Según un reciente estudio de Epitiro realizado con 14.001 usuarios de Estados Unidos, Italia y España, la utilización de accesos Wi-Fi en los hogares y empresas para repartir y/o transmitir la conexión a Internet a nuestros dispositivos (PCs, smartphones, consolas, tablets, etc.) hace que en media lleguemos a desperdiciar hasta un 30% del ancho de banda.
Al parecer, el rendimiento medio cae de unos 6,7 Mbps cuando se utiliza una conexión Ethernet (es decir, con el típico cable de red de toda la vida) a cerca de 4,6 Mbps si utilizamos el protocolo Wi-Fi, lo que supone alrededor de un 31,6%.
En España los resultados obtenidos son muy similares, descendiendo desde 5,5 Mbps a 3,9 Mbps (un 30,1%). Además, también hay descensos significativos en la calidad de otros parámetros de nuestras conexiones, como por ejemplo en la latencia (que de media se incrementa entre un 10 y un 20%), en el jitter (variación del retardo con el que llegan los paquetes) y en la tasa de paquetes perdidos.
Aunque para un uso básico de los servicios de Internet (e-mail, navegador web, etc.) estas disminuciones en el rendimiento no suponen una gran pérdida, si lo que queremos es aprovechar al máximo nuestro acceso para descargar, ver vídeos en streaming, para jugar, VoIP, videoconferencia, etc., deberemos optar por instalaciones cableadas.
Seguro que muchos de vosotros habréis detectado este tipo de problemas originados por diferentes causas, como por ejemplo la saturación de los canales Wi-Fi utilizados (como el de 2,4 Ghz), interferencias de otros electrodomésticos, absorciones de la señal, etc. que pueden hacer que el rendimiento teórico del estándar tecnológico quede dividido por dos.
Ésto, que también sucede con otros sistemas utilizados para transportar la señal, como PLC, lo hace en mucha menor medida con tecnologías como los cables Ethernet o la fibra óptica de plástico, de ahí el interés de algunas operadoras como Telefonica por esta tecnología de cara a eliminar el cuello de botella que supondrán las tecnologías domésticas actuales cuando se popularicen en nuestro país (quizá en un futuro muy, muy lejano) los accesos de Banda Ancha ultrarrápida.
Personalmente, siempre que puedo prefiero utilizar enlaces cableados directos o si no tengo más remedio adaptadores PLC, sobre todo para ordenadores y equipos de sobremesa, aunque hay ocasiones en las que Wi-Fi se vuelve imprescindible (para dispositivos móviles, por ejemplo). Y vosotros ¿utilizáis habitualmente conexiones inalámbricas?, ¿habéis notado un descenso en la velocidad tan importante como el revelado por este estudio?
Vía | Bandaancha