias aún difíciles de predecir. ¿Os imagináis por ejemplo que no pudiésemos subir fotos a Facebook por falta de espacio?
Por supuesto, en el problema de desabastecimiento también entra en juego la especulación, con la que algunos distribuidores seguramente estarán esperando obtener jugosos beneficios, aunque esto cause problemas al conjunto de la Red.
Y, ¿qué se puede hacer? A corto plazo la solución es complicada, ya que aún no se sabe si las lluvias remitirán definitivamente y podrán comenzar los trabajos de reconstrucción. A pesar de ello, la vuelta al ritmo normal de fabricación no será inmediata, como ya hemos comentado antes.
En próximos artículos abordaremos posibles soluciones a medio-largo plazo que algunas empresas proponen para resolver esta colosal necesidad de crecimiento de espacio en la nube, que como veremos ayudarían también a mejorar sus prestaciones.
Más información | New York Times
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Foto | MickStephenson