El fabricante francés, Wiko, nos dejó conocer durante la última edición del Mobile World Congress a los dos nuevos integrantes de su catálogo, el Wiko View 2 y Wiko View 2 Pro. Estos dos teléfonos llegan con una característica muy especial que no dejamos de ver últimamente en todas partes: el notch en la pantalla.
Notch o muesca aparte, Wiko ha creado un teléfono muy llamativo por fuera, que pretende competir con sus rivales de segmento ajustando su precio en 199 euros. Hemos podido probar a fondo la versión más comedida de los dos, el Wiko View 2, y os contamos a continuación cuáles han sido nuestras impresiones con él.
WIKO VIEW 2 | |
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DIMENSIONES | 154.5 x 72 x 8.3 mm y 153 gramos |
PANTALLA | 6 pulgadas, resolución HD+ |
PROCESADOR | Snapdragon 435 |
RAM | 3 GB |
MEMORIA INTERNA | 32 GB + microSD |
CÁMARA PRINCIPAL | 13 megapíxeles |
CÁMARA SECUNDARIA | 16 megapíxeles |
BATERÍA | 3.000 mAh sin carga rápida |
OTROS | LTE WiFi Bluetooth |
SO | Android 8.0 Oreo |
PRECIO |
Diseño: cristal parece, plástico es
Lo primero que nos llama la atención al sostener el nuevo teléfono de Wiko es lo alargado que es, aunque sus dimensiones no afectan a la experiencia en mano. Su pantalla de 6 pulgadas reluce en un frontal en el que nos gustaría decir que hay un notch para que no haya marcos, pero sin embargo en la parte inferior nos encontramos con uno demasiado grande, o al menos demasiado desaprovechado.
Se trata de una franja negra que destaca comparada con el resto del frontal, ya que éste se mantiene completamente limpio, únicamente salpicado por la muesca que alberga la cámara delantera. Este marco no tiene ninguna utilidad, ni siquiera la de incluir dentro de él el sensor de huellas, ya que éste está ubicado en la trasera. Y hablando de trasera, Wiko nos presenta en ella un acabado en plástico brillante que si bien podría pasar por cristal a golpe de vista, se descubre que no lo es rápidamente al tacto.
Pero aunque no sea cristal, es un material suave y resistente, muy agradable en mano y que resbala (y se mancha) mucho menos que los teléfonos acabados en cristal. El resto del cuerpo, completamente compacto, está rodeado por unos marcos en acabado mate que facilitan aún más el agarre.
Las dimensiones del teléfono también facilitan el manejo, especialmente el peso, que se queda en tan solo 153 gramos gracias en parte a que está compuesto de plástico. La posición de los botones y el sensor de huellas también hacen que la manejabilidad del terminal sea buena.
Y en cuanto a la posición de los elementos en torno al terminal, nos encontramos en el lateral derecho a los botones de inicio y volumen y en el izquierdo, la ranura para tarjetas microSD y SIM.
Wiko View 2 | Nokia 7 Plus | LG V30 | Sony Xperia XA2 Ultra | HTC U11 Plus | |
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Pantalla | 6 pulgadas | 6 pulgadas | 6 pulgadas | 6 pulgadas | 6 pulgadas |
Dimensiones | 158.4 x 75.6 x 8 mm | 151.7 x 75.4 x 7.3 mm | 163 x 80 x 9.5 mm | 158.5 x 74.9 x 8.5 mm | |
Peso | 183 gramos | 158 gramos | 221 gramos | 188 gramos |
En la parte superior está ubicado el conector de auriculares y en la parte inferir el puerto de carga microUSB y a ambos lados de éste, dos altavoces. En términos generales es un teléfono llamativo, especialmente por su frontal y su aprovechamiento de éste (un 80,7%) pero también muy ligero y manejable. Veamos qué tal se ha portado la pantalla.
Pantalla: no todo es alargarse
La pantalla del Wiko View 2 alcanza una diagonal de seis pulgadas y tiene un ratio de aspecto 19:9. Su resolución es comedida, HD+ y con una densidad de 282 ppp. Con estos datos sobre el papel, podemos presumir que nos dejará una experiencia de uso normal, con un rendimiento correcto para el día a día. Veamos si ha sido así.
