Pagas por velocidad real y compruebas que alcanzas la velocidad contratada, pero no está garantizada por tres motivos
¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de pagar por 600 Mbps o 1 Gbps, tu conexión parece rendir menos de lo esperado justo en el momento clave? Has ejecutado un test de velocidad que certifica la cifra exacta contratada, pero a la hora de la verdad, durante esa descarga masiva o la partida online, la experiencia es diferente.
La fibra óptica hasta el hogar (FTTH) se vendió como la solución definitiva a la lentitud del antiguo ADSL, ofreciendo una velocidad real y garantizada que antes era impensable.
Lo cierto es que la fibra es, efectivamente, la mejor tecnología de acceso a Internet disponible para el consumidor, pero su principal característica esconde un matiz fundamental. Lo que muchos operadores no explican es que la arquitectura de la red está diseñada para compartir recursos, lo que convierte tu velocidad máxima en un techo teórico y no en una promesa constante. Y entender este mecanismo es crucial para saber qué puedes esperar de verdad por tu dinero.
Arquitectura GPON: la base de un ancho de banda compartido
Para entender por qué la velocidad no se mantiene, hay que mirar bajo el capó de la infraestructura que la mayoría de operadores utiliza: la tecnología GPON (Gigabit Passive Optical Network).
El sistema GPON se sustenta en tres pilares: la OLT (en la central del operador), el ONT (el router de fibra en tu casa) y, lo más importante, los splitters o divisores ópticos pasivos. Estos divisores no tienen electrónica ni consumen energía; simplemente cogen la señal luminosa que sale de una única fibra y la replican. Los ratios más habituales son 1:32 o 1:64, lo que significa que una sola fibra troncal se divide para dar servicio hasta 32 o 64 hogares simultáneamente.
Esta división física tiene una consecuencia directa e inevitable: el ancho de banda total del puerto GPON, que es de aproximadamente 2,5 Gbps de bajada y 1,25 Gbps de subida, debe ser repartido entre todos esos usuarios conectados al mismo punto de la red. Si 32 vecinos están usando internet a la vez, el ancho de banda potencial de cada uno se reduce drásticamente. Lo curioso es que el sistema funciona bien la mayor parte del tiempo, pero esta es la primera y principal razón por la que tu velocidad máxima no puede ser constante: es un recurso que se comparte con toda tu vecindad.
Sobrecontratación y la gestión dinámica del tráfico
Si la velocidad se comparte, ¿por qué los operadores venden velocidades que, al sumarse, superan con creces la capacidad total del puerto GPON? Esto nos lleva al concepto de Oversubscription o sobrecontratación.
Los operadores no dimensionan la red para que 32 usuarios puedan usar su 100% de 1 Gbps a la vez, porque saben que estadísticamente eso nunca ocurre. El consumo promedio de un hogar es sorprendentemente bajo, por debajo de 5 Mbps a lo largo de 24 horas. Por lo tanto, se aplica un ratio de sobrecontratación. Un ratio 100:1, por ejemplo, implica que por cada 100 clientes de 1 Gbps solo se invierte en 10 Gbps de capacidad real, ya que se asume que solo una fracción muy pequeña de usuarios estará exprimiendo su conexión a la vez.
Para gestionar este ancho de banda compartido de forma eficiente, GPON utiliza el sistema DBA (Dynamic Bandwidth Allocation). Este mecanismo ajusta dinámicamente la asignación de velocidad según la demanda en intervalos de microsegundos, priorizando el tráfico más sensible (como la voz por IP) sobre el tráfico residencial genérico, que es catalogado como de "mejor esfuerzo" (Best Effort). En la práctica, esto significa que cuando la red empieza a llenarse, tu descarga o tu streaming pierden velocidad para garantizar el correcto funcionamiento de servicios prioritarios, confirmando que tu conexión es un invitado en un sistema de prioridades.
La hora punta: el enemigo real de tu velocidad
Si hay un momento en el que el efecto de la compartición se hace palpable, es durante las llamadas horas punta, que suelen ir de las 7 de la tarde a las 11 de la noche.
Durante este periodo, la mayoría de los vecinos están conectados simultáneamente: uno con streaming en 4K, otro jugando online, un tercero en videollamada y un cuarto descargando una actualización. El tráfico agregado en el puerto PON se dispara, agotando la capacidad compartida. Es en este punto cuando la sobrecontratación y el sistema DBA entran en acción, repartiendo la capacidad limitada. La velocidad real percibida cae para muchos usuarios, ya que el sistema tiene que hacer malabares para mantener un servicio aceptable para todos, sacrificando el máximo rendimiento individual.
Además de la red compartida con tus vecinos, no hay que olvidar las limitaciones aguas arriba. La OLT (el equipo activo de la central) debe tener una conexión de backhaul (la autopista que la conecta con el núcleo de Internet) de suficiente capacidad para evacuar el tráfico de, potencialmente, cientos de hogares a los que da servicio. Este es otro posible punto de congestión que, aunque menos visible, también puede actuar como un cuello de botella.
XGS-PON: la evolución que promete acabar con el colapso
La naturaleza compartida de GPON es una elección de diseño que buscó el equilibrio perfecto entre costes de despliegue y un rendimiento notablemente superior al ADSL. Tener una conexión de fibra totalmente dedicada y punto a punto es técnicamente posible, pero su coste (cercano a los 1.000 euros mensuales) lo hace prohibitivo para el mercado residencial.
Conscientes de que GPON está llegando a su límite para las crecientes demandas de 4K, 8K, cloud gaming y trabajo remoto, los operadores están empezando a migrar a XGS-PON como Orange y Digi. Esta es la evolución lógica de la tecnología de fibra y ofrece velocidades simétricas de 10 Gbps (unos 8,5 Gbps reales).
Al multiplicar la capacidad del puerto PON por cuatro, los ratios de sobrecontratación son mucho más holgados. Esto garantiza que incluso los clientes que contratan 1 Gbps o 2 Gbps puedan mantener esas velocidades de forma sostenida, ya que "no hay colapso" en las horas punta por la simple razón de que la capacidad a repartir es inmensamente mayor.
La velocidad máxima que tu operador te promete es completamente real, pero solo es la velocidad de tu conexión en un test. Es el máximo teórico. En la práctica, estás pagando por un recurso excelente, muy superior a cualquier alternativa, pero que por su diseño y su coste accesible, está inevitablemente compartido con tus vecinos.
En Xataka Móvil | Preguntas y respuestas sobre instalación de fibra.
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 0 Comentario