Si quieres hacer mejores fotografías, consigue un smartphone con estabilización óptica

Si quieres hacer mejores fotografías, consigue un smartphone con estabilización óptica

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Si quieres hacer mejores fotografías, consigue un smartphone con estabilización óptica

Hacer mejores fotografías parece ser el objetivo del desarrollo de todos los smartphones de gama alta en la actualidad. Samsung, Apple, LG, Huawei, Xiaomi. Todos tratan de mejorar sus sensores, lentes y software para coronarse como los reyes de la fotografía móvil como parte de un escalado que comenzó hace algunos años. La cámara ha cobrado una importancia capital a la hora de desembolsar una buena cantidad de dinero por un smartphone.

Uno de los componentes que influye en la calidad de una cámara es la estabilización. Hay muchos otros como la calidad de las lentes, la apertura o el procesado de la propia fotografía, pero la estabilización tiene un peso concreto. La estabilización es una característica bastante útil en cuanto a grabación de vídeo y que también nos echa una mano cuando tomamos fotografías. Hoy trataremos de explicar por qué y cómo nos ayuda. Pero empecemos por el principio.

¿Qué es la estabilización fotográfica?

Ois

Siempre que tomemos una fotografía o grabemos un vídeo y que nuestra cámara no esté apoyada sobre un trípode, entra en juego nuestro pulso. Algunos lo tienen más firme y otros no tanto, y aunque no lo apreciemos de forma muy clara, nunca tenemos la cámara completamente quieta cuando la sujetamos con nuestras manos. La cámara o, en este caso, nuestro smartphone.

Ese movimiento involuntario que hacemos con nuestras manos se transmite al smartphone y puede causar que hagamos fotografías "movidas" o tredidadas, o que nuestros vídeos sean incómodos de ver a causa de la vibración de la imagen. Para solucionar esto se desarrolló la estabilización, que no es más que un sistema que puede ser de varios tipos pero que tiene un único propósito: conseguir que el objetivo de la cámara de nuestro móvil esté lo más quieto posible durante la captura.

Que nuestro smartphone tenga estabilización significa que el fabricante lo ha provisto con un sistema que permite eso que acabamos de explicar, mantener el objetivo lo más estable posible, y que nos puede ayudar en diversas situaciones, como ahora explicaremos. Así pues, ¿por qué es bueno tener estabilización? ¿De qué me sirve?

¿Por qué es bueno tener estabilización?

Fotografia Nocturna

Como contábamos al principio, la estabilización está presente en casi todos los smartphones de gama alta del mercado y su presencia se va volviendo más escasa conforme descendemos de categoría, ya sea por calidad o por precio. Es una característica que aporta un plus muy interesante a la cámara de nuestro móvil al ayudarnos en determinadas situaciones, y por eso se usa en ocasiones como un factor para elevar la calidad de las cámaras.

Un estabilizador puede ayudarnos a tomar fotografías mientras que nos movemos al compensar la vibración de nuestros brazos o los pasos que vamos dando. Esta ayuda se produce tanto en fotografía como en vídeo. También nos servirá para mejorar la calidad de las fotografías con poca luz o directamente las nocturnas, por una sencilla explicación.

Al faltar luz, la cámara tarda más en hacer la foto y la fotografía tiene más posibilidades de salir movida

El sensor de nuestros smartphones cuenta con una característica llamada apertura, que se señala con un f/X.X y que define qué cantidad de luz es capaz de captar. A menor número, más luminosidad. Con las fotografías nocturnas, las cámaras necesitan de un mínimo de luz para poder hacer capturas y debido a eso el obturador se abre durante más tiempo. A más tiempo abierto, más posibilidad de que la fotografía nos salga movida, y ahí es donde el estabilizador echa una mano fundamental. Elimina todas las vibraciones posibles.

Así que, ¿es bueno tener estabilización en nuestro smartphone? Definitivamente, sí. Nos ayudará en las fotografías más difíciles y al ser un mecanismo totalmente invisible, no tendremos que activar o desactivar nada para que funcione. Simplemente, nuestras fotografías tendrán muchas menos posibilidades de salir movidas o trepidadas. Luego nuestra cámara será más funcional y, por tanto, mejor.

