Estamos en una manifestación, en un partido, en un congreso, etc., echamos mano de nuestro smartphone y vemos que la conexión 3G empieza a flaquear y es prácticamente imposible usar Internet en el móvil. Miramos la cobertura y está a tope ¿qué está pasando?
Lo lógico sería pensar que si muchos de nosotros tenemos un móvil con conexión a 3G, incluso una gran parte con smartphone (iPhone, Android, Blackberry, etc.), el pastel del ancho de banda se reparte entre todos los usuarios (cientos o miles) y a nosotros no nos han dejado ni las migajas. Sin embargo, la explicación es un poco más complicada.
Si se analiza el uso que hacen los móviles de la red, se observa que la congestión de la red no se produce realmente por el uso de Internet que hace el usuario, si no por el tráfico de control que el móvil establece con la red. Este fenómeno es conocido como “signaling noise”, o ruido por señalización.
Este problema que también afecta al establecimiento de las llamadas y a los SMS no se debe a la capacidad de datos de la red. Entonces ¿a qué se debe esto? Sorprendentemente la razón hay que buscarla en la batería.
El problema es la batería
Como es sabido, el gran punto flaco de los móviles modernos es la batería. En unos dispositivos que han ido incorporando más y más funcionalidades: 3G, GPS, bluetooth, etc, la batería es lo que menos ha evolucionado conviertiéndose en un bien muy escaso. Y la conexión 3G es precisamente lo que más batería gasta.
Para ahorrar, el móvil se desconecta automáticamente cuando no usa la conexión. Sin embargo, cuando se vuelve a necesitar Internet, trata de establecer de nuevo una conexión con la operadora. Esto produce una gran cantidad de datos de control que puede llegar incluso a 30 paquetes de datos. Tal es la sobresaturación que ni siquiera con la instalación de nuevas torres se logra dar el servicio que requiere el usuario.
El iPhone está en el punto de mira, ya que parece que los usuarios del dispositivo de Apple usan más la red. Sin duda es el dispositivo que más ha contribuido a popularizar el uso del Internet móvil y son por lo tanto unos de los grandes “culpables” del problema con las redes. Además su propio diseño (también el de muchos de los móviles de otras compañías), lo agrava aún más ya que para preservar aún más la batería, está configurado para tirar la conexión y abrir una nueva si lo necesita.
Solución: release 8 del 3GPP y el offloading
Para solucionar este problema, el grupo 3GPP definió el estándar release 8 en el que se crea un “estado” intermedio entre la conexión y la desconexión total. En este estado de “dormido” es más fácil volver al estado activo (con menos mensajes de control) y por tanto con menos congestión de la red. El iPhone ya implementa esto desde la versión 4.2 de su sistema operativo.
La otra solución, es simplemente, no usar las redes 3G. Ofreciendo al usuario la posibilidad de usar redes WIFI que permitan descargar la red 3G (lo que se conoce como offloading). Muerto el perro, se acabó la rabia.
Mientras tanto, ya sabes, si quieres usar tu 3G… mejor sólo que muy acompañado.
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Foto | Kalysee