Cómo evitar la ley Sinde, y cómo se bloquearán las páginas de descargas

La aprobada Ley Sinde ya hace temblar a muchos de los españoles que utilizan la red, ya sea como webmasters de páginas de descargas, o como usuarios de esas mismas páginas, que dejarán de poder disfrutar de estas. Y es que la amenaza del cierre ya vuela sobre las webs, pudiendo tomar efecto en cualquier momento.

Por ello, los chicos de haktivistas.com se han puesto manos a la obra para elaborar el Manual de desobediencia a la Ley Sinde que explica qué métodos se podrán utilizar para cerrar las webs de descargas, y qué medidas pueden tomar los webmasters y los usuarios para evitar los contratiempos que podría traerles la aplicación de la nueva ley.

Los distintos procedimientos que podrán seguir los organismos precisos son cinco. Las soluciones a algunos de ellos son más sencillas y están al alcance de la mayoría, mientras que otras requerirán de ciertos conocimientos sobre Internet para realizarlas.

Bloqueo de resolución de DNS

Uno de los procesos será bloquear las DNS (ya hablamos sobre lo que era en “Conoce tu router”). A grandes rasgos, cada página web tiene un código de números que la identifica, llamado dirección IP. Cuando introducimos en el navegador “www.xatakaon.com”, el sistema DNS se encarga de traducir ese texto a la dirección IP de la página y mostrárnosla.

En los routers proporcionados por las operadoras están configurados los sistemas DNS propios de cada una de ellas, el de Ono, Movistar, Jazztel, etc. Así, esta nueva ley permite que se obligue a las operadoras a bloquear ciertas direcciones, de tal forma que cuando se ponga la dirección de la página de descargas, estos sistemas sean incapaces de convertir el texto en la dirección IP correspondiente.

La solución a este bloqueo es muy sencilla. Puesto que solo podrán bloquear los DNS de las operadoras españoles, tan solo será necesario configurar en nuestro sistema operativo, o en el propio router, un DNS extranjero y gratuito, como por ejemplo, el de Google, 8.8.8.8 ó 8.8.4.4.

El bloqueo de DNS es el que más se ha utilizado hasta el momento para cierres temporales de páginas web.

Bloqueo de IP

Mientras que con el procedimiento anterior solo se bloqueaba el “traductor”, por decirlo así, con este método se bloquea la dirección IP concreta. Para este problema se ofrece solución tanto para usuarios como algunos consejos para webmasters.

En lo que respecta a los usuarios, se podrá usar un proxy. Así, en vez de conectar directamente con la página que está bloqueada en nuestro país, nosotros conectaremos con el proxy, un servidor que no está bloqueado, y este accederá a la página, cuyo acceso desde el proxy no está restringido, ya que utilizaremos uno extranjero. El problema del proxy es que las operadoras pueden ver quién es el origen, y aunque estés usando un proxy, localizarán que no tienes permiso para acceder.

Otra opción es hacer uso de un TOR, que es una red de proxies. De tal forma que nosotros conectamos a un proxy, este se conecta al siguiente, y se van produciendo conexiones arbitrarias sucesivas entre la red, la mayoría cifradas, y puede que alguna sin cifrar, de tal forma que aunque una se vulnere, la red sea tan compleja y haya tantos datos cifrados y no cifrados que sea casi imposible determinar el origen. El problema es que se pierde ancho de banda.

La última alternativa es el uso de VPN, una red privada virtual. Esta red actúa como una careta, detrás de la cual nos escondemos nosotros. Lo único visible para los demás son los datos de la VPN. De esta forma, es como si nuestra identidad en Internet no fuera nuestra propia IP, sino la del VPN. Es el método que utilizan los usuarios españoles para acceder a sistema como Netflix que todavía no están en nuestro país. La mayoría de estos servicios son de pago, aunque no limitan el ancho de banda.

Por parte de los webmasters, este ataque podría ser de los más difíciles de evadir. Lo mejor que pueden hacer es dejar que otros webmasters, con páginas claramente legítimas y no cuestionables, las hospeden en los mismos servidores que la página de descargas. De esta forma, bloquear la IP supondría bloquear también estas webs no problemáticas, algo que viola los derechos fundamentales. Aunque nadie ha dicho que se vayan a respetar esos derechos, o que no exista ningún vacío legal.

Bloqueo de URL

Si hemos hablado de bloquear el traductor, y de bloquear la dirección IP, pues era obvio que también pudieran bloquear las direcciones URL, es decir, esas que introducimos en el navegador para que se traduzcan en direcciones IP. Al parecer, es muy improbable que se utilice este tipo de bloqueos, porque sería tan simple como poner la dirección IP directamente, o que el webmaster se hiciera con otro nombre de dominio, algo relativamente barato y rápido.

Aun así, si esto ocurriera, podríamos optar también por usar un TOR, o bien un VPN.

Orden contra el proveedor de alojamiento

Si la empresa que ofrece los servicios de alojamiento (o hosting), es española, podría ser obligada a que bloquee el acceso a la página en cuestión. Como la página está almacenada en sus servidores, la empresa no tendría ninguna dificultad en realizar esto.

¿La solución? Llevarse la web a un proveedor extranjero, preferiblemente no estadounidense, y después de la noticia de que la Ley Sinde se pueda extender a la Unión Europea, la mejor opción es que estuviera en un país no adherido a este organismo, como Suiza, países sudamericanos, o asiáticos. Obviamente, el webmaster tendría que ir pensando en esto ya, para poder prever bien cuándo finaliza su contrato y cuándo le conviene más realizar el traspaso.

Orden contra el registrador de dominios

La página web no solo está hospedada en un proveedor de hosting, sino que también tiene un dominio registrado con una empresa. Normalmente, estas dos cosas se contratan con la misma empresa, pero en no pocas ocasiones ocurre lo contrario. El webmaster podría llevarse la web a un servidor extranjero, pero dejar el dominio registrado con una empresa española.

Por ello, lo que debe hacer si no quiere tener problemas es traspasar su dominio a una registradora no española, no estadounidense, y a ser posible, no europea. Australia es famosa por tener empresas con precios muy buenos en los que a dominios se refiere.

Otras medidas recomendadas

En el manual no solo encontramos sugerencias para esos problemas concretos, sino también otras recomendaciones que son útiles para los usuarios asiduos de páginas de descargas, y para los dueños de estas.

Por ejemplo, se explica cómo usar el programa httrack para descargar las páginas completas. De manera que aunque fueran cerradas, conserváramos todos los enlaces que hasta ese momento contenía.

A los webmasters se les dan dos consejos. Uno de ellos es realizar el pago de contratos con proveedores y registradores de forma anónima, como podría ser utilizando una tarjeta prepago. De esta forma, se libraría de cualquier peligro que, aunque no puede llegar con la Ley Sinde, que no entrara en estos temas, pudiera llegar con ajustes futuros.

Por último, también recomiendan convertir la página de enlaces en una red social, donde los enlaces son compartidos por los usuarios. Así, nunca hay un dueño que se pueda culpar, sino que cada uno de los usuarios facilita los enlaces, siendo responsabilidad suya lo que se encuentre en él. Sería mucho más complicado combatir algo así, y no se cubren estos casos en la Ley Sinde.

Sin duda, todas estas directrices, aunque no pararán la clara intención de acabar con las webs de descargas, sí que supondrán un retraso y una piedra de tropiezo para todos los procesos de cierre. El pensamiento de los autores es claro: “Nos han convertido en delincuentes. Actuemos como tal. Detengamos la máquina”. Por su parte, la ministra Sinde, ya ha dicho que este manual se va a quedar en anécdota, y ha insinuado que no será realmente útil contra las acciones que se tomarán.

Más información | Descargar Manual de desobediencia a la ley Sinde

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