El Mobile World Congress de Barcelona, el mayor evento de telefonía y conectividad del mundo, está a la vuelta de la esquina. Como todos los años, será el escenario elegido por los grandes fabricantes para mostrar al mundo sus nuevos smartphones, aunque siempre hay hueco para hablar de los nuevos avances en redes móviles, y si hay una red que será omnipresente en esta edición será el 5G.
Hemos hablado de esta red en infinidad de ocasiones y sus casos de uso van más allá de los móviles. Los coches y las ciudades conectadas están también entre los planes del 5G, y Telefónica y SEAT nos darán un adelanto de lo que podemos esperar.
Tres casos de uso del 5G aplicado a la conducción
Telefónica y SEAT sacarán dos vehículos a la calle (un SEAT Ateca y un SEAT Arona) para poner a prueba lo que son capaces de hacer cuando están conectados. Dichos vehículos han sido modificados para ofrecer avisos al conductor y equipados con la tecnología de Ericsson y Qualcomm Technologies para comunicarse con su entorno (a saber semáforos, señales, otros coches, etc), que también ha sido conectado.
Para llevar a cabo el experimento, los coches han sido equipados con C-V2X (Cellular Vehicle to Everything), una tecnología que les permite comunicarse con los elementos a su alrededor. A eso se le suma el Edge Computing, un sistema de procesamiento de datos que permite la comunicación entre dispositivos con una menor latencia.
El primero de los casos de uso será la detección de un peatón en un paso de cebra. Para ello, el semáforo usará una cámara térmica para detectar al peatón y avisará a los coches. El segundo será la detección de un ciclista. Para ello, la bicicleta irá equipada está conectada y geolocalizada y enviará esa información a los vehículos, que avisarán al conductor en caso de una posible colisión.
Algo similar será el tercero, cuyo escenario es el de un coche parado en una carretera con baja visibilidad. El coche estará quieto con las luces de de emergencia activadas y avisará al resto de vehículos que se aproximen mediante una interfaz de comunicación directa. De esa forma, el conductor puede saber que hay un vehículo parado en la calzada para extremar la precaución.
Aun así, al 5G todavía le queda un largo camino por delante. Las ciudades deberán equiparse con las antenas e infraestructura necesarias para que pueda implantarse con seguridad, y eso conlleva una inversión que no será baja. Posiblemente todavía tardemos un año o dos en tenerlo entre nosotros, aunque el Mobile World Congress nos servirá de antesala para ver algunas de esas novedades que todavía están por venir.
Más información | Telefónica
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