Prejuicios fuera y a pesar de ser unas cifras bastante básicas, la experiencia de uso ha sido buena, dejándonos una interpretación de los colores bastante fiel, sin saturar demasiado y con unos ángulos de visión que aguantan bastante bien salvo cuando éstos son demasiado forzados. Aquí percibimos que los colores más claros amarillean ligeramente, pero solo sucede en ángulos fuera del uso normal del teléfono.
Donde sí que nos hemos quedado bastante justos es en el brillo, y es que aquí hemos echado en falta unos nits de más, especialmente en exteriores. En la mayoría de las situaciones el nivel de brillo es suficiente, pero en entornos poco iluminados o en exteriores con el sol incidiendo en la pantalla, el brillo al 50% era insuficiente, por lo que tuvimos que subirlo casi al máximo, con su consecuente gasto de batería.
En su favor diremos que el ajuste de brillo automático funciona realmente bien y salvo en contadas ocasiones, en las que hemos realizado transiciones muy bruscas de interior a exterior, este ajuste del teléfono ha respondido rápidamente. Y hablando de ajustes, como veremos a continuación, el terminal llega con Android casi puro, por lo que nada de ajustes para la pantalla más allá del brillo, ni tan siquiera la temperatura del color.
El notch que todo lo ve
Si hablamos de la pantalla del Wiko View 2 es inevitable mencionar esa pequeña muesca que la corona. Ese pequeño notch redondeado y ubicado en la parte superior de la pantalla alberga en su interior la cámara frontal del teléfono. No es especialmente molesto, aunque quizás se podría haber apurado algo más el marco que lo rodea y así conseguir que tape menos superficie de la pantalla.
Y es que en ocasiones, el notch tapa algunas de las funciones de aplicaciones que requieren de toda la pantalla para funcionar -como Instagram- aunque Wiko ha incluido opciones dentro del software del teléfono para poder solventar este inconveniente con aplicaciones que no toleran el formato.
Potencia justa y necesaria
La potencia del Wiko View 2 está dirigida por un procesador habitual en la gama media baja. Se trata de un Snapdragon 435, un chip de ocho núcleos al que acompañan 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento interno ampliables mediante microSD. ¿Y cómo responde este conjunto en términos de potencia?
Pues si sobre el papel tenemos una potencia media, una potencia media hemos obtenido. En el día a día se desenvuelve bien si hablamos de tareas sencillas como realizar llamadas, utilizar aplicaciones de mensajería instantánea o utilizar la cámara, un rendimiento correcto sin lags o cierres súbitos dentro de las necesidades de un usuario normal.
Ahora bien, si lo vemos desde el punto de vista de un usuario más exigente, que ejecuta mucha multitarea con aplicaciones pesadas como editores fotográficos o juegos que requieran de muchos recursos gráficos, el teléfono sufre y aquí sí que aparecen cierres inesperados, aumento en los tiempos de carga o caídas de fps.
Si comparamos el teléfono en los test sintéticos con otros de características similares, veremos que se encuentra dentro de la media en potencia, aunque se queda un poco atrás en en cuanto al rendimiento gráfico. Podemos comparar los datos en la siguiente tabla.
WIKO VIEW 2 | BQ AQUARIS U2 | XIAOMI REDMI NOTE 4X | ZTE BLADE V8 | |
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PROCESADOR | Snapdragon 435 | Snapdragon 435 | Snapdragon 435 | Snapdragon 435 |
RAM | 3GB | 2GB | 3GB | 3GB |
ANTUTU | 58.582 | 55.951 | 42.959 | 45.988 |
GEEKBENCH | 692/2561 | 655 / 2.426 | 676/1.996 | 655 / 2.570 |
STORM UNLIMITED | 6.062 | 9.922 | 9.872 | 10.313 |
En cuanto a los sistemas de desbloqueo biométricos, en este teléfono nos encontramos con dos. Por un lado el ya clásico sensor de huellas dactilares, ubicado en la trasera y que funciona de manera muy rápida independientemente de la presión que ejerzamos o de si posamos o no por completo la huella.
El segundo sistema de desbloqueo es mediante reconocimiento facial, una novedad casi en teléfonos tan económicos, aunque no es el primero. Esta opción de desbloqueo mediante reconocimiento facial está basada en el sistema nativo de Android, sin que el fabricante haya aplicado ningún añadido.
