Huawei ya no necesita tener el mejor chip para competir. Su verdadera arma secreta es otra y está justo en el software

Huawei salió de los infiernos a pesar de los vetos estadounidenses. Lo ha conseguido con la vuelta de sus smartphones 5G, impulsados por unos chips Kirin de cosecha propia que molestaron en un inicio a Estados Unidos. Supimos que, ante la falta de maquinarias modernas por las restricciones comerciales, el gigante chino está exprimiendo las que todavía poseía junto a socios nacionales. Sin embargo, en el último año, los avances litográficos y de rendimiento han sido más bien escasos. Pero pronto volverá a la carga con un nuevo SoC, que por ahora es una incógnita.

Protagonistas como SMIC o SiCarrier (fabricante de equipos de litografía de China) han sido cruciales para el desarrollo de Huawei. No obstante, los límites de su tecnología se evidencian en sus últimos dispositivos. Y a pesar de ello, el software ha mostrado un buen desempeño: pudimos corrorborarlo con el Huawei Pura 70 Ultra o el triplegable Mate XT. El sistema operativo HarmonyOS Next tiene mucho que ver, con cada versión se supera a sí mismo. ¿Tanto como para no echar de menos un chip de vanguardia como los de Qualcomm o Apple? Veremos.

El Kirin 9030 sobre el papel: apunta a salto de potencia

El tablero de procesadores para móviles se prepara para la segunda mitad de 2025, momentos en los que presumiblemente conoceremos chips como los Snapdragon 8 Elite 2, el A19 Pro de Apple y el Dimensity 9500 de MediaTek. Mientras, en el lado más oriental del globo deberán seguir enfrentando las restricciones estadounidenses: China avanza poco a poco en el desarrollo de su industria de chips, un par de generaciones por detrás, o eso quieren hacernos creer.

Vuelve a sonar con fuerza la marca Kirin, producto de Huawei y su división HiSilicon. Su último SoC fue un Kirin 9020 que debutó el año pasado en los Huawei Mate 70 sin demasiada innovación. ¿El próximo? Apunta a Kirin 9030 como evolución del anterior.

Por ahora, sabemos que debutará en los Mate 80, posiblemente a finales de año. La principal promesa, según unos primeros informes bastante escuetos, es un notable salto de rendimiento: al parecer de un 20% respecto a su predecesor, que apareció de nuevo hace poco en los "independientes" Huawei Pura 80.

Existe la posibilidad de que Huawei estrene un nuevo diseño de empaquetado del chip para hacerlo más eficiente y potente, y un enfoque en reducir el consumo energético. Su objetivo es claro: competir de forma más eficiente con sus rivales directos extranjeros.

Ahora bien, el contrapunto crítico parte de su nodo litográfico: aunque el rendimiento mejore, la gran pregunta recae sobre el proceso de fabricación. Han existido rumores sobre si Huawei podría dar el salto a los 5 nanómetros en sus nuevos chips. Eso sí, el conocido "cuello de botella" de la actual industria china de chips dificultará la producción en masa, al menos con lo que sabemos hasta ahora.

Recientemente, el portátil plegable de Huawei mostró un Kirin X90, también rumoreado de que llegaría fabricado en 5 nanómetros. Pero no fue así: fue analizado por TechInsights mostrando su interior, uno que reveló un semiconductor de 7 nm. Esto sugiere que, si bien Huawei avanzó, es poco probable que su chip móvil de 2025 pueda competir en el proceso de fabricación más puntero de otras como TSMC.

HarmonyOS al rescate

Ante el más que probable caso de que el Kirin 9030 y los próximos destinados a los 'HarmonyOS PCs' no puedan superar sus propios límites, Huawei tiene un as bajo la manga que saca en cualquier momento: HarmonyOS, un sistema operativo que partió de Android y hoy en su versión 6.0 (segunda iteración de 'Next') une hardware y software en el primer ecosistema chino.

No comparten raíces pero, en la actualidad, sí filosofía: Huawei hace como Apple, controla todo el proceso de diseño de los dispositivos. De hecho, en el caso de Huawei es todavía más notable: también fabrica, con nuevos socios en su país natal que ponen más componentes en los smartphones. El reciente ejemplo de los sensores de cámara atestigua las intenciones del gigante asiático.

La estrategia de Huawei es conformar un ecosistema independiente, está más cerca de lograrlo: para la segunda mitad de año tiene un plan que pasa por el lanzamiento de dos nuevos ordenadores basados en HarmonyOS. Curiosamente, se diferenciarán de la firma de la manzana en la apertura de su SO: un trabajador de Huawei confirmó que permitirán el sideloading, un movimiento inteligente que puede ayudarles en estos inicios para combatir la falta de ciertas apps.

En definitiva, Huawei parece estar construyendo su futuro sobre una integración vertical total. Compensa las limitaciones de fabricación que aún arrastra con un software adaptado a sus dispositivos (que a su vez no debe lidiar con la amplia variedad de hardware presente en Android). Pocos pueden replicarlo al mismo nivel, y eso a largo plazo les otorga ventaja: es una estrategia muy segura. De momento, en China ya pelean con las más grandes.

Imagen de portada | Wikimedia Commons

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