Parece que HTC ha decidido que su interfaz Sense sea la marca de la casa, comenzó tímidamente con ella para "ocultar" al vetusto Windows Mobile en forma de lo que por aquel entonces se denominaba Touch Flo y se reencarnó dándole un aspecto distinto al novedoso Android en el Hero e incluso en el situado más bajo en la gama HTC Tatoo.
Ahora ha decidido colocar Sense en teléfonos de gama media-baja y nos presenta el HTC Smart, que funciona con un sistema operativo desarrollado por Qualcomm y denominado BREW.
Por lo que vemos en las imágenes se asemeja bastante al Touch 2 del que calca prácticamente sus dimensiones (104x55x12,8 mm) y peso (108 gramos). Si hablamos de memoria y procesador ya vemos que no es un "superteléfono", con procesador a 300 Mhz, 256 MB de ROM y 256 MB de RAM. La pantalla es de 2.8 pulgadas y resolución QVGA.
En cuanto a conectividad tenemos dos de cal y una de arena, con HSDPA disponiendo de Bluetooh 2.0 pero no de WiFi. Si hablamos de multimedia tenemos conector de 3,5 mm para auriculares, al fin HTC olvidó su conector propietario, la cámara es de 3 megapíxeles, sin autofocus pero con flash. Y podemos expandir el almacenamiento con tarjetas micro SD.
La batería es de 1100 mAh, que para un teléfono de esas características y comparando las que equipan otros con más renombre no está nada mal.
Una opción más para elegir y que desde luego parece una maniobra dirigida a que cuando todos veamos un HTC lo identifiquemos como tal, independientemente del sistema operativo que corra debajo de Sense, les habrá sido duro renunciar a ello en el Nexus One...
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