Lenovo es un gigante que tiene una posición de líder, o comparte liderato con Samsung en varios mercados importantes como el chino, o el indio, pero que no ha movido ficha todavía en la mayoría de territorios europeos, o en Estados Unidos.
La compra de Motorola le abre bastante camino si le da por utilizar la marca, en lugar de introducirse con su propio nombre, pero hasta día de hoy no tenemos muy claro qué es lo que van a terminar haciendo.
En unas declaraciones del CEO de la compañía a un medio alemán - Wirtschaftswoche -, adelanta que las intenciones de la firma china tienen que ver con aprovechar el terreno adelantado e imagen de Motorola, que en los últimos meses ha ganado bastante valor gracias a los últimos modelos confeccionados bajo la supervisión de Google: Moto X y Moto G.
Interpretamos que la idea es que Lenovo pueda atacar al mercado en todos los precios posibles, desde el más barato, hasta la gama alta. Material tienen ahora mismo de sobra si sumamos los catálogos de Motorola y Lenovo, lo que no queda nada claro es la forma en la que convivirían ambas marcas.
Lo que es seguro es que quieren aprovechar el nombre de Motorola en Europa y Estados Unidos, complementando con modelos Lenovo los puntos que no cubran con la empresa originalmente americana. Por lo tanto, Lenovo considera que se puede formar un catálogo complementario con modelos de ambas marcas.
Se introduce la posibilidad de utilizar una coletilla del tipo "Motorola by Lenovo", para ir dando relevancia a los padres o dueños de las criaturas. La otra idea pasa por que la infraestructura de Motorola sea la encargada de vender móviles asequibles de Lenovo en los mercados donde todavía no opera.
En este sentido tienen la experiencia de la compra de IBM, con la que demostraron que podían hacer convivir ambas marcas, para terminar dándole visibilidad a Lenovo, que ahora mismo es el líder del mercado de ordenadores personales.
Mientras toda esta estrategia se va confirmando, Motorola sigue formando parte de Google hasta que las autoridades y organismos reguladores de los diferentes mercados no den visto bueno a la compra, que para los implicados, es un hecho firmado.
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