Telefónica y MásMóvil no le pondrán fácil a Orange esperar al 5G SA

Se cumplen dos semanas del encendido de la primera red 5G en España, el sector se ha posicionado y a los usuarios se nos ha aclarado que habrá dos fases de implantación. Una primera, 5G NSA, desplegada sobre infraestructura 4G para dotar a la red principalmente de mayor velocidad de descarga y mayor capacidad de usuarios; y la segunda, 5G SA, que se despliega sobre su propia infraestructura para mejorar también la velocidad de subida y sobre todo, reducir la latencia al mínimo.

Precisamente, las diferencias entre las dos fases del 5G ha servido como principal ataque entre operadores rivales, que han ido mostrando sus impresiones durante este tiempo para intentar restar importancia al adelanto de la llegada del 5G por parte de Vodafone.

Desplegar 5G supone un gran desembolso y posiblemente no interese adelantarlo a quienes tienen que pagar por unos derechos del fútbol más caros. Además, tampoco parece una demanda de unos usuarios a quienes el 4G+ cumple las expectativas. Se trata más de afianzar la apuesta de Vodafone por la red móvil, al sumarse a los primeros operadores de todo el mundo que han encendido las primeras redes 5G NSA este 2019.

Sin fútbol, Vodafone intenta recuperar usuarios que más pagan a través de los datos ilimitados y liderar el despliegue 5G.

Así que lo necesitemos o no, el 5G empieza a ser una realidad, y los encargados de desplegarlo se han visto obligados a posicionarse. El más rápido y tajante fue Orange. Sólo dos días después del encendido del 5G convocó a los medios y en palabras de Laurent Paillassot, consejero delegado de Orange España, afirmó que "habrá que esperar a 2021 para asistir al despliegue comercial completo de la red 5G".

Además, Orange concretó que esperará a la disponibilidad del espectro en la banda 700 MHz y a la segunda fase, para que "cuando lancemos este 5G completo, cumpla con todas las expectativas".

Telefónica y MásMóvil abiertas al 5G NSA en 2019

Pero Orange ha sido el único operador que se mostró públicamente sus impresiones. Telefónica y MásMóvil han sido mucho más cautos y fuentes de ambos operadores coincidieron en admitir que a pesar de no ser una demanda actual, se muestran abiertos a contar con sus primeras ciudades 5G este mismo 2019. Es decir, al menos, un año antes que las previsiones de Orange.

El argumento es sacar mayor aprovechamiento de las redes 4G mientras se van implementando mejoras 5G paulatinas en la banda de 3,7 GHz que ya tienen disponible. Es cierto que no hay prisa por contar con el 5G pero tampoco habría motivo para empezar a poner al alcance de los usuarios mejoras que, en teoría, mejorarán la estabilidad y velocidad incluso en eventos muy concurridos o en movilidad.

El interés real lo irá marcando el ritmo de despliegue en los próximos meses al igual que sucedió con el 4G, pero lo que más ayudará a su impulso, además de un aumento de la cobertura, será la llegada de smartphones 5G más asequibles, y no se les espera hasta 2021. Así que Orange tampoco parece tan desencaminada con su decisión.

Los usuarios que más pagan es probable que estén más dispuestos a ser los primeros en probar el 5G

Pero la imagen de marca de Orange podría verse tocada si el 5G llega a sus clientes al menos, un año más tarde que a los de la competencia, y precisamente los clientes que más pagan podrían verse tentados por cambiar de operador. Movistar tendría el fútbol, Vodafone los datos ilimitados y MásMóvil el precio más ajustado mientras la ausencia de 5G reduciría alicientes para quedarse en Orange.

Además, como decíamos, el despliegue será costoso y requiere multiplicar el número de antenas desplegadas así que podría ser lento. Pero si el 5G completo, según Orange, no llegaría hasta 2022, los tiempos pueden hacerse eternos para los franceses. Quizás demasiado tarde en un mercado tan candente.

¿Acierta Orange con la espera de 5G?

Echando la vista atrás, podrían establecerse ciertos paralelismos con el despliegue del 3G. Primero llegó con velocidad de descarga a 1,8 Mbps con HSDPA, tiempo después se implementó una mejora en la subida con HSUPA, y con el tiempo se fueron implementando otras mejoras en velocidad con HSPA+ de hasta 42 Mbps, y que era lo que por aquel entonces más se demandaba.

En esta ocasión, Orange podría estar transmitiendo que prefiere esperar al HSPA+ más rápido y saltarse los previos porque no hay tal necesidad de los clientes ni un amplio catálogo de smartphones compatibles. ¿Pero hasta que punto se trata de necesidad más que de imagen? ¿Era necesario navegar en 2013 desde smartphones a velocidades 4G en lugar de HSPA+? ¿Debería Orange acabar sucumbiendo primero al 5G NSA? Al fin y al cabo, la mejora no es sólo sirve para los usuarios. La red también se hace más eficiente y tarde o temprano habrá que desplegar.

Vodafone ha dado el pistoletazo de salida al 5G comercial, Movistar y MásMóvil podrían no tardar mucho en seguir sus pasos, y Orange se juega salir demasiado tarde cuando tampoco parece que tenga motivos para privar a los usuarios de mejoras previas en la red. Con no llamarlo 5G o cualquier otra ocurrencia, Orange podría ofrecer estas mejoras a sus clientes pero llama la atención la contundencia de sus afirmaciones cuando tradicionalmente, todos los operadores nos han acostumbrado a querer llevarse el mérito por ser "el primero" en aplicar cada mejora en sus redes, por poco accesibles que fueran en sus inicios.

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