Del Moto Z Play al Moto Z3 Play: llegan la pantalla 18:9 y la cámara dual, pero se va el jack de auriculares

Corría el año 2016 cuando Lenovo decidió renovar la línea más potente de su catálogo, la línea de los Moto X contenida dentro de la familia Motorola. Era junio y el constructor chino presentó el nuevo Moto Z, un terminal potente y con un diseño ultrafino y característico que ha mantenido hasta hoy. Como añadido, aquella nueva gama alta no llegó sola, contó con su particular escudero.

La versión Motorola de los teléfonos Mini o Lite se llamó Play, y sobre el mismo escenario se presentó el Moto Z Play, un teléfono que adoptaba la principal característica de los Moto Z, la posibilidad de colocarles un moto mod, del tipo que fuese. Hoy Motorola ha desvelado la tercera generación y ha llegado el momento de comprobar la evolución de estos dos años. Del Moto Z Play original al nuevo Moto Z3 Play. Así han cambiado las cosas.

Un salto muy ligero en potencia

Lo primero que se aprecia cuando se observan los tres modelos que Motorola ha puesto en circulación con el apellido Z Play es que no ha habido cambios notables en la línea. El fabricante ha sido bastante coherente en este sentido, y desde el Moto Z Play original hasta el último Moto Z3 Play, las diferencias no han sido significativas.

En dos años hemos pasado de un Snapdragon 625 a un Snapdragon 626, y hemos acabado en un Snapdragon 636. Tres procesadores más o menos parejos con una última generación en la que tanto el consumo de energía como el salto gráfico sí ha sido un poco más notable. Porque ni tan siquiera en el apartado de memorias se aprecia una revolución a tener en cuenta.

El Moto Z Pay contó con 3 y 32GB, y este último parte de los 4GB de RAM pero también tiene una opción básica de 32GB. Si a esto le sumamos la tarjeta microSD, nos encontramos con que en lo relativo al cerebro no ha habido discordancias. Motorola ha tenido claro que debe tratarse de gamas medias competentes que no deben eclipsar a los Moto Z, ni tampoco a los Moto X.

La familia da la bienvenida a las pantallas extralargas

Una de las revoluciones que llevamos tiempo viviendo en el mercado móvil tiene que ver con la retirada progresiva de los marcos, aún en proceso de completarse, y la adopción de los formatos de pantalla extralargos. Los paneles 16:9 ya no se llevan y parecen anticuados, y quien no monta una pantalla 18:9 añade un notch, y la lleva hasta los 19:9.

Es el gran salto que ha dado Motorola con el Moto Z3 Play, que se mantuvo en las 5,5 pulgadas FullHD en sus dos primeras generaciones y ahora salta a los 18:9 y al apellido Plus. Así, dejamos atrás los 1.920 x 1.080 píxeles para abrazar los 2.160 x 1.080 píxeles. Más píxeles, más longitud, 6 pulgadas, misma densidad. Pese al cambio de formato, no abandonamos los 400 píxeles por pulgada.

Ni siquiera la protección de estos paneles ha avanzado en estas generaciones. Gorilla Glass sigue presente con la tercera generación de sus cristales anti-arañazos y anti-golpes. Pero eso sí, con el salto a los 18:9 hemos ganado algo más. No sólo hablamos de 0,5 pulgadas extra sino de un 8% adicional de pantalla en el frontal. Ahora tenemos un 77,9% de frontal recubierto de pantalla, una cifra muy correcta para una gama media.

Ahora ya tenemos dos ojos

Y si las pantallas 18:9 son la actual tendencia, las cámaras duales son ya una característica instaurada y que se echó en falta en el Moto Z2 Play cuando se presentó, allá por el pasado mes de junio de 2017. Entonces, la lente trasera del Moto Z2 perdió megapíxeles para ganar en luminosidad, y de los 16 megapíxeles f/2.0 pasamos a 12 megapíxeles f/1.7. Se ganó con el cambio pero se falló en el salto, algo que ahora se corrige.

El nuevo Moto Z3 Play ya tiene dos ojos en la espalda. El sensor de 12 megapíxeles sigue recubierto por una lente f/1.7 y sigue teniendo píxeles de 1.4 micrómetros, pero ahora tiene un acompañante. Un segundo sensor de 5 megapíxeles que además es Dual Pixel y que garantiza, de entrada, la presencia de desenfoque selectivo, posiblemente la característica fotográfica más demandada del momento.

En cuanto al sensor frontal también hay crecimiento, aunque en este caso en megapíxeles y no en unidades. El Moto Z3 Play salta de 5 megapíxeles a 8 megapíxeles y también gana luz, pues pasamos de una lente f/2.2 a una lente f/2.0. Eso sí, a cambio de reducir los píxeles de 1.4 micrómetros a 1.2 micrómetros. Parece que el espacio para el sensor manda y condiciona este aspecto.

Tres generaciones con saltos arriba y abajo

Además de los datos ya comentados, hay otros aspectos de los Moto Z Play que han cambiado con el paso de los años. Tal vez el más llamativo fuese el del tamaño de la batería, aunque el Moto Z3 Play hereda la decisión tomada en la generación pasada, donde el fabricante optó por reducir la capacidad energética en 510 mAh, ofreciendo una pila interna de 3.000 mAh que se mantiene hasta hoy.

Ha habido otros cambios, como la aparición del Bluetooth 5.0 en la nueva generación gracias al procesador, o la WiFi Dual que deja atrás la WiFi n de 2,4GHz que era la única posibilidad los años anteriores. Pues el A-GPS con soporte para GLONASS o la radio FM se mantienen sin variaciones. Ah, el lector de huellas pasa al lateral, eso sí.

Otro salto de este año es que el Moto Z3 Play decide imitar a sus hermanos mayores en un apartado polémico: el del jack de auriculares. Ya no está, ha desaparecido. En contraprestación, Motorola coloca en la caja un adaptador para el puerto USB C para los usuarios que no hayan dado aún el salto a los auriculares Bluetooth. Algo es algo, después de todo.

El precio, sin embargo, parece inmutable a lo lago del tiempo pese a la presión de una competencia cada vez más agresiva. El primer Moto Z Play llegó por 449 euros, el Moto Z2 Play lo mantuvo y el Moto Z3 Play salta hacia adelante, con la salvedad de que regala un Moto MOD con 2.000 mAh de batería adicional. Ahora tenemos 499 euros al cambio desde Brasil. Sigue pareciendo demasiado.

Moto Z Play vs Moto Z2 Play vs Moto Z3 Play

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