Los rumores de la venta de Honor por parte de Huawei vuelven con fuerza, aunque en esta ocasión con bastantes visos de haberse hecha realidad: según cuenta la agencia de noticias Reuters, Huawei habría acordado la venta de su segunda marca de dispositivos a un consorcio chino formado por el gobierno de Shenzhen, ciudad de origen de Huawei, y Digital China, su principal distribuidor.
Tras casi año y medio desde que se materializó el veto de Estados Unidos al software y hardware estadounidense, y con un impacto tan brutal en la empresa que le ha hecho caer de los primeros puestos en vetas de smartphones, Huawei se enfrenta al futuro poniendo todo el esfuerzo en desarrollar un ecosistema propio. Sus propios servicios móviles, su sistema operativo y hasta sus procesadores, es un proyecto a largo plazo que requiere una gran inversión. Y esta podría ser la razón detrás de la filtrada venta de Honor, su segunda marca de dispositivos a nivel global.
Honor seguiría en manos chinas
Hemos de dejar claro que la venta de Honor no está confirmada ni por la propia Honor (la marca nos ha contestado que no va a realizar comentarios) ni por Huawei, por lo que nos tomaremos la información con cautela a falta de que exista una confirmación oficial. Aun así, las fuentes de Reuters, medio que ha confirmado la noticia en exclusiva, son suficientemente fiables como para tomar la venta en consideración. Y materializarían una filtración previa, también de Reuters.
Con la venta de Honor Huawei no pretendería esquivar el veto estadounidense ya que, al menos en principio, la marca seguiría en manos chinas. En concreto, Reuters confirma la venta a un consorcio liderado por el gobierno de Shenzhen, la ciudad donde Huawei nació y donde también tiene su sede, y Digital China, la empresa que distribuye los dispositivos de la marca.
La principal motivación para la venta sería obtener liquidez. La transacción se realizaría en efectivo por un total filtrado de 100 millones de yuanes, cerca de 13 millones de euros. Honor quedaría en manos del gobierno de Shenzhen y de Digital China con un porcentaje que rondaría el 10-15 % de la empresa para cada uno. El resto se distribuiría entre varios fondos de inversión que conformarían el consorcio chino final.
En principio Honor mantendría la estructura financiera, su catálogo de productos, la distribución global, la innovación y también los trabajadores. Es de suponer que no esquivaría las restricciones al software y al hardware impuestas por Estados Unidos, pero quizá logren hacerlo al no encontrarse Honor en manos de Huawei. También habrá que prestar atención a las relaciones entre China y Estados Unidos una vez el cambio de gobierno del país norteamericano se haga efectivo.
Vía | Reuters
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