Nokia Lumia 720, análisis

Es una lástima. Es el principal comentario que se me ocurre tras evaluar durante días el Nokia Lumia 720, un smartphone que en muchos apartados es una propuesta fantástica del fabricante finlandés, y que con tan solo corregir un par de detalles hubiera ganado muchísimos enteros.

Pero vayamos por partes. El Nokia Lumia 720 es el perfecto miembro intermedio de la familia de nuevos terminales que se inició con el buque insignia de la firma, el 920, y que hace poco se completó con el sorprendente 520. Y como producto de gama media, el objetivo era conseguir un dispositivo equilibrado, algo que logran... en casi todo.

El Lumia 720 gana en ligereza

Lo primero que uno nota después de haber tenido en la mano el denso Lumia 920 es que su hermano pequeño ha logrado algo que le criticaba en cierta medida al terminal de gama alta de Nokia: se le ha puesto a dieta, y eso se nota de forma evidente en sus 128 gramos de peso y también en su grosor, de 9 mm.

Nosotros analizamos una unidad con la carcasa de color blanco y en un acabado brillante, pero Nokia vende también modelos en otros colores y con acabados mate. La elección del policarbonato como material clave de la construcción de la carcasa es para muchos distintivo de un gama media, pero como hemos comprobado, esos materiales también se utilizan en terminales tope de gama como el Galaxy S4 y muchos usuarios los prefieren por diversas razones, como el propio tacto o la ligereza de dichas soluciones.

Sea como fuere, lo cierto es que el policarbonato funciona. Quizás uno acaba con la pequeña sensación de que este Lumia parece casi de juguete --recuerda a los plásticos "indestructibles" de los juguetes de los más pequeños--, pero su ergonomía es fantástica, algo a lo que ayuda esa parte posterior ligeramente curva que es uno de los distintivos del diseño en toda la familia.

Sorpresas en el diseño unibody

Los ingenieros de Nokia han adoptado un diseño unibody en el que no obstante hay algunas sorpresas. La ranura para tarjetas microSIM que encontramos en la parte superior, y se combina con una ranura para tarjetas microSD que encontramos en el lateral izquierdo.

En ambos casos el acceso a ambas ranuras se realiza con el pequeño (y extrañamente elegante) accesorio que Nokia proporciona en la caja del Nokia Lumia 720, y mientras que la ranura microSIM es lógicamente imprescindible, yo diría que la ranura microSD es casi igualmente obligatoria, ya que la capacidad de almacenamiento de este dispositivo es de tan solo 8 GB.

En la parte posterior de este terminal nos encontramos con la cámara --de la que hablaré en detalle más adelante-- y con una parte baja en la que destacan el pequeño altavoz con forma circular. Este último está al lado de los tres contactos que se usan para cargar el Nokia Lumia 720 por inducción. Para aprovechar esta función, eso sí, es necesaria la compra de una carcasa opcional (además, claro, del cargador) que de momento no hemos visto a la venta y que tendrá un precio aproximado de 30 euros.

La parte frontal está como suele ser habitual absolutamente dominada por la pantalla, de la que hablaré más en detalle al comentar las especificaciones técnicas. Esta pantalla está únicamente acompañada de la cámara frontal en la parte superior (con el altavoz y el logo de Nokia) y de los tres botones capacitivos que son ya norma en los terminales basados en Windows Phone.

El último apartado que cabe destacar de ese diseño es la presencia en el lateral derecho de los botones de control de volumen, el de encencido/apagado y bloqueo, y el botón físico de cámara, que es sin duda todo un acierto para quienes quieran sacarle partido a esta función.

El conector microUSB en la parte inferior y el conector de auriculares de la parte superior (siempre he preferido esa posición que la inferior) completan una oferta que podríamos calificar de estándar en el mercado. Lo que no significa que el diseño del Lumia 720 sea decepcionante, ni mucho menos. Es un terminal que en este apartado vuelve a demostrar la capacidad de Nokia en temas de diseño y producción.

Una pantalla WVGA que engaña

Lo cierto es que sobre el papel la pantalla del Lumia 720 (cuidado, porque ese 720 no debe confundirse con las resoluciones 720p) es decepcionante. Diagonal de 4,3 pulgadas, panel IPS LCD, y, atención, resolución WVGA. O lo que es lo mismo, 480 x 800 píxeles (217 ppp de densidad de pantalla) que, repetimos, a priori parecen quedarse cortos.

Pero hay que hacer cuentas, y sobre todo, hay que ver la pantalla en directo. La tecnología ClearBlack hace mucho en cuanto al contraste de todos los elementos visuales, pero esa densidad de pantalla y ese tamaño justifican esa resolución casi tanto como los otros dos factores clave que Nokia ha tenido en cuenta para ese panel.

El primero, obviamente, es el precio, ya que este componente de gama claramente media ha permitido abaratar los costes de producción. El segundo, mucho más importante, es el del soporte que Microsoft daba a las pantallas de alta definición. Hace pocas semanas la empresa de Redmond anunciaba (por fin, dirán muchos) el futuro soporte de pantallas 1080p en estos dispositivos.

Eso lo explica todo. Hasta ahora las resoluciones 720p parecían reservadas a terminales gama alta, mientras que al bajar de escalafón nos encontrábamos con pantallas de resoluciones que han quedado algo obsoletas.

Pero como decimos, una cosa es afrontar esos datos sobre el papel y otra cosa manejar el terminal. Los píxeles se ven, y también --si uno se fija-- las líneas horizontales que recuerdan a las viejas televisiones. Pero la calidad de imagen y la definición, sin ser comparables a terminales equiparables en precio, son muy decentes, y si estábais preocupados por este apartado, no lo estéis. La pantalla de los Nokia Lumia 720 es, desde luego, solvente, con unos ángulos de visión fantásticos, y un equilibrio sobresaliente del brillo y contraste de todos los elementos visuales.

El gran pecado del Lumia 720, y su gran virtud

Los iPhone 5, Lumia 720 y Nexus 4 apilados

Si nos adentramos en el interior del Nokia Lumia 720 nos encontraremos en primer lugar con su procesador dual-core, un Qualcomm Snapdragon S4 Plus (MSM8227) a 1 GHz que está acompañado de una GPU Adreno 305. Ninguno de estos dos componentes puede presumir de potencia, pero sí de otro aspecto en el que luego volveremos a incidir: la eficiencia energética.

El rendimiento obtenido por este microprocesador es decente, y en las pruebas que hemos realizado queda claro que estamos ante un terminal de gama media. Así, en las pruebas de ejecución JavaScript con el test SunSpider el Lumia 720 acabó en 1.433 ms, por 937 ms del Lumia 920, 810 ms del HTC One y 909 del Samsung Galaxy S4. En otra prueba similar de FutureMark, Peacekeeper (que también evalúa el motor JavaScript) el Lumia 720 obtuvo 208 puntos por 300 del Lumia 920, 595 del HTC One y 508 del Samsung Galaxy S4.

Esas pruebas dependen mucho del navegador utilizado. En Windows Phone Internet Explorer es el referente, aunque hay alguna alternativa, pero al menos nos permiten comparar ese rendimiento con otras plataformas. Y aún así, hay que tomar esos datos como mera referencia y hacerlo con cierta perspectiva. Una prueba más específica de terminales Windows Phone es WP Bench, y en este benchmark el Nokia Lumia 720 obtuvo 178 puntos, por 229 del Lumia 920.

Acompañando a este procesador están sus ya mencionados 8 GB de capacidad, que afortunadamente podremos ampliar con hasta otros 64 GB si aprovechamos la ranura microSD que llega como agua de mayo en este terminal. Esa capacidad es por lo tanto salvable, pero junto a ella encontramos el gran problema (puede que el único) de este Lumia 720. La memoria RAM, de 512 MB, puede llegar a ser una barrera para sacarle el máximo partido a este smartphone.

Esa cantidad de RAM que era perfectamente aceptable hace un par de años es difícilmente asumible en 2013, cuando cualquier terminal de esa gama ha comprendido que 1 GB es un estándar que el mercado parece haber impuesto. Y con "el mercado" nos referimos principalmente a los desarrolladores, algunos de los cuales ni siquiera dejan aprovechar sus aplicaciones si contamos con menos de 1 GB de RAM.

Hay varios ejemplos hoy en día en Windows Phone Marketplace, la tienda de aplicaciones móviles de Microsoft. Juegos como Temple Run, Asphalt 7: Heat, Modern Combat 4 o el navegador Nokia Xpress precisamente disponen de ese requisito, y es de esperar que poco a poco vayamos viendo cómo más y más desarrollos imponen esa capacidad mínima de RAM.

Dejando a un lado este hándicap, nos encontramos con una característica que en buena medida equilibra la balanza. Se trata de la batería, de 2.000 mAh y que aun sin ser intercambiable (el diseño unibody tiene estas cosas) es una de las grandes protagonistas del Lumia 720. A ello contribuye, como venía comentando, ese procesador que precisamente por su "discreta" potencia contribuye a que el consumo del terminal sea igualmente discreto.

Eso permite que este terminal agote su batería de una forma aparentemente más lenta que muchos de sus competidores. En nuestras pruebas hemos hecho el mismo uso que en otros casos y que nos englobarían como un usuario estándar y hemos comprobado que la batería aguanta de largo un día sin problemas, llegando incluso a los dos días si hacemos un uso más comedido de sus posibilidades. Resulta casi milagroso llegar al final del día con la mitad de batería disponible en estos tiempos, pero el Lumia 720 cumple con creces en ese apartado.

PureView ayuda en la gama media

La cámara posterior del Nokia Lumia 720 cuenta con un sensor BSI de 6,7 Mpíxeles, objetivo Carl Zeiss y una apertura f/1.9. Las características técnicas son inferiores a las de los 820 y 920, y eso también se aprecia en la factura de las fotos.

Así, en condiciones de luz idóneas esas tomas son muy válidas, pero quizás se ven afectadas precisamente por la relevancia que PureView y las capturas de baja luminosidad. Es en ese apartado donde la tecnología de Nokia vuelve a resultar especialmente interesante, pero eso no quiere decir que en exteriores la calidad sea decepcionante. Es claramente superior a la media, y sin embargo al comparar con las tomas de un iPhone 5 ese sensor perdía lógicamente algunos enteros en cuanto al tratamiento de luz y los colores a nuestro juicio.

La cámara frontal disponible en estos smartphones dispone de un sensor de 1,3 Mpíxeles que tiene como característica destacada su objetivo gran angular que ayuda en las tomas. Al sacar retratos aprovecha la aplicación "Glam Me" que trata de "ponernos guapos" suavizando la toma, una técnica que se hace evidente y que acaba siendo un recurso que preferiríamos poder desactivar.

La grabación de vídeo con el Lumia 720 desde la cámara posterior es igualmente aceptable y ofrece grabación 720p, buen autoenfoque y buena calidad en general, aunque de nuevo al comparar con una cámara como la del iPhone 5 y su soporte de resoluciones 1080p el sensor de Apple vuelve a marcar la diferencia. La comparación es algo injusta teniendo en cuenta que el terminal de Cupertino es un gama alta, pero es una buena forma de dejar claro que la capacidad del Lumia 720 es la que es, aunque no desmerezca en absoluto al terminal.

Mención especial merece el botón físico del smartphone dedicado a la cámara. Aunque en modo cámara al tocar en cualquier punto de la pantalla realizaremos la toma, resulta mucho más adecuado depender del botón físico de uno de los laterales, que además funciona como los botones clásicos de las cámaras convencionales, con dos posiciones según la presión (enfoque y disparo). La respuesta de este botón de disparo es fantástica y es sin duda una de las características que destacan al utilizar el Lumia 720 en modo cámara de fotos.

El software del Nokia Lumia 720

La apuesta de Nokia por la plataforma móvil de Microsoft es de todos conocida, y Windows Phone 8 vuelve a mostrar tanto sus luces como sus sombras. Su fluidez y su interfaz, perfectas para no complicarnos la vida, son de nuevo valores clave que se confirman en el 720, que mueve ese sistema sin problemas.

De hecho, esas luces y sombras de las que hablábamos no son culpa de Nokia, que poco tiene que decir ante las decisiones de Microsof. Por ejemplo, la molesta limitación (o prohibición) de que no haya alternativas en cuanto a teclados en pantalla, como sucede en iOS, algo que se contrarresta con una interfaz Metro que sigue brillando por su originalidad.

Donde sí que Nokia tiene voz y voto es en la presencia de aplicaciones nativas en su terminal, y aquí nos encontramos con algunas sorpresas. El software que acompaña a la cámara es bastante básico, pero es que a esas opciones se le suman un buen puñado de modos (lenses) de disparo que podemos descargar y que incluyen las tomas panorámicas, las tomas que luego se integran en Photosynth o los modos con todo tipo de filtros artísticos.

Sin embargo, también encontramos la inclusión de Here Drive en lugar de Here Drive+ Beta, que sí está incluido (curiosamente) en los Lumia 620. Mientras que la versión de los Lumia 720 es más básica y permite solo disfrutar de mapas en la región en la que activamos nuestra SIM, en Here Drive+ Beta contamos con navegación en cualquier región que queramos usarla. Nokia ya ha indicado que ofrecerán esa versión en el futuro, pero será una alternativa de pago.

Por lo demás, contamos con un catálogo software que sigue creciendo día tras día y que cada vez está más en línea con lo que se espera de una plataforma que quiere competir con iOS y Android.

Conclusiones

Como indicaba al principio, el Lumia 720 me produce cierta decepción por esas decisiones que Nokia podría haber enmendado con bastante facilidad. Sobre todo en el tema de la memoria RAM, porque en todo lo demás nos encontramos con un smartphone muy solvente, con un excelente diseño que corrige muchas de las cosas que se le criticaban al Lumia 920 y con una autonomía de batería claramente destacable.

La pantalla tampoco decepciona a pesar de su aparente calidad media, y desde luego este smartphone es en mi opinión --y salvo que Here Drive+ Beta sea algo especialmente clave para el usuario-- más interesante que el Nokia 620 e incluso que el 820.

Así pues, el Nokia Lumia 720 es una alternativa perfecta para todos los fans de Windows Phone 8, y con un precio que ronda actualmente los 280 euros en tiendas online nos encontramos ante un smartphone competitivo que no defraudará a quienes lo elijan.

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