Mi odisea con O2 comenzó con mi cable de fibra roto y por el suelo. Estuve cinco días probando su servicio al cliente

  • Pedí explicaciones y soluciones desde el primer momento, pero los cambios de cita y técnicos retrasaron el arreglo varios días

  • La desconexión fue total: ni fibra ni datos móviles estuvieron disponibles durante parte del fin de semana

Iván Linares

Editor Senior

El pasado viernes me desperté sin conexión Wi-Fi en casa. Tras reiniciar el router, comprobar el cable de casa y darle vueltas a la configuración, vi que el desastre estaba fuera: mi cable de fibra, el que discurre en alto por la urbanización hasta la caja del CTO, estaba por el suelo. Así que no me quedó más remedio que llamar al servicio de atención al cliente. Soy de O2.

Viernes, 7:30h. Mi primera llamada al servicio de O2 fue nada más descubrir que el cable estaba roto y tirado en el suelo. El departamento no empieza su turno hasta las 9:00h, pero logré que me atendieran de urgencia en el SAT de Movistar. Todo iba bien hasta que dije que el fallo estaba fuera del domicilio: no tenía más remedio que hablar con el servicio propio de O2. Las urgencias son solo para los clientes de Movistar.

Acompáñame en esta triste historia de cómo mi cable de fibra acabó en el suelo. Y lo que vino después

Viernes, 9:00h. No podía estar sin conexión a Internet, así que me comuniqué con el servicio técnico nada más dio la hora. No contestaron tras varios minutos en espera. Decidí optar por WhatsApp, siempre me habían atendido en minutos. Hasta ese momento, claro.

Tras 40 minutos esperando en WhatsApp, logré que me abrieran la incidencia. Algunas preguntas absurdas después (¿para qué voy a reiniciar otra vez el router si el cable de fibra está roto?), conseguí una cita con el técnico para el tramo entre las 14:00-16:00h de ese mismo viernes. Mientras, O2 me activó datos ilimitados en todas las líneas móviles para así sustituir en lo posible la desconexión. Esto me fue bien, minipunto para el operador.

Viernes, 17:43h. Nadie vino, nadie llamó. Vuelvo al WhatsApp del servicio de atención al cliente, nueva ronda de preguntas absurdas (¿cómo voy a tener problemas con los datos móviles si ya he especificado que es el cable exterior de la fibra?), casi una hora esperando para una solución y al fin llegó: una nueva cita con el técnico para el sábado por la mañana.

Sábado, 11:30h. Vino el técnico, vio el cable y me dijo que no podía hacer nada. Que necesitaba otro operario por seguridad y que hasta el lunes me despida de tener Internet. ¿Por qué vino uno solo si ya había especificado con todo detalle el motivo de la incidencia? Grillos y bola de matorral rodante, eso fue lo que recibí durante una nueva sesión de contacto con el servicio telefónico de O2.

Incidencia abierta desde el viernes con tercera cita prevista para el lunes

Domingo. O2 me activó los datos ilimitados desde el primer momento, con esto pude suplir la fibra: monté un viejo Huawei como punto de acceso móvil en el router, así pude recuperar la red doméstica el viernes. Problema: el domingo se estropeó la antena de Movistar en mi ubicación y me quedé, literalmente, incomunicado hasta el...

Lunes, 11:30h. Ya tenía cobertura móvil, fibra aún no. Entonces llegó el técnico. ¿Recuerdas que el sábado me aseguraron que vendrían dos operarios por seguridad? Pues adivina cuántos vinieron realmente.

Tras una nueva cita para el martes por la mañana, volví a contactar con el servicio técnico de O2. Pasaron nota de la queja.

Lunes, 18:47h. Me llegó por sorpresa un aviso al móvil notificándome que el técnico viene a mi casa entre las 17:00-19:00h de este día. Casi parece un mensaje enviado desde el futuro, porque dudo que venga alguien en 13 minutos. No hubo sorpresas. Bueno, sí.

Lunes, 19:15h. Mágicamente, O2 dio la incidencia como resuelta. Seguía sin fibra y el cable continuaba tirado en la calle. Además, dejé de tener los datos ilimitados pese a que la avería no estaba solucionada. Si no hay incidencia no hay compensación.

Incidencia finalizada cuando sigue igual. Todo correcto

Martes, 9:30h. «El técnico de O2 llama a mi puerta», como en una película de las sobremesas de fin de semana. Y anunció lo que llevaba esperando desde el viernes: consiguió empalmar el cable de fibra (hoy sí vinieron dos). Ya debía tener conexión en el router. Lo comprobamos y así fue, avería solucionada.

Una serie de catastróficas desdichas. Como dicta la Ley de Murphy, si algo malo tiene que pasar seguro que pasa. Y tuvieron que alinearse los astros, porque no es normal que una avería termine demorándose tanto tiempo en el arreglo. O es lo que quiero pensar.

No es la primera vez que el cable de fibra sufre una rotura en el tendido entre postes. La vez anterior tenía contratado Movistar y todo se solucionó en unas pocas horas, ese mismo día. Recientemente, dicha Movistar modificó su política de atención al cliente para mejorarla, a O2 no le afecta dicho cambio: el operador mantiene su habitual trato al cliente. Que es bueno, al menos hasta que sufres algo más grave que cambiar los productos contratados.

¿Seguiré en O2? Pues es la pregunta que me estoy haciendo. Tengo muy buena conexión, es estable y creo que su oferta está muy ajustada al precio. Pero si solucionar una incidencia puede darme tantos dolores de cabeza, igual toca cambio. Valoraré la decisión durante las vacaciones, creo que será a Orange.

Imagen de portada | Imagen generada con ChatGPT y editada

En Xataka Móvil | Tenía un giga de fibra y seguía viendo el IPTV con cortes. Un par de cambios en el router fueron mi solución

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