La evolución del teléfono móvil ha supuesto que, un dispositivo inicialmente concebido para comunicarnos con nuestro entorno familiar y profesional, haya trascendido esa barrera, dotando a la comunicación de un carácter universal.
Con el móvil tenemos acceso a una ingente cantidad de información, realizamos transacciones comerciales y compras, nos ponemos en contacto con personas a las que no conocemos, pero con las que jugamos en línea, y además, no es un aparato aislado, ya que conecta con otros dispositivos para el intercambio de datos. En este artículo vamos a ver la tecnología que permite estas capacidades.
Evolución de las tecnologías de conectividad móvil
El sector de la telefonía móvil es uno de los más dinámicos en los últimos años. Los avances tecnológicos no paran de sucederse y, en pocos años, hemos pasado de soluciones de conectividad que ahora pueden parecernos primitivas, como el 1G de la década de los 80, a la última generación denominada 4G, basada en la tecnología LTE (Long Term Evolution).
Imagen | Wikimedia
En el camino han quedado estándares como GSM (2G), GPRS, UMTS (3G), HSPA, hasta llegar al momento actual, donde la tecnología 4G, basada completamente en el protocolo IP, supone la punta de lanza de todos los avances técnicos, con velocidades de conexión impensables hasta no hace mucho tiempo (100 Mbit/s en bajada y 50 Mbit/s en subida).
¿Qué es LTE?
LTE es un nuevo estándar de comunicaciones desarrollado por la 3GPP (3rd Generation Partnership Project), asociación que creó GSM y UMTS. LTE es la evolución de las actuales redes 3G y 3.5 G. LTE ha nacido para dar respuesta al constante aumento en el uso de datos móviles, juegos en línea, descarga de aplicaciones, televisión móvil, Web 2.0, etc.
LTE tiene varias características muy interesantes para usuarios y operadores de telefonía: tasas de transferencia elevadas y estables con baja latencia (retardos), es fácil de desplegar y evita la fragmentación por el tipo de duplexación.
Para nosotros, los usuarios, supone una mejor experiencia de uso, ya que toda nuestra actividad va ser mucho más fluida gracias a la velocidad y estabilidad de las conexiones . LTE puede alcanzar velocidades de pico de 173 Mbps de bajada y 86 Mbps de subida.
Que sea fácil de desplegar supone que los operadores no necesiten mucha inversión y pronto dispongamos de sus servicios en cualquier lugar. Con respecto a la tercera, la denominada fragmentación de terminales, LTE garantiza la compatibilidad, de forma que teléfonos adquiridos en cualquier mercado funcionen sin problemas en el nuestro.
La solución de Qualcomm: interfaz RF360
Dado que las tecnologías de banda ancha móvil han evolucionado, y el número de bandas de radio frecuencia utilizadas para implementar 2G, 3G y 4G LTE se han multiplicado (se estima que hay unas 40 bandas de radio frecuencia en este momento y su número continúa creciendo), la interfaz radio de los dispositivos móviles debe ser capaz de procesar las señales de entrada y salida de radio frecuencia para todas las bandas y modos de operación existentes.
Esto es un verdadero problema. Por citar un ejemplo, las bandas de frecuencia GSM son distintas en Europa que en Estados Unidos y Canadá. Para los fabricantes de móviles supone crear interfaces de radio frecuencia adaptadas a los distintos mercados. Para el usuario, que al aterrizar en un determinado continente o país, su móvil es incompatible con los operadores locales.
La solución de Qualcomm a esta situación es la interfaz RF 360, una solución que brinda soporte para redes 2G (GSM/CDMA), 3G (EVDO/UMTS/HSPA) y 4G (LTE y LTE Advanced), en el mismo móvil, utilizando menos componentes y con menor tamaño (hasta un 50% menos de grosor frente a los actuales modelos).
La interfaz Qualcomm RF 360 es la primera solución de la industria que cuenta con un rastreador de potencia envolvente para redes 3G y 4G, dispone de antena dinámica con sintonizador y un interruptor de potencia integrado.
Las ventajas de la interfaz RF 360 son obvias; para el fabricante de teléfonos móviles supone una disminución de costes, ya que sólo necesita una interfaz, con independencia de las peculiaridades de cada mercado, y para el usuario, que al llegar a cualquier aeropuerto del mundo puede llamar a su familia y decir que ha llegado bien, sin preocuparse de la compatibilidad con el proveedor local, y con cobertura bastante.
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