Motorola Moto G30, análisis: si no arriesgas, no ganas en la gama de entrada

Este año, la renovación de la familia Moto G de Motorola -una de las líneas más populares del fabricante- nos ha traído dos modelos, ambos pertenecientes a su gama de entrada. Por un lado, el sucesor "natural" del Moto G9, el Moto G10, y por otro, un terminal que se sitúa un escalón por encima por precio y prestaciones: el Moto G30.

Entre otras características, este último cuenta con una batería de 5.000 mAh y una cámara cuádruple con sensor principal de 64 megapíxeles, todo ello con el procesador Snapdragon 662 a los mandos. El Moto G30 ha pasado ya por nuestras manos para qué podamos comprobar cómo se comporta en cada uno de los apartados. Aquí están nuestras conclusiones.

Ficha técnica del Moto G30

MOTOROLA MOTO G30

Pantalla

LCD IPS 6,5 pulgadas
Resolución HD+ (1600 x 720 píxeles)
Tasa de refresco: 90 Hz

Procesador

Snapdragon 662

RAM

4 GB

Almacenamiento

128 GB + microSD hasta 512 GB

Cámara trasera

64 MP f/1,7 (1,4 µm)
Gran angular 8 MP f/2.2 (1,12 µm)
Macro 2 MP f/2.4 (1,75 µm)
Profundidad 2 MP f/2.4 (,75 µm)

Cámara frontal

13 MP f/2.2 (1,12 µm)

Batería

5.000 mAh + carga rápida 15 W

Sistema operativo

Android 11

Conectividad

Dual SIM, 4G/LTE, WiFi ac, Bluetooth 5.0, NFC, USB-C, jack 3,5 mm

Dimensiones y peso

165,22 x 75,73 x 9,14 mm
197 g

Otros

Lector de huellas trasero, reconocimiento facial, IP52, botón Google Assistant

Precio

199 euros

moto g30 (Pantalla de 6.5" 90Hz, Qualcomm Snapdragon, sistema de cuatro cámaras de 64MP, batería de 5000 mAH, Dual SIM, Android 11), Negro [Versión ES/PT]

Aspecto conservador con acabado mate

El Moto G30 presenta un diseño continuista con una trasera que, aunque es de plástico, tiene un acabado mate que resulta atractivo a la vista y muy agradable al tacto. La unidad que hemos probado es la de color Dark Pearl, que devuelve una tonalidad verde o morada en función de la luz que incide en él. Además, al haber prescindido del cristal y del brillo, Motorola ha logrado que las huellas no ensucien el terminal.

Cuenta con certificación IP52 de resistencia a salpicaduras y se siente cómodo en la mano, aunque debemos tener cuidado porque es bastante resbaladizo. Ese problema -y el de los posibles daños tras una caída- se soluciona con la funda de silicona que viene incluida de serie, pero claro, a costa de "afear" un poco el dispositivo. Roza los 200 gramos y supera los 9 milímetros de grosor, por lo que no podemos calificarlo de ligero ni de delgado, precisamente.

Tiene un botón dedicado para activar Google Assistant en el lateral derecho, justo encima del control de volumen (demasiado arriba para nuestro gusto), mientras que en el izquierdo, encontramos la ranura para las tarjetas nanoSIM y la micro SD (triple bandeja). Por detrás, están el módulo rectangular de la cámara, que sobresale bastante, y el lector de huellas incrustado en el logo de Motorola.

Por delante, la pantalla ocupa casi la totalidad del frontal, con unos marcos laterales bastante finos (no tanto el superior y el inferior). Hablamos de un panel de LCD IPS de 6,5 pulgadas con resolución HD+ (1600 x 720 píxeles), tasa de refresco de 90 Hz (detalle que se nota y se agradece) y un discreto notch en forma de gota para alojar la cámara frontal.

La densidad de píxeles (269 ppp) es algo escasa y eso se nota en la visualización. También echamos de menos algo más de brillo cuando estamos en exteriores, aunque en términos generales, el ajuste de brillo automático se comporta correctamente. Dos detalles positivos: es posible ajustar la reproducción del color gracias a tres opciones disponibles, naturales, mejorados y saturados, y el tratamiento anti-huellas del panel es bastante efectivo.

La densidad de píxeles (269 ppp) y el brillo máximo de la pantalla son algo escasos, y eso se nota en la visualización

No esperes encontrar unos altavoces estéreo, pero el que tiene en la parte inferior, llevado al volumen máximo, ofrece un sonido muy potente con una distorsión no muy elevada. Flaquea un poco en los graves, pero Motorola nos da la posibilidad de aplicar tres efectos de audio para compensarlo un poco. Este terminal, además, incluye una toma jack de 3,5 mm en la parte superior, pero no trae auriculares.

Flaquea en potencia, saca pecho en autonomía

A los mandos del Moto G30 encontramos el mismo procesador que vimos, por ejemplo, en el Moto G9 Play. Hablamos del Snapdragon 662, un chipset con una CPU de ocho núcleos Kryo 260 corriendo a 2 GHz y 1,8 GHz apoyada sobre una GPU Adreno 610. Este cerebro, sumado a los 4 GB de RAM, no presenta grandes problemas para desempeñar tareas cotidianas, pero procura no ponerlo a prueba con juegos pesados porque te llevarás una decepción.

