¿Qué fue de los beepers?

¿Qué fue de los beepers?
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John McClane recorre el aeropuerto de Dulles en plenas vacaciones navideñas y, mientras esquiva a los que vienen en contra, recibe un mensaje directo a su cinturón. Es su mujer, desde el vuelo que está a punto de aterrizar. Mientras, en Baltimore, Stringer Bell charla con D'Angelo cuando recibe también un mensaje. Lo comprueba y lo lee.

Este gesto tan clásico que antes estaba presente casi en cada película estaba propiciado por unos dispositivos que nacieron antes del teléfono móvil y fueron enterrados por éste. Los buscapersonas, también conocidos como "buscas". Beepers, pagers, mensáfonos. Preparados para recibir notificaciones durante las 24 horas del día y cuyo servicio finalizó hace cuatro años, en 2012.

Primero pocos, después muchos

John McClane

Muy usados en países avanzados tecnológicamente durante su auge, los buscas o beepers parecían reservados a aquellos que necesitaban estar localizables a cada momento y, todo sea dicho, que podían permitírselos. Médicos, directivos, pilotos, operarios de mantenimiento, policías. Pronto se hicieron más populares pero en sus inicios eran sólo para unos pocos.

Para conocer el origen de los beepers tenemos que remontarnos al año 1921. Fue el año en que se ideó y construyó un dispositivo que permitía a los miembros del Departamento de Policía de Detroit estar localizables en todo momento, aunque no fue hasta 1949 cuando el gadget pasó a llamarse como tal: mensáfono o buscapersonas. Todo gracias a Al Gross.

Entonces, los buscapersonas saltaron de profesión y los hospitales se unieron a los policías en el uso de estos dispositivos que requerían de una frecuencia muy concreta para funcionar, reservada para ellos más adelante por la FCC. Las frecuencias de 152,0075 Mhz y 157.450 Mhz. Aunque éstas se usaron únicamente en Estados Unidos y cambiaban en función del sitio en el que se empleasen.

Stringer Bell

Los buscapersonas fueron evolucionando con el paso del tiempo. Inicialmente sólo transmitían una sencilla notificación y había que llamar a un número concreto para poder obtener más información. Más adelante empezaron a transmitir directamente el número de teléfono de quien nos buscaba, ahorrándonos la llamada a nosotros, y finalmente fueron capaces de transmitir mensajes de texto, similares a los SMS.

Llegaron los 90

Aquellos que hayan nacido después de esta década quizá no hayan oído hablar de estos beepers o buscapersonas pues fue en ella cuando vivieron su máximo esplendor. Finalmente los buscas llegaban a casi todo el que quería uno y en España hubo una compañía que se encargó de popularizarlos: Coca-Cola.

Dicen que no hay nada que no consigan los del refresco azucarado y puede ser cierto. Mediante un acuerdo con Mensatel, la operadora encargada de recibir las llamadas y transmitir los mensajes, y con Motorola, el fabricante de los dispositivos, los norteamericanos introdujeron en España estos beepers con pantalla LCD que permitían visualizar información en un par de líneas de texto.

El beeper de Coca-Cola se conseguía reuniendo puntos "beeps" y tal era su sencillez, tanto de uso como para hacerse con uno, que fue todo un boom entre la juventud. La llamada para dejar un mensaje costaba aproximadamente 100 pesetas, 0,60 euros de hoy, y se convirtió, de golpe y porrazo, en una forma de tener móvil sin tenerlo. Fue también el principio de su fin.

Bepper Cocacola

Los buscapersonas siguieron funcionando unos cuantos años más. Concretamente, las frecuencias que los soportaban acabaron cerrándose en el año 2012, el momento en el que las operadoras decidieron dar carpetazo a un sistema de mensajería que había funcionado durante décadas y que, contra todo pronóstico, era más fiable que los actuales sistemas que emplean los móviles al no depender de satélites.

El factor nostálgico

A día de hoy aún se encuentran beepers de todo tipo en webs de venta de artículos de segunda mano. Ya no son operativos al haberse cerrado todos los servicios que permitían su funcionamiento, pero se sigue comerciando con ellos por su valor nostálgico. No es extraño tampoco encontrar coleccionistas que pagan una buena suma si queremos deshacerlos de alguno particularmente extraño.

Como comentábamos al principio, los beepers precedieron a los teléfonos móviles y murieron a causa de la proliferación de éstos. Podríamos decir que los buscapersonas fueron los padres de los SMS, al igual que éstos lo fueron de la mensajería instantánea actual. El WhatsApp de hoy en día nació hace casi 100 años y lo usaban las fuerzas del orden. Curiosamente, el mismo nacimiento que el actual internet.

Y con los beepers, buscas o mensáfonos damos comienzo a la nueva serie de artículos semanales en esta sección "Qué fue de" que esperamos sigáis de cerca. Si tenéis sugerencias sobre qué dispositivos o servicios caídos en el olvido tratar, no olvidéis que los comentarios están disponibles para todos. Nos leemos la semