El mercado de teléfonos móviles es extraño, aunque esto tal vez puede aplicarse a cualquier otro sector tecnológico y no tecnológico. En función de la óptica con la que lo observemos, los resultados son unos u otros, y en ocasiones muy distintos entre sí. Como el hecho de que la premisa de que las gamas bajas, por su recortado precio, son las que más volumen de ventas general, se viene abajo cuando se observan los modelos uno a uno.
La individualidad no es el bloque, y lo que nos cuenta CounterPoint en su último estudio de mercado arroja datos que hay que tratar con calma, pues no dejan de sorprender pese a su enfoque. Hasta siete de los diez móviles más vendidos del mundo en el mes de abril fueron gamas altas, otros dos fueron gamas medias, y el último, sólo uno, un móvil económico. Un Xiaomi Redmi 5A.
Cinco de los diez son iPhone
Es fácil presuponer que las gamas bajas deben ser las que más ventas consigan, pero a nivel individual no parece estar ocurriendo lo mismo. El móvil más económico del listado, el Xiaomi Redmi 5A, tiene un precio de venta en España de 109 euros y ocupa el tercer puesto de los modelos más vendidos. El iPhone X, el primero de la lista, cuesta 10,6 veces más y sus ventas han duplicado a las del Xiaomi.
Cinco iPhone, tres Samsung, un Xiaomi, un Oppo. Los diez móviles más vendidos en abril en todo el mundo.
Como decimos, es una visión curiosa de un mercado que muestra que las gamas altas siguen siendo buenas puntas de lanza para sus respectivos catálogos. Apple cuenta cinco de sus teléfonos entre los más vendidos. Lógico, por otra parte. Su casi 15% del mercado mundial sale de muy pocos modelos. Y cuando hay menos a repartir, la tajada ha de ser más elevada.
De ahí que el iPhone X tenga un 3,5% de las ventas individualizadas totales, o el que el iPhone 8 Plus acumule un 2,3%. O el 1,6% y el 1,4% de los iPhone 7 y iPhone 8, o ese iPhone 6 que sigue vivo, tres generaciones después, y ha logrado un 1,2% para cerrar la lista de los diez teléfonos con más ventas a nivel individual.
Entremezclados con el resto hay tres de Samsung, dos de los cuales son los nuevos Galaxy S9 y Galaxy S9 Plus, y el tercero es el Galaxy J7 Pro. Siempre comentamos que las líneas J de Samsung venden mucho, y aquí está el ejemplo. Los otros dos, el ya citado Xiaomi y un Oppo A83. Un teléfono que debe contar con mucha ayuda por parte de China e India, pues su presencia internacional es más bien escasa.
La gran duda sobre si las gamas altas funcionan parece quedar despejada. Al menos de forma individual.
Tal vez podamos achacar estas ventas individuales al hecho de que los gigantes de cada catálogo son los que gozan de una mayor atención publicitaria, o que son los más mimados por las operadoras por obtenerse un mayor margen de beneficios. Las razones pueden ser muchas, pero lo que parece claro es que las gamas altas funcionan. Al menos de forma individual, pues la masa quizá se comporte de una forma distinta.
Puede que la explicación la encontremos en algo tan sencillo como que cuando vamos a comprar un gama alta hay pocas opciones, pero de gamas medias y gamas económicas las tiendas están repletas. Y, por lógica, las ventas han de repartirse. Salvo que de cuando en cuando, surja algún modelo superventas inesperado. Como tal vez sea el Xiaomi Redmi 5A. Aunque no ha podido con los dos pesos pesados de Apple.
Vía | Counterpoint
En Xataka Móvil | Así ha cambiado el Top 5 de fabricantes móviles en los últimos tres años
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