La transición entre aplicaciones se produzca de forma fluida y la multitarea no entraña dificultad, aunque sí que nos hemos topado con algún cierre repentino y algo de retardo en momentos puntuales. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks más habituales:

MOTO G30

MOTO G9 PLAY

POCO M3

REDMI NOTE 9S

REALME 7i

PROCESADOR

Snapdragon 662

Snapdragon 662

Snapdragon 662

Snapdragon 720G

Exynos 9610

RAM

4 GB

4 GB

4 GB

4 GB

4 GB

GEEKBENCH 5 (SINGLE / MULTI)

306 / 1.281

315 / 1.427

316 / 1.350

546 / 1.607

351 / 1.274

PC MARK WORK

6.354

6.127

6.082

8.702

11.500

3D MARK (SLING SHOT)

1.185

-

1.868

-

1.805

Motorola apuesta por una versión casi limpia de Android con algunos añadidos bastante prácticos que enriquecen la experiencia del usuario. El G30 llega con Android 11 y el parche de seguridad de diciembre, a lo que se suman los gestos de Moto, que permiten, por ejemplo, capturar la pantalla con tres dedos, activar la linterna agitando el teléfono o silenciarlo con sólo levantarlo. También hay otras características útiles, como las herramientas Gametime o la pantalla atenta para mantenerla encendida mientras la miras.

Ver galería completa » Android 11 + Moto App Launcher (25 fotos)

Esto, como es habitual, tiene su parte positiva: no hay apps duplicadas y apenas existe bloatware (salvo la app de Facebook y la de Moto). Pero también supone un abanico reducido de opciones de personalización más allá de colores, fuentes, fondos y formas de iconos. A cambio, de los 128 GB de almacenamiento interno que tiene el Moto G30, vienen libres de inicio más de 107 GB, que pueden ampliarse con una tarjeta microSD.

Pasamos ahora los sistemas de identificación biométrica, donde el Moto G30 presume tanto de lector de huellas como de reconocimiento facial. El sensor está situado en un lugar cómodo para localizarlo con el índice y reconoce nuestro dedo prácticamente siempre, aunque tarda un poco. El reconocimiento facial es todavía más lento y no siempre logra identificar nuestra cara, especialmente, cuando hay poca luz o tenemos gafas.

Como viene siendo habitual en los teléfonos de este rango, donde el Moto G30 saca pecho es en el apartado de la autonomía. Tiene una batería de 5.000 mAh que, con un uso medio, aguanta sin problemas dos días alejado de los enchufes y supera las 9 horas de pantalla encendida. Además, es compatible con la carga rápida de 15 W y viene con un cargador TurboPower de 20 W que carga el teléfono completamente en poco más de 2 horas (en 30 minutos obtiene más del 30% de energía).

Cuando los selfies superan a los paisajes

El Moto G30 incluye una cámara trasera formada por un sensor principal de 64 megapíxeles f/1.7 con tecnología Quad Pixel, un gran angular de 8 megapíxeles f/2.2 y otros dos sensores de 2 megapíxeles f/2.4 para lecturas de profundidad y para fotografía macro, respectivamente. La cámara frontal, por su parte, consta de un único sensor de 13 megapíxeles f/2.2.

La app de la cámara ha cambiado respecto a lo que nos tenía acostumbrados Motorola. Ahora, apenas hay accesos directos, la mayoría de opciones están escondidas en los ajustes o en los dos menús desplegables que tenemos junto al disparador y en el carrusel de modos. Desde este último, no obstante, es posible arrastrar modos de disparo a la pantalla principal de la app para acceder más rápidamente, a por ejemplo, Night Vision (modo noche), Retrato, Panorámica...

Desde el menú del carrusel de modos, es posible arrastrar iconos a la pantalla principal para acceder más rápidamente a otros modos de disparo

Sea como fuere, no podemos decir que sea muy intuitiva. Además, hay opciones como el HDR que deberían disponer de un acceso directo. Lo que sí nos ha gustado es que el Optimizador de Escenas no aplica automáticamente los ajustes que considera oportunos, sino que te sugiere que cambies a un modo de disparo determinado cuando reconoce la escena.

Modo Foto con HDR activado

Pero vayamos a lo importante: la calidad de imagen que arrojan estas cámaras. La trasera cumple sin grandes alardes en situaciones con iluminación favorable (de día), aunque el rango dinámico y el nivel de detalle son mejorables. No podemos negarlo, el Moto G30 nos devuelve unos colores un tanto apagados y sufre mucho en los contraluces. En este sentido, nuestros consejos son mantener el HDR en Automático y prescindir del zoom digital.

Modo Foto con HDR: 1X (izda). vs 0,5X gran angular (dcha.)

En el gran angular, aunque la deformación no es exagerada, la lente es menos luminosa y el sensor es más pequeño, lo que se traduce en unas imágenes menos detalladas y con unos colores más planos. La lente macro, por su parte, logra enfocar es distancias cortas, que es su función principal, aunque al ser de 2 megapíxeles, todos los problemas mencionados se acentúan.

Macor con HDR activado

En el modo Retrato, la cámara logra capturar más luz y los resultados son bastante satisfactorios, tanto con personas como con objetos. Además, tenemos la posibilidad de ajustar el desenfoque del fondo a nuestro gusto, pero conviene no pasarse porque, llevado al máximo, el recorte del primer plano queda algo artificial.

Modo Foto (izda.) vs Modo Retrato con el desenfoque del fondo al máximo (dcha.)

Por la noche, la calidad de imagen cae en picado; el modo Night Vision consigue salvar algo de detalle en las zonas oscuras, pero a costa de generar mucho ruido y provocar un efecto acuarela. Además, en ese modo, la captura es extremadamente lenta y nos obliga a mantener el teléfono quieto durante unos segundos que, a veces, se hacen interminables.

Modo Foto
Modo Foto (izda.) vs Modo Night Vision (dcha.)

La cámara frontal, por su parte, consigue unos selfies bastante aceptables de día, con un AF eficiente y un buen nivel de detalle en el primer plano, aunque suele sobreexponer los fondos. Además, Motorola ha incluido una función de Belleza Facial que podemos ajustar automática o manualmente, y que no resulta demasiado exagerada.

Modo Foto de la cámara frontal con el HDR activado

En el modo Retrato, el software se encarga de desenfocar el fondo, por lo que no es tan preciso como la cámara trasera. También es posible ajustar manualmente ese desenfoque, pero conviene no abusar de ello para que el recorte del sujeto retratado no sea muy artificial.

Modo Foto (izda.) vs Modo Retrato con el desenfoque del fondo al máximo (dcha.)

Por la noche, como suele suceder en los teléfonos de este rango, la calidad de imagen que ofrece la cámara frontal se reduce notablemente, incluso con una fuente de luz artificial cercana. El modo Night Vision logra salvar el primer plano, pero la pérdida de detalle y el ruido son muy patentes, y en la mayoría de ocasiones, el selfie adquiere un tono amarillento.

Modo Night Vision de la cámara frontal
Modo Foto (izda.) vs Modo Night Vision (dcha.)

Tanto en la cámara trasera como en la frontal, la grabación de vídeo -que no es el punto fuerte de este teléfono- es en calidad FullHD, a 60 fps por detrás y a 30 fps por delante. Eso sí, Motorola ha incluido las opciones de Cámara Lenta, Cámara Rápida y Color Directo, que siempre son de agradecer.

Ver galería completa » Fotos tomadas con el Moto G30 (42 fotos)

Motorola Moto G30, la opinión de Xataka Móvil

Sin perder de vista su precio (unos 200 euros), estamos ante un terminal con luces y sombras según el apartado que analicemos. Pocas pegas para su diseño, que si bien es conservador, resulta funcional. En la pantalla, se agradece esa tasa de refresco de 90 Hz, pero habría sido deseable un plus de brillo y una mayor resolución para un panel de este tamaño.

El punto fuerte del Moto G30 lo encontramos, como es habitual en este segmento, en su batería de 5.000 mAh

El rendimiento del Moto G30 puede calificarse con un aprobado raspado: esperábamos algo más de ese Snapdragon 662, pero es suficiente para el día a día. Lo que sí nos ha gustado es esa interfaz limpia con "añadidos" prácticos, sin bloatware y sin apps duplicadas que ralenticen el sistema. Tanto las opciones de conectividad como el sonido son acordes a la gama a la que pertenece el teléfono.

No así las cámaras, que presentan un obturador y un AF lentos, y devuelven una calidad justa de día y mucho ruido de noche. El punto fuerte del Moto G30 lo encontramos, como es habitual en este segmento, en su batería de 5.000 mAh, que nos garantiza una gran autonomía y es compatible con la carga rápida. Este modelo de Motorola, por tanto, no decepciona en términos generales, pero se enfrenta a rivales muy duros que, dentro del mismo rango de precio, podrían hacer que nos decantáramos por la competencia.

7.6

Diseño 8,0
Pantalla 7,0
Rendimiento 6,75
Cámaras 6,5
Software 8,25
Autonomía 9,0

A favor

  • Autonomía para más de un día y medio.
  • Una interfaz limpia con pocos y prácticos "añadidos".
  • Buen tratamiento anti-huellas por delante y por detrás.

En contra

  • La resolución HD+ es escasa para una pantalla de este tamaño.
  • Rendimiento por debajo de lo esperado.
  • Calidad general de las cámaras muy justa.

moto g30 (Pantalla de 6.5" 90Hz, Qualcomm Snapdragon, sistema de cuatro cámaras de 64MP, batería de 5000 mAH, Dual SIM, Android 11), Negro [Versión ES/PT]

El teléfono ha sido cedido para las pruebas por Motorola . Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas .

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