Así funciona Wi-Charge, la recarga inalámbrica para móviles que utiliza rayos láser

La recarga inalámbrica de las baterías de nuestros terminales móviles forma ya parte del presente de muchos usuarios y estamos cerca de alcanzar el punto de inflexión para que las distintas tecnologías disponibles den el salto definitivo al mercado de masas.

Hoy vamos a hablar de Wi-Charge, un sistema interesante que es conceptualmente diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora, ya que no utiliza inducción electromagnética o energía eléctrica emitida por radiofrecuencia, sino rayos láser en frecuencias de infrarrojo para lograr alcances y potencias superiores a los actuales estándares.

Un rayo láser en cavidad abierta

Para empezar a comprender cómo funciona debemos comenzar por señalar las bases teóricas de un láser. Básicamente podemos definir al láser como un dispositivo formado por un emisor de luz en un extremo que lanza fotones a través de un medio con ganancia encargado de multiplicarlos y que al llegar al otro extremo del dispositivo rebotan en un espejo haciéndolos pasar de nuevo por el medio con ganancia hasta otro espejo junto al emisor en un ciclo continuo de amplificación.

Uno de los espejos tiene una abertura o es parcialmente transparente y esto permite que una parte de los fotones salga en forma de lo que conocemos como rayo láser. Wi-Charge copia este concepto fundamental del láser pero en lugar de contener todas las partes en un dispositivo cerrado lo hace en campo abierto.

De este modo tenemos por una parte el emisor con un espejo y el medio con ganancia que lanza los fotones por el aire y que cuando llegan al receptor en el móvil son devueltos por otro espejo hasta el emisor, comenzando el ciclo de amplificación, aunque una parte de los fotones son reconvertidos en electricidad para alimentar la batería.

La idea no es nueva. De hecho los propios creadores de Wi-Charge llevan ya varios años tratando de desarrollarla y dando información en su web, aunque ha sido esta semana cuando se ha publicado una interesante entrevista con uno de sus fundadores, Ortal Alpert, en la que se han explicado detalles más precisos, fechas y precios de lanzamiento, como veremos al final del artículo.

Ventajas e inconvenientes

En este punto seguro que os estaréis preguntando si no es peligroso para la salud. ¿Qué pasa cuando el rayo del emisor nos da a nosotros, a nuestra piel, en lugar de al receptor. Pues en principio nada, ya que según sus creadores se utiliza un láser de clase 1 en frecuencias de infrarrojo que es inofensivo y que además tiene un inteligente mecanismo de seguridad: al interponerse cualquier objeto no transparente entre el emisor y el receptor, los fotones dejan de llegar automáticamente y la emisión del láser para.

En un escenario típico, el emisor está situado en el techo o una pared y los receptores en los teléfonos o en otros dispositivos pueden recibir potencias de unos 10 vatios a distancias de entre 3 y 10 metros para cargar uno o varios dispositivos a una velocidad similar a la que tenemos actualmente con un cable USB típico.

Uno de los primeros problemas que la tecnología tiene que enfrentar es el relacionado con la necesidad de tener línea de visión directa entre el emisor y el receptor. Se minimiza considerablemente el inconveniente de tener que apuntar el rayo gracias a que los espejos son reflectantes en múltiples direcciones, aunque se pierde una parte de la energía y no puede cargar la batería si por ejemplo tenemos el terminal en el bolsillo.

Sin embargo, este sistema tiene la gran ventaja de que en principio no hay un límite de potencia que podamos transmitir. Es decir, se puede crear un sistema que emita unos pocos milivatios para alimentar sensores o bien uno con cientos de vatios para uso industrial, militar o en grandes superficies.

Precio y disponibilidad

Wi-Charge ha señalado que comenzará con un dispositivo emisor de 10 vatios y un receptor de tamaño similar al sensor de la cámara de un smartphone actual capaz de recibir energía a distancias de 10 metros.

Inicialmente el receptor se integrará en una carcasa especial en la que deberemos insertar el móvil, pero posteriormente la idea es que los fabricantes lo incorporen al cuerpo de los terminales como ahora hacen con los sensores y la óptica de la cámara.

¿El precio? Pues como toda nueva tecnología, al principio no será barata? La empresa espera sacar la primera versión a finales de este año que constará de un kit de emisor y funda para el móvil por un precio que rondará los 200 dólares.

Más información | Wi-Charge
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