La guía del viajero conectado: no sales de España pero necesitas datos móviles

La guía del viajero conectado: no sales de España pero necesitas datos móviles

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La guía del viajero conectado: no sales de España pero necesitas datos móviles

Se acerca el verano y por tanto una de las épocas en las que más viajes hacemos. Y algunos, por obligación o no, no desconectamos de la red pero con el problema añadido de estar lejos de las conexiones WiFis de nuestros hogares o puestos de trabajo, que tantos megas nos ahorran durante los meses de rutina.

Por eso, si te dispones a viajar pero sin salir de las fronteras españolas, toca planificar que hacer con nuestro conexión y dispositivos: estudiar si merece la pena contratar una SIM multidispositivo y/o comprar un MiFi, contratar bonos extra o directamente recurrir a una nueva tarifa para poder seguir conectados.

MultiSIM y un Mifi para conectarlos a todos

Cuando salimos de viaje es probable que queramos conectarnos vía conexión móvil no sólo con el propio móvil, sino también con una tablet o un portátil. La primera opción puede ser la de crear una red WiFi con nuestro smartphone, aunque esta opción nos hará quedarnos sin batería a las primeras de cambios si no tenemos un cargador a mano.

Por eso puede ser mejor opción hacerse con un módem MiFi. Los hay con conexión 3G e incluso 4G (aunque estos ya suben de precio bastante) y por lo general nos proporcionarán conexión para hasta 10 dispositivos simultáneamente, con una duración máxima de su batería de en torno a 6 u 8 horas.

Pero si vamos a usar un MiFi o si nuestro dispositivo tiene i lo que necesitaremos será una nueva tarjeta SIM para poder insertar en ella. Se puede dar el caso de que contratemos una nueva línea móvil para cubrir nuestras necesidades veraniegas, de eso hablaremos más adelante, pero si queremos utilizar nuestra línea habitual lo más cómodo es recurrir a una tarjeta multidispositivo.

No todos los operadores dan la opción de compartir megas con tarjetas SIM adicionales

Son pocos los operadores que ofrecen este servicio. Por ejemplo Movistar permite tener hasta cuatro tarjetas SIM adicionales con las que no solo se puede hacer uso de los datos, si no también de las llamadas incluidas en la tarifa. El precio de este servicio es de 4.84 euros mensuales, independientemente del número de tarjetas adicionales que se pidan, aunque el servicio es gratis en caso de contratar la tarifa Vive 45.

En el caso de Vodafone el servicio tiene un coste de cuatro euros mensuales por cada tarjeta SIM adicional solicitada (hasta cuatro se pueden pedir) y permite poner límites al consumo de esas tarjetas. En el caso de Orange se puede adquirir una tarjeta SIM adicional con la que compartir datos por un euro al mes. En ambos casos hay excepciones a las cuotas mensuales, ya que con la tarifa Red XL de Vodafone y la Ballena de Orange el servicio es gratis.

También ofrecen este servicio otros operadores convergentes pero sin red móvil propia. Euskaltel ofrece una tarjeta Eco, valida para llamadas y datos, por tres euros al mes, mismo precio por el que mobilR o Telecable ofrecen una SIM para compartir datos. Por su lado Jazztel ofrece dos SIM adicionales a cambio de 3.63 euros al mes al tener un Pack Ahorro.

Tu tarifa se queda corta: bonos extras

Bien, hasta ahora hemos barajado la opción de hacernos con un MiFi y una SIM adicional con la que compartir los datos de nuestra tarifa habitual. Pero el siguiente problema es que probablemente los megas que nos son suficientes habitualmente no lo serán en estos casos, y ya sabemos como está el tema del exceso de datos.

Unos operadores ofrecen reducción de velocidad una vez consumidos los datos de nuestra tarifa, aunque cada día esa velocidad vale para menos, mientras que otros nos cobran cada mega que consumimos de más. Por tanto, para evitar quedarnos con una conexión inservible o cara, lo mejor es estudiar la posibilidad de contratar bonos de datos extra.

En este caso son muchas las opciones. Todos los grandes operadores disponen de algún tipo de bono extra, bastante necesarios en el caso de Movistar, Vodafone y Orange ahora que la velocidad reducida que ofrece es de tan solo 16 kbps. Donde hay que tener cuidado es con los virtuales que no los ofrecen ni reducen velocidad, ya que el pago por mega suelto puede ser ruinoso.

En el caso de que tengamos que recurrir a estos bonos lo mejor siempre será intentar hacer una previsión de nuestro gasto extra. En la gran mayoría de los casos estos megas caducan al acabar el periodo de facturación, por lo que podemos ver como pagamos megas que jamas llegamos a usar.

¿Una nueva tarifa sólo para verano?

Ahora, también puede ser que si usamos nuestra tarifa habitual y le tenemos que sumar bonos de datos extra nos pongamos en una factura muy abultada. Por eso podemos optar por una última opción, la de hacernos con una línea aparte con una nueva tarifa para cubrir necesidades extra.

Aquí lo primero que deberíamos mirar es si vamos a estar en un mismo sitio durante todo nuestro viaje cual es la mejor cobertura en ese lugar. Si vamos a hacer un viaje itinerante eso ya se convierte en una tarea más complicada, aunque si vamos a movernos por sitios bastantes turísticos será difícil quedarnos sin cobertura.

Con esta tabla la elección es bastante sencilla, aunque sería de nuevo conveniente echar un ojo a la anterior tabla para conocer las condiciones de cada operador en caso de que excedamos los datos incluidos en cada tarifa. Por último están las tareas de estudiar si podemos incluir entre nuestras opciones el firmar un contrato para el tiempo que vamos a usar la tarifa y los costes asociados.

Contrato, prepago y sus costes ocultos

La adquisición de una tarjeta prepago es sencilla, ya que vamos a una tienda con nuestra identificación personal y nos la llevamos al momento mientras que obtener un contrato requiere de un mayor papeleo y en ocasiones no es tan instantáneo. Además en el caso de una tarjeta prepago podemos controlar fácilmente el consumo, si nos quedamos sin saldo se acabó, aunque puede que nos acabe sobrando saldo que se pierda por no usarlo.

Por último, lo más habitual es que al adquirir una tarjeta prepago lo pagado por ella se convierta en saldo para poder usar en los bonos. En contrato hay casos en los que podemos tener que pagar por la SIM o una cuota de alta, que teniendo en cuenta que buscamos una tarifa para un tiempo limitado, podría convertir una buena opción en una mala opción. También hay que estar atentos a las promociones existentes y las que puedan llegar, que pueden ofrecer interesantes descuentos o megas extras para estos casos.

Imagen | Rodney

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