Estamos asistiendo a una escalada fotográfica en el mercado de los teléfonos móviles que consiste, básicamente, en llenar los teléfonos con más y más cámaras cada vez y en aumentar los megapíxeles de forma desaforada. Hasta un punto en el que los de 150 megapíxeles ya aparecen en el horizonte cercano. Justo en medio de esta tormenta, Sony ha tomado un camino alternativo con sus dos nuevos sensores, los IMX500 e IMX501.
Hablamos de sensores relativamente pequeños para las cifras de megapíxeles que contemplamos presentación tras presentación, pues con 12 megapíxeles tienen cada vez menos cabida en el mercado, pero cuentan con un giro más que interesante: llevan la inteligencia artificial integrada. Ojo, no hablamos de un chip adicional o de la necesidad de enviar estos datos a un DSP paralelo. Hablamos de sensores con inteligencia artificial. Procesado fotográfico en local, sin necesidad de conexión a Internet.
IA en local, actualizable y accesible a terceros
Como hemos dicho, los nuevos Sony IMX500 y Sony IMX501 cuentan con 12 megapíxeles cada uno, realizando fotografías efectivas de 4.056 x 3.040 píxeles gracias a su natural ratio 4:3. En cuanto a tamaño, tampoco hablamos de sensores voluminosos pues tenemos chips de 1/2,3" que pueden encajar en todo tipo de dispositivos. También en los smartphones, por supuesto, aunque Sony no se cierra a este único ecosistema.
Los píxeles de estos IMX500 e IMX501 son bastante grandes para lo que acostumbramos a ver llegar al mercado en los últimos tiempos. 1,55 micrones de lado sin capacidad para fusionarse y que deben ofrecer una captura de luz más que suficiente para un procesado correcto. Los sensores son también compatibles con fotografías HDR de forma nativa, aunque lo interesante aquí es que cuentan con un ISP propio cargado con código de procesamiento de inteligencia artificial.
Sony propone que los procesos de inteligencia artificial sobre las fotografías se lleven a cabo en el propio sensor
Es muy habitual que los procesos relacionados con la inteligencia artificial se realicen en el ISP del propio procesador del teléfono móvil, de la cámara o incluso en Internet cuando hablamos de cámaras conectadas. Con los nuevos IMX500 e IMX501, Sony propone que ese procesado se lleve a cabo sin salir del propio sensor, por lo que se descarga de trabajo al procesador del teléfono y se pueden llevar a cabo trabajos avanzados incluso en chips de baja potencia.
Un giro interesante de Sony que lleva la inteligencia artificial a la propia cámara, sin pasos intermedios, y que promete que será una IA que se podrá actualizar de forma directa, además de permitir acceder a los desarrolladores de apps de cámara a la ejecución de este código. Veremos qué recorrido tienen pero por el momento resultan bastante interesantes.
Vía | Xataka
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