Acer Liquid Z3

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Mucho se habla de la relevancia que los mercados emergentes tienen en el futuro de la telefonía móvil, pero pocos son los terminales basados en Android que están orientados a ese segmento. El Acer Liquid Z3 es precisamente uno de ellos. Con un hardware modesto pero solvente este terminal que tiene un precio por debajo de los 100 euros se convierte en un candidato perfecto tanto para esos mercados en ebullición como para convertirse en un smartphone "de batalla" para todo tipo de usuarios. Compacto y sólido El dispositivo de Acer llega en un paquete que no oculta la humildad del dispositivo: El packaging no tiene nada que ver con las florituras que otros fabricantes realizan en este apartado, y la caja de cartón es honesta desde el principio con el propósito y prestaciones de este terminal. En ella encontraremos el terminal, un cable USB a micro-USB, el enchufe con la toma USB para recargar el Acer Liquid Z3 y unos auriculares que obviamente no son de alta gama pero que están sobre todo orientados a poder ofrecer ya de serie la función de radio FM que hace necesaria la conexión de esos auriculares. Con el terminal en nuestras manos, uno parece volver al pasado momentáneamente. En estos días de phablets y de smartphones en los que la norma es ir como mínimo a las 5 pulgadas de diagonal, encontrarse con una pantalla de 3,5 pulgadas es, como mínimo, curioso. Aún así, ese tamaño también lo hace especialmente compacto y manejable, como lo fueron todos los terminales que se movían en esas dimensiones. No es especialmente delgado (109 x 60 x 10,4 mm) o ligero (120 gramos), pero su construcción transmite solidez, algo de agradecer para un dispositivo de esta gama. Los materiales plásticos son la norma, por supuesto, y la parte posterior hace uso de una textura con acabado mate que hace su agarre más cómodo. Podemos encontrar el dispositivo en blanco y negro, y el diseño, sin grandes alardes, es correcto. Los únicos botones presentes se encuentran en el lateral derecho --para el control del volumen-- y en la parte superior --encendido/bloqueo--. Ninguno de ellos es especialmente destacable, y de hecho es necesario presionar más fuerte de lo normal para obtener la respuesta deseada. En la parte inferior de la pantalla encontramos, eso sí, botones capacitivos --nada de botones software-- que permitirán acceder al inicio, a la lista de aplicaciones en ejecución o ir hacia atrás en nuestro manejo del terminal, manteniendo así los accesos tradicionales La vida a 1 GHz La apariencia del Liquid Z3 es modesta, y también lo son sus especificaciones hardware. En primer lugar nos encontramos con un procesador dual-core MediaTek MT6572 a 1 GHz, acompañado por 512 MB de RAM y por 4 GB de capacidad de almacenamiento. La potencia que ofrece ese procesador es lógicamente limitada, pero salvo que tengamos un uso intensivo o tratemos de hacerle lidiar con juegos o aplicaciones pesadas, la fluidez es destacable. En nuestras pruebas con AnTuTu obtuvimos 9.444 puntos, una cifra ligeramente inferior a la que ofrecería un Samsung Galaxy S2. La ranura microSD permite solventar el apartado del limitado almacenamiento nativo, y de hecho fue necesario introducir una tarjeta microSD para instalar una actualización del sistema que se descarga a este medio de almacenamiento. Nota destacada: tenemos ante nosotros un terminal dual SIM, con todas las posibilidades que eso ofrece. La pantalla TFT de 3,5 pulgadas tiene una resolución de 320x480 (165 ppp), algo que lógicamente limita las prestaciones de un dispositivo que en casi todo lo demás sorprende. Esa resolución bastará para consultas básicas de correo o navegación web, pero su calidad es algo pobre aunque de nuevo suficiente para trabajar y disfrutar del dispositivo cuando lo necesitemos. La cámara posterior, de 3,15 Mpíxeles, es otro de los apartados que dejan clara la gama de este terminal. Las capturas, a no ser que tengamos muy buena iluminación, tienen muy poca calidad, con ruido y pixelado claro en capturas incluso a plena luz del día y con un enfoque fijo que no ayuda. Podremos capturar vídeo VGA, pero de nuevo el resultado será especialmente discreto y, como suele decirnos, servirá para sacarnos de un apuro y poco más. El sonido, eso sí, es otra sorpresa relativamente agradable. De nuevo sin grandes alardes, disfrutar de la reproducción de vídeos --el icono de YouTube está presente desde el principio en el escritorio Android-- o música es perfectamente posible. A todas estas prestaciones les acompaña el receptor A-GPS, el soporte Bluetooth 3.0 (con A2DP y EDR), la conectividad WiFi 802.11 a/b/g/n o la citada radio FM. Y por supuesto, la batería, que a pesar de tener una capacidad de 1.500 mAh es especialmente capaz de dar una autonomía que llega sin problemas a los dos días con un uso normal del dispositivo. Sus limitados recursos son, al menos en este caso, una ventaja. Pequeñas sorpresas en el software El dispositivo está basado en Android 4.2.2 Jelly Bean, toda una nota destacada para un dispositivo con este coste. Aunque en esencia dispondremos de una experiencia Android pura, hay algunas personalizaciones interesantes. La más destacada son los llamados Quick Modes ("Modo Rápido"), que son perfiles de uso que en lugar de la interfaz convencional de Android permiten utilizar el dispositivo con una interfaz basada en grandes iconos --muy adecuados para personas mayores, y que recuerdan en cierta medida a los Live Tiles de Windows Phone-- o con iconos algo menores, pero que también simplifican el acceso a las tareas más comunes. Además de eso tenemos los Quick Togles en los que podremos establecer cosas como los perfiles de audio o la llamada float caller, una característica que minimiza la ventana de contexto en llamadas entrantes en lugar de “raptar” toda la pantalla. Destaca también la preinstalación del navegador Chrome para Android, y en el escritorio nativo de Android encontraremos algún widget como el que permite controlar la reproducción de audio, u otro Widget del tiempo que hace uso del receptor GPS para ofrecer información meteorológica en base a nuestra localización. Por lo demás, nos encontramos ante una experiencia Android convencional, con todas sus ventajas. Los menús y las aplicaciones se mueven con bastante (yo diría que hasta sorprendente) fluidez para el hardware integrado en el Acer Liquid Z3, y en general nos encontramos con una experiencia perfectamente válida salvo por las limitaciones que impone la pantalla y su baja resolución. Conclusiones El Acer Liquid Z3 cuesta 89 euros, IVA incluido. Es difícil que ese parámetro no condicione no ya solo sus prestaciones, construcción o diseño, sino también el propio juicio de quien lo tiene en la mano. Y lo cierto es que con o sin esa influencia, poder acceder a todas las posibilidades de Android, de una manera bastante fluida y en un dispositivo compacto, sólido y sorprendentemente válido ha sido una agradable sorpresa. Por supuesto, hay que tener cierta perspectiva: la pantalla de 3,5 pulgadas es una pequeña condena por su bajísima resolución, y la cámara de fotos esta porque tiene que estar y poco más. Pero aún así, este terminal nos deja claro cómo puede ser la --se supone, inminente-- hornada de dispositivos de bajo coste basados en Android.

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