Tras probar decenas de aplicaciones fotográficas mi preferida es una con más de 9 años de antigüedad: Snapseed

Pese a las enormes posibilidades que concede el tener una máquina con el nivel de sofisticación de un teléfono móvil en el bolsillo, confieso en que para mí el mayor potencia ha sido siempre el fotográfico. Desde el primer smartphone que tuve siempre busqué obtener, al menos, mejores cámaras a costa de sacrificar algunas veces potencia, otras veces autonomía.

Me refiero específicamente a los smartphones porque antes de ellos no podía editar las fotografías en el móvil y tenía que acudir a un dispositivo externo, pero eso hace mucho que ocurre. Desde mi primer HTC Hero he editado mis fotografías en el móvil, y desde entonces he probado decenas y decenas de apps en busca de la que mejor se adapte a lo que busco, y desde hace ya varios años puedo decir, sin lugar a dudas ni temor a equivocarme, que mi favorita en casi todos los aspectos de todas ellas es Snapseed.

He probado muchas, muchísimas, y prefiero Snapseed

Como he dicho, durante los años que llevo en el mundo Android he podido probar una gran cantidad de editores de fotografía para móviles y, por supuesto, todas las apuestas de los gigantes. Hay que tener en cuenta que en Android tenemos pesos pesados como las propuestas de Adobe, que tiene adaptados tanto su Photoshop (en la forma de Photoshop Express y alguna que otra iteración) como su Lightroom.

También he probado propuestas de pago que ahora yacen olvidadas en mi biblioteca de aplicaciones de mi Google Play Store, e incluso he ido probando otras apps distintas como las que te permiten añadir efectos y otras más locas. Al final de todo, lo que me ha ganado es la sencillez y la potencia de Snapseed, una aplicación que es y siempre ha sido gratuita y a la que creo que nunca se le ha dado el gran crédito que merece.

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Snapseed: nueve trucos para aprovecharlo al máximo y editar tus fotografías

Es justo reconocer que durante algún tiempo pertenecí al equipo VSCO, principalmente porque sus presets son realmente deliciosos y se han acercado muchísimo a la experiencia que siempre he tenido con el Lightroom de mi ordenador personal, pero finalmente lo he apostado todo a Snapseed. La razón es que se trata de una de las apps más completas que podemos tener en el móvil para edición fotográfica.

Con Snapseed obtienes las funciones básicas como los ajustes de niveles, la posibilidad de adaptar brillos y contraste o las curvas de iluminación. Funciones, como he dicho, básicas que se unen a otras como los recortes y los giros, como el balance de blancos. También tenemos presets en Snapseed, no os creáis, y bajo la pestaña "Diseños" los encontramos a todos. Pero el potencial de la app está en Herramientas, en los ajustes manuales.

Es en esta pestaña donde encontramos todos los ajustes básicos, que también suelen dividirse en otros ajustes menores cuando ya estamos en la ventana de edición. También tenemos el quitamanchas, una herramienta basada en inteligencia artificial que funciona realmente bien dadas las limitaciones propias de la misma, y que manejada con cuidado (y algo de experiencia) puede ayudarnos a limpiar fotografías de una forma espectacular.

Y cómo no, con Snapseed también podemos editar fotografías en formato RAW. Comentó mi compañero Cosmos hace años que "para muchos, Snapseed es el mejor editor fotográfico profesional que hay actualmente disponible para nuestros dispositivos móviles" y yo voy más allá, considero que sigue siéndolo a día de hoy, más de 6 años después y tras soportar la irrupción de los auténticos gigantes del sector.

La app era independiente y fue comprada por Google hace años, potenciada desde entonces y mi app de cabecera desde hace ya bastante. Pero no sólo en Android, ojo, también lo es en el iPad y eso ya es mucho decir. ¿Y lo mejor de todo para los que se animen a probarla? Que es completamente gratuita. Si esta reflexión personal os ayuda a descubrir Snapseed, habrá servido para algo.