Mejorar la cobertura y gestión del Wi-Fi sin complicarse con repetidores ni sistemas mesh
Configuración avanzada y gestión sencilla gracias a los ajustes del router, incluso desde el móvil
Cada operador suele ofrecer sus propios routers con las tarifas de fibra. Algunos tienen Wi-Fi 6, los más modernos incluyen Wi-Fi 7, puertos USB... Y solo hay una manera de tener un router adaptado a las necesidades de cada persona: comprarlo. Es justo lo que hice yo para aprovechar al máximo la conectividad en mi casa.
Problema: no me llega bien el Wi-Fi. En mi casa trabajamos desde el despacho y necesitamos una conexión fiable, estable y rápida. La estancia queda algo lejos del comedor, que es donde tengo colocado el router. Y el que me brindó mi operador no terminaba de ofrecer la cobertura inalámbrica que necesitaba.
El ordenador de sobremesa está conectado por cable, mi portátil acostumbro a dejarlo en Wi-Fi. Como no me gusta trabajar siempre desde el mismo sitio, necesitaba un punto de acceso inalámbrico que tuviera la suficiente potencia como para dar conexión allá donde llevara el portátil, incluso al jardín. No quise pelearme con redes mesh ni repetidores, así que elegí un router Wi-Fi con suficiente potencia de señal.
¿Qué hago con el router del operador? En mi caso, tengo un router con punto de acceso y ONT incorporados, por lo que necesitaba algo similar para sustituir por completo el dispositivo que venía con mi tarifa. Existen routers libres con todo incluido, aunque yo opté por usar el de mi operador como ONT y delegar las tareas de punto de acceso en mi dispositivo comprado (obtener la contraseña PPPoE no es sencillo). Elegí un Asus porque aprecio la gran cantidad de opciones que ofrece esta marca.
Opté por usar el primer router como ONT y conectar el comprado al primero mediante su WAN y cable RJ-45. Tengo dos NAT independientes, pero no se llevan mal. Y las ventajas son notorias: desde tener más puertos Ethernet (puedo aprovechar siete de ellos sumando los de ambos routers) a una configuración súper detallada de la conectividad inalámbrica. Además, Asus ofrece una app móvil que permite gestionar sus routers desde cualquier parte. Me encanta.
Muchas más ventajas que inconvenientes. Tener dos routers a la vez es un incordio, configurar la red no fue sencillo. Ante estos problemas, lo que obtengo a cambio bien vale el esfuerzo: la calidad de mi router comprado es mucho más alta que la del que proporciona el operador.
No hace falta gastarse demasiado dinero en un router de gama alta: uno bien equipado y que no supere los 100 euros puede sobrepasar a la mayor parte de dispositivos de operador. Bajo mi experiencia, les encuentro las siguientes ventajas:
- La configuración suele ser mucho más completa. Los ajustes avanzados del router del operador suelen ser amplios, pero no quedan tan accesibles, sencillos y extensos como los de un buen router de marca.
- Mejor calidad Wi-Fi. Con el dispositivo ajeno hay que conformarse con la potencia y tecnología Wi-Fi que venga de serie, elegir uno propio borra este problema. Para mí es el factor diferencial.
- La gestión del tráfico y de las capacidades es mucho mejor. En mi caso, utilizo la aplicación de Asus para administrar en todo momento el entorno de red. ¿Que voy a jugar, por ejemplo? Puedo activar el modo juego en segundos y sin tener que entrar al router. Súper práctico.
- Seguridad y privacidad potenciadas. Este punto es susceptible de variar dependiendo de la marca y el modelo. En el caso de Asus, el fabricante suele mantener actualizado sus routers contra las vulnerabilidades recientes. Además, incluye distintos supervisores de uso, incluso con filtros para las apps conectadas a la red Wi-Fi.
- Más puertos. Los puertos USB me dan la vida: los utilizo para conectar el disco duro y tener un centro multimedia accesible a cualquiera de mis dispositivos conectados. Es raro que los routers de operador incluyan puertos USB, también pueden ver limitado el número de conectores RJ-45.
- No tengo que devolverlo. El router que brinda el operador es un préstamo que ha de devolverse cuando se termina el contrato. El que he comprado yo me durará años al pie del cañón y podré utilizarlo independientemente de la tarifa de fibra que tenga.
A grandes rasgos, así quedan las diferencias básicas entre usar un router de operador y uno propio o neutro.
|
Router del operador |
router libre |
|
|---|---|---|
|
Control de red |
Limitado |
Total |
|
Rendimiento WiFi |
Ajustado |
Mucho más personalizable |
|
Privacidad |
El operador puede acceder |
Solo el usuario lo controla |
|
Seguridad |
Actualizaciones lentas y remotas Barreras para ajustar parámetros avanzados |
Dependiendo del modelo, puede tener actualizaciones frecuentes Control total de los parámetros avanzados |
|
Compatibilidad |
Limitada y principalmente con su red |
Multiplataforma |
|
Funcionalidades |
Limitadas |
Avanzadas (VPN, QoS, Mesh...) |
|
Coste a largo plazo |
El coste de un buen router eleva el precio de la tarifa Hay que devolverlo |
Compra única que aguanta muchos años |
Antes de comprar, toca valorar. Lo que para mí son ventajas quizá no supongan tanta importancia para otra persona. Adquirir un router neutro implica un desembolso económico y cierto esfuerzo de configuración. Y, dado que el uso habitual suele cubrirlo cualquier router de operador, a menudo lo más sensato es quedarse con lo que viene de fábrica.
Imagen de portada | Montaje con fotos de Iván Linares
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