Router de operador vs router comprado: cuál es más rápido y cómo configurarlo

El router pasa por ser el dispositivo fundamental de nuestro hogar, al menos en todos los relacionado con el hogar conectado y la conectividad a Internet. Hablamos de la puerta de entrada al mundo exterior de ordenadores, consolas, equipos de audio, electrodomésticos, Smart TV, teléfonos móviles... Todo pasa por el router y de ahí la importancia de contar con el modelo adecuado.

Lo normal es que la mayoría de los hogares tengan como único dispositivo el router que le regala la operadora. Lo habitual es que estos equipos que "regalan" (lo correcto sería decir ceden o alquilan) sean modelos básicos que están preparados solo para soportar los servicios contratados, por lo que no ofrecen acceso a características extra. Por eso, en muchos casos, los usuarios se deciden también hacerse con un router neutro, que sirva como sustituto del router de la operadora o para gestionar las conexiones Wi-Fi de casa. Y en este caso artículo a ver cuál puede ser el más aconsejable.

¿Router de operadora o router neutro?

Lo habitual es que en nuestro hogar, sea el router de la operadora el que se encargue de todas las conexiones de casa. Todos los dispositivos del hogar, incluidos todos los de la gama IoT (luces, enchufes, sensores...) pasan por un dispositivo que a veces no está preparado para gestionar un elevado número de conexiones.

Todo funciona correctamente, hasta que comienza a dar fallos en forma de cortes, caídas en la velocidad, saltos durante la reproducción de streaming... y en ese momento surge la pregunta ¿Es suficientemente bueno el router que me ha instalado de serie mi operadora o sería conveniente cambiarlo por una alternativa mejor?

Hay que tener en cuenta que el objetivo básico del router que nos regala nuestra operadora de telefonía es dar cobertura a los servicios que hemos contratado. En función de nuestra tarifa, y del pack que hemos contratado, tendremos un router con mejores o peores prestaciones.

El vetusto HGU de Movistar

Así, por ejemplo, si lo que tenemos en casa es un ADSL básico, lo normal es que tengamos un router con conectividad muy limitada, y con escasa potencia. De hecho, debido a la poca velocidad que tiene nuestra conexión, lo más habitual es que ese modelo cuente con unos puertos que no superen los 100 Mbps y en la interfaz WiFi que con suerte será de tipo N a 150 Mbps.

Si por lo contrario nuestra conexión es de fibra, puede que tengamos la suerte y nuestra operadora nos facilite un router con WiFi 6. De hecho Pepephone, Orange, Jazztel o Digi ya lo ofrecen con sus tarifas de más de 600 Mbps sin que sean excesivamente caras. Lo normal es que estos router, si no tienen WiFi 6, si que tengan WiFi 5 y cuenten con puertos Gigabit que ofrecen una velocidad superior.

Por lo tanto, a la hora de afirmar si es más rápido un router de operadora o uno neutro, no hay una respuesta clara. Depende del dispositivo que nos haya instalado la empresa y del que tengamos pensado comprar.

¿Me sirve el router de mi operadora?

En este punto puede surgir la pregunta ¿Es entonces el router de mi operadora suficientemente bueno?. Pues todo depende del uso que vayamos a darle, de los servicios digitales a los que accedamos y sobre todo de cómo se comporte en el día a día.

Si por ejemplo, nos permite ver sin problema las plataformas en streaming a la calidad que le demandamos (imaginemos 4K con HDR) y lo hace sin cortes o saltos o nos permite jugar sin lag y gestionar sin fallos los dispositivos conectados, aunque estos sean numerosos, puede que con este ya tengamos bastante y no sea necesario realizar una inversión adicional.

Si por el contrario y a pesar de tener contratada una buena conexión con nuestro ISP, sufrimos problemas de cortes frecuentes en la Wi-Fi, baja velocidad de acceso a Internet, poco radio de cobertura inalámbrica, cuelgues ocasionales del propio router... quizás sea el momento de hacernos con un router neutro más potente.

Si en pleno 2023 estás pensando en hacerte con un router para reemplazar al que tienes en casa o para que se encargue simplemente de gestionar las conexiones, lo ideal es comprar un modelo con WiFi 6 (antes conocido bajo el nombre de protocolo 802.11ax) y valorar otras prestaciones como son que tenga 3 o 4 puertos Ethernet Gigabit libres que nos permitan mover grandes cantidades de datos por la red local y aprovechar los equipos más potentes.

También podemos valorar que tenga conectividad extra en forma de puertos USB 2.0 o 3.0 por si queremos compartir contenidos en streaming con todos los equipos de la red con sólo conectar una memoria USB al router. Incluso, buscar un router que funcione como un cliente de esta red P2P o para montar un servidor FTP.

Incluso podemos valorar un router que sustituya al de la operadora y para ello es fundamental un concepto del que ya hablamos: el ONT. Si el router de nuestra operadora lleva el ONT integrado, que suele ser lo más normal, no las vamos a ver y desear para reemplazarlo por un router neutro, porque no es habitual que nuestra operadora nos facilite los datos necesarios y además tendremos que encontrar el ONT adecuado en cada caso.

Si por el contrario tenemos fibra indirecta, tendremos un ONT independiente del router principal, por lo que podemos configurar el router que compremos con los valores que nos facilite la operadora (Digi lo hace) y conectarlo al ONT que tenemos en casa en lugar del router de la operadora.

Este segundo caso es el ideal para reemplazar el router de la operadora por uno neutro. Pero si no es posible, siempre podemos usar un router neutro para que sea el encargado de gestionar las redes de casa. En este apartado basta con conectar ambos dispositivos por cable y anular las redes Wi-Fi de la operadora para que sea el router que hemos comprado el que se encargue de gestionar todas las conexiones de los dispositivos que tenemos asociados.

Si no podemos eliminar el router de la operadora, podemos buscar uno más avanzado que se encargará de gestionar una parte de la red local interna dejando el router de la operadora como nodo central y para dar salida a Internet

Si por ejemplo el router de la operadora presentaba fallos y ofrecía una mala experiencia de usuario con errores como los que hemos visto antes, un router más potente puede ser la solución. El mercado de modelos libres ofrece soluciones para todos los bolsillos con precios asequibles hasta equipos de más de 400 euros. Obviamente, precio y prestaciones van de la mano, también en los routers libres.

La clave está en la interfaz

Además, un router aparte de ser más o menos potente, también debe tener una interfaz que nos permita jugar con el mayor número de opciones posible. Por regla general, los router de las operadoras ofrece una interfaz muy limitada, que nos permite alterar solo algunos aspectos en relación a los servicios que tenemos contratados, mientras que otros no pueden ser cambiados.

Frente a estos, lo normal es que el router que compramos libre incorpore una interfaz de usuario sencilla de usar pero potente que nos permita configurar los parámetros básicos más habituales (como contraseñas, apagar y encender la WiFi, cambiar los canales de frecuencia y la potencia, etc.) pero también otros avanzados y además presentarlos de forma que no nos perdamos para cambiar los valores.

Lo normal es que el router libre tenga más opciones de configuración, pero no es una verdad absoluta y por ejemplo, el router HGU de Movistar tienes más opciones que mi router de Xiaomi

Llegados a este punto, a la hora de configurar un router, todo depende de la marca, el modelo o incluso de la operadora en cuestión, pero hay mucho en común. Lo habitual es que tanto sea un router de operadora como libre, simplemente al enchufarlo nos ofrezca una fórmula que mediante un guiado paso a paso nos permita añadir todos los parámetros necesarios, de los nombres de la red Wi-Fi, a las claves de red pasando por el usuario y la contraseña de acceso. Puede variar la forma en la que se presentan, pero las opciones son las mismas.

Incluso algunas marcas como Xiaomi, permiten el uso de aplicaciones para móviles que ayudan en el proceso de configuración. Todo depende de la marca y el modelo.

En definitiva, todo depende del uso que vayamos a darle al router, que es lo que determinará si el que ofrece nuestra operadora es suficientemente bueno o si por el contrario, necesitamos un router independiente que sea el que se encargue de gestionar todas las conexiones de casa.

Pese a que todo depende de las circunstancias, nuestra recomendación es que incluyas tu propio router en la red doméstica de tu casa: como norma general será mucho más personalizable y tendrás mayores opciones de aumentar la cobertura y las velocidades de transferencia. Aun así, si el router de tu operadora ya cubre tus necesidades, lo mejor es que no inviertas más dinero: seguramente las mejoras que obtengas no te merezcan la pena

Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com

VER 5 Comentarios

Portada de Xataka Móvil