Es la historia de siempre en muchas casas, y que también me sucedía en la de mis padres: el WiFi vuela en la habitación donde está el router pero en cuanto te vas al salón o al dormitorio más alejado, la conexión se arrastra. Hay soluciones como los repetidores, los populares PLCs u otras alternativas caseras como cablear la casa o utilizar un viejo router. En mi piso, no quise complicarme la vida: en apenas cinco minutos tenía un mapa de calor de mi WiFi que me ayudó a resolver el problema.
La herramienta. Para esta misión he usado la app «WiFi Analyzer and Surveyor», disponible gratis en Play Store. Aunque hay muchas apps que miden la potencia de la señal, elegí esta proque su modo "Surveyor" permite hacer exactamente lo que buscaba: crear un mapa de calor visual sobre un plano de mi propio piso.
La preparación. Antes de empezar, solo necesité una cosa, nada baladí: el mapa. No hace falta que sea un plano de arquitecto; yo hice un boceto rápido en Paint, pero sirve (de hecho, es ideal) un dibujo digital más elaborado o una foto del plano físico. Lo importante es que presente la distribución del hogar. Y una vez lo tuve, le hice una foto para que se guardase como una imagen en mi móvil Android.
Instrucciones muy sencillas para empezar a medir la señal
El mapeo. El proceso es muy sencillo e incluso entretenido. Dentro de la app, basta con tocar en la pestaña "Surveyor" para cargar posteriormente la imagen del plano. Luego, me situé físicamente al lado del router y toqué en ese punto exacto del mapa. ¿Qué ocurre? Que la aplicación registrará ahí la máxima potencia.
El antes y el después
A partir de ese momento, solo hay que andar por casa. En cada habitáculo, conviene detenerse y marcar un nuevo punto. La app irá midiendo la señal (en dBm) en cada sitio y dibujando un rastro de puntos de colores. Caminé desde la habitación por el pasillo, entré en los dormitorios y, por supuesto, recorrí el salón, la zona cero de mis problemas. En pocos minutos, había cubierto toda mi casa.
El diagnóstico. Aquí es donde llega la magia. Al terminar, la app me devolvió el mapa de calor. El amarillo intenso significa señal perfecta; el verde, una señal decente; y el azul, una conexión débil o inexistente.
En el salón, la cobertura cae en picado. Además, el mapa muestra una "sombra" de señal muy marcada justo detrás de un espejo de la entrada, confirmando que actuaba como una barrera. Ya no era una suposición, era un hecho visible: el problema no era solo la distancia, sino los obstáculos.
Los dos modos de visualización del mapa, una vez realizado
La solución. Con el diagnóstico en la mano, mi solución fue eficaz. En lugar de poner un repetidor en el salón, coloqué el router en el pasillo, justo antes de la zona donde la señal empieza a debilitarse. De esta forma, tengo buena conexión y llega hasta el salón, eliminando casi por completo las zonas de colores distintos al verde. El resultado: ahora tengo cobertura decente en todos los rincones.
En este caso, mi solución ha sido posible gracias a que mi operadora utiliza dos equipos diferenciados: ONT y router. El ONT no pude cambiarlo de sitio por motivos obvios (debería hacer obra para que la fibra entrase por otro lado), así que compré un Ethernet lo suficientemente largo (ya tocará esconderlo) para llevar el router lejos.
Dejar de intuir y pasar a medir ha sido clave. En mi anterior casa, probé y probé distintas soluciones, y aunque me arreglaron los problemas de cobertura, les encontraba otras pegas. Con esta aplicación, he podido detectar los puntos débiles de mi hogar para así asegurar una conexión estable en todas las habitaciones, y sin necesidad de gastar apenas nada.
Imagen de portada | Pepu Ricca para Xataka Móvil
En Xataka Móvil | Cómo extender la red WiFi de tu casa sin gastar mucho dinero
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