Podemos activarla al iniciar el teléfono por primera vez o más tarde desde los ajustes de seguridad. Es un sistema que depende únicamente de la cámara frontal y salvo en momentos puntuales con muy baja luminosidad en el ambiente, ha funcionado correctamente.
La experiencia con el rendimiento de este terminal ha sido buena siempre y cuando la demanda de trabajo exigida al procesador no sea excesivamente alta, por lo que es correcta para un usuario medio y en la que podemos destacar la buena respuesta de los sistemas de debloqueo.
Autonomía: bien pero sin excesos
Potencia correcta pero ¿qué hay de la autonomía? ¿Estará a la altura de las circunstancias? Veamos. El Wiko View 2 incorpora una batería de 3.000 mAh que no olvidemos tiene que alimentar un terminal con un pantalla de 6 pulgadas, a la que en ocasiones hemos tenido que subir el brillo al máximo, para compensar esa carencia de nits de la que os hablábamos antes.
Pese a esto, y gracias a la compensación que ofrece contar con un procesador no demasiado exigente y una resolución de pantalla bastante comedida, los recursos de la batería se han optimizado bastante bien, permitiéndonos acabar la jornada sin necesidad de cargar siempre y cuando fuéramos comedidos en el uso.
Durante una jornada de uso normal (como decimos, comedida pero no contenida) utilizando aplicaciones de mensajería, redes sociales, llamadas y algo de navegación web, conseguimos llegar al final del día con un 30% de batería disponible. Ahora bien, en el momento en que realizamos un uso muy exhaustivo, reproduciendo contenido multimedia conectados a datos móviles, jugando a juegos de alta demanda o dándole mucho uso a la cámara, el teléfono no pasó de las 5 horas de pantalla.
En el test de autonomía de PCMark 2.0, el teléfono dio un resultado de 9 horas y 30 minutos, aunque recordemos que este tipo de pruebas sintéticas son orientativas y pueden diferir mucho del día a día, dado que no se tienen en cuenta los cambios en los niveles de brillo de la pantalla o el uso de algunas aplicaciones que drenan más batería.
Por último señalar que el terminal incorpora un cargador propio y cable microUSB pero no llega con carga rápida, algo que hoy en día comienza a ser casi imprescindible. Pese a esto, el tiempo de carga de cero a 100 no llegó en ningún caso a superar las dos horas, un tiempo no demasiado alto y dentro de la media.
Software: menos siempre es más
Wiko nos tenía acostumbrados a cubrir el sistema operativo de sus teléfonos con su capa de personalización Wiko UI, capa de personalización que no se caracterizaba por ser precisamente discreta. Sin embargo los nuevos View 2 llegan libres (casi) de personalización, con un software limpio y prácticamente vacío de bloatware.
Las pocas aplicaciones que encontramos al iniciar el teléfono por primera vez son las correspondientes al paquete de Google, pero nada más, ni rastro de las aplicaciones propias que encontrábamos en el pasado. De esta manera nos topamos con Android 8.0 en su máximo esplendor, con un sistema de escritorios en el que podemos organizar los iconos de las aplicaciones por carpetas.
Pero como señalábamos en el apartado de pantalla, Wiko sí que le ha metido algo de mano al sistema operativo para aplicar algunas funciones. Es el caso de la pantalla, por un lado, encontramos las notificaciones alineadas en el la parte superior, pasando por encima de la muesca sin que ésta las tape. Por otro tenemos la posibilidad de cambiar el formato de la pantalla en el caso de encontrar una aplicación que no esté adaptada.
En este caso aparecerá un botón en la barra inferior del teléfono, junto a los botones Android, que al pulsarlo nos permite pasar del formato 19:9 al 16:9 para poder operar así sin problema. Esta función nos ha aparecido sobre todo en las historias de Instagram, ya que éstas son de esas funciones que requieren de toda la interfaz de la pantalla.
Cámara: la importancia del selfie
En el Wiko View 2 volvemos a ver una característica que ya nos encontramos en otros terminales de la casa anteriormente. Se trata de darle más importancia a la cámara frontal que a la principal, otorgándole un sensor de mayor resolución para los selfies. De este modo, la configuración aplicada en este teléfono es de un cámara trasera con un sensor de 13 megapíxeles y una frontal con un sensor de 16 megapixeles.
Comenzamos por ver los resultados que nos ha dejado la cámara trasera. En las pruebas a plena luz del día pudimos comprobar que si bien las muestras tomadas son bastante buenas cuando la iluminación es propicia, los resultados pierden calidad con la ausencia de luz demasiado rápido.
El modo automático responde bastante bien y suele darnos unos resultados bastante acertados, sin sobrexponer demasiado las imágenes y con una reproducción del color bastante fiel. Aún así ofrece también un modo manual que nos permite ajustar a nosotros mismos los parámetros y con el que hemos conseguido unos resultados muy interesantes.
Con el modo HDR hemos tenido sentimientos encontrados, ya que si en algunos casos nos permitía mejorar los resultados, en especial aquellas escenas en las que el rango dinámico fuera demasiado pobre, en otras los resultados eran demasiado exagerados y poco naturales, acabando incluso de quemar más aún las luces.
Como vemos los resultados con la cámara principal entran dentro de lo esperado para un teléfono de sus características, suficientes para un usuario medio, pero con algunas debilidades que sacarían de quicio a los más exigentes. ¿Y qué hay de la cámara frontal? Ya hemos avanzado al comienzo del apartado que la cámara frontal de Wiko View 2 llega con mejor resolución, ¿pero se nota en los resultados?
La respuesta es que sí y por dos motivos. Por un lado, los resultados de los selfies son realmente buenos para el rango de precio en el que se engloba este teléfono; son nítidos, luminosos y con buena reproducción del color. Por otro lado y a pesar de que estamos acostumbrados a encontrarnos con modo retrato (casi siempre) en los teléfonos con cámara dual, el Wiko View 2 y su sensor frontal unitario también nos dan esta posibilidad y con unos resultados bastante buenos como podemos ver en la siguiente muestra
En lo que se refiere al software de la cámara, éste llega en conjunto con el resto del sistema, con una interfaz simple y sin añadidos más allá de las funciones de uso más habitual como el modo manual, el HDR o el modo automático. En el caso de la cámara frontal tenemos la misma sencillez, pero añadiendo además el modo retrato que explicábamos unas líneas más arriba y el modo belleza con sus opciones para dulcificar el rostro.
Wiko View 2, la opinión de Xataka Móvil
Tras haber utilizado el Wiko View 2 como teléfono principal durante este tiempo, me han quedado claras sus fortalezas y sus debilidades. Más allá del notch, es un teléfono con un diseño arriesgado y llamativo, que atrae las miradas por su similitud con "los grandes". Hubiera sido un diez rotundo en este aspecto si se hubiera ajustado más el frontal y no hubieran dejado ese marco en el margen inferior, pero a grandes rasgos tanto por su estética como por su manejabilidad, el Wiko View 2 me ha dejado muy buenas sensaciones en lo que a su aspecto se refiere.
En términos de rendimiento podría decir eso de "sabía a lo que venía" y estaría en lo cierto. Sobre el papel es un gama media baja (o gama baja alta) y como tal se ha comportado: rendimiento correcto para el usuario estándar en su día a día, ni más ni menos. Hemos echado en falta ver sistema de carga rápida, pero la autonomía ha cumplido su función cuando la hemos necesitado.
Si tuviera que destacar un punto punto fuerte en el teléfono aparte del diseño me inclinaría por su cámara frontal, ya que los resultados son de lo mejor que me he encontrado en esta gama, aunque no puedo cerrar sin aplaudir la buena de decisión de Wiko al dejar el software del teléfono prácticamente limpio.
En conclusión, el Wiko View 2 es un teléfono que por 199 euros nos deja un diseño sin (hasta la fecha) rival en su gama y unas características más que eficientes para un usuario medio que quiera una buena cámara para selfies y una experiencia casi pura con Android.
7.6
A favor
- Apuesta por el diseño
- Sistema operativo limpio, libre de bloatware
- Cámara de selfies
En contra
- El marco inferior (e inservible) de la pantalla
- Se echan en falta más nits de brillo
- Y también carga rápida
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