¿Qué tipos de estabilización hay?

Os decíamos antes que hay varios métodos para conseguir estabilización en una cámara, concretamente tres. Aunque cuando hablamos de smartphones, desaparece el método mecánico y entonces hablamos siempre de dos tipos de estabilización: estabilización óptica y estabilización electrónica. Veamos en qué consiste cada una de ellas.

Estabilización óptica

Estabilización óptica

La estabilización óptica, que se marca con las siglas OIS (Optical Image Stabilization) también podría llamarse estabilización magnética pues su sistema consiste en un juego de imanes colocados alrededor de la lente de la cámara, y ésta flota, literalmente, entre ellos. Al estar el objetivo en este estado de suspensión entre los imanes, reacciona de forma más lenta y controlada a los movimientos del smartphone y suprime muchas pequeñas vibraciones del terminal.

Los estabilizadores ópticos de los smartphones se diferencian por sus ejes y éstos a su vez consisten en parejas de imanes que se colocan de forma opuesta con respecto al objetivo: uno a cada lado y enfrentados el uno al otro. Así podemos tener estabilizadores de uno, dos, tres y hasta cuatro ejes, como el último estabilizador que desarrolló Xiaomi para la cámara de su Xiaomi Mi 5. A más parejas de imanes, más precisión en la corrección de las vibraciones.

¿Cuál es el problema del estabilizador óptico? Requiere más espacio. No es lo mismo colocar el objetivo fijo en el interior del smartphone que recubrirlo de esta caja con imanes para lograr la tan apreciada estabilización óptica. Es el motivo esgrimido por Apple, por ejemplo, para quitarlo de los iPhone 6 y 6s y dejarlo en los Plus. Aunque eso ha cambiado con la llegada del iPhone 7. HTC, por ejemplo, ha llegado a montar OIS en la cámara frontal de su HTC 10, algo muy poco visto.

Estabilización electrónica

Es la alternativa a la estabilización óptica que ya utilizan algunos fabricantes al poder montar cámaras más pequeñas, pues el objetivo no cuenta con esa caja de imágenes y se instala completamente desnudo. Posiblemente el EIS más sonado hasta ahora fue el del Nexus 6P construido por Huawei, o el de los actuales Google Pixel y Google Pixel XL.

El estabilizador electrónico es un sistema puramente digital y consiste en que la fotografía o el vídeo prescinden de los bordes del sensor, capturando la información en su zona más centrada. Así se consigue simular la estabilización a costa de perder algo del tamaño total de la imagen, algo que en vídeo no importa pues nunca se captura al tamaño total del sensor.

Para entendernos, sería como tener dos cuadrados, uno más pequeño dentro de uno más grande. El pequeño, la fotografía o vídeo real, podría moverse por dentro del grande sin llegar a salirse de él y así compensar el movimiento de éste. Eso es, básicamente, la estabilización electrónica. Al ser un proceso digital, puede mejorarse con el tiempo a través de actualizaciones pero que depende al 100% de la pericia del desarrollador, de ahí que en algunas ocasiones podamos tener una deformación de la imagen resultante si el movimiento a compensar es muy elevado.

Entonces, ¿cuál es mejor?

Con el nivel de desarrollo de uno y otro método en la actualidad, la estabilización óptica es mejor que la estabilización electrónica. Conviene conocer cómo funciona cada sistema y saber cuál es más eficiente que el otro, y en este caso el sistema óptico consigue mejores resultados. ¿Significa eso que el electrónico es un mal sistema? Ni mucho menos. Tener estabilización siempre es mejor que no tenerla, pues obtendremos mejores fotografías con uno de estos sistemas. Pero en el caso de que podamos elegir, es mejor optar por la óptica.

¿En el futuro? Ya veremos. Google ya nos ha mostrado qué es capaz de conseguir con la estabilización electrónica en sus últimos terminales, tanto el Nexus 6P como los Pixel. Quizá en unos años estemos hablando de que los sistemas digitales han sobrepasado en calidad a los ópticos. Esto es algo que gustaría mucho a los fabricantes pues podrían hacer móviles aún más finos. Por ahora, mejor imanes que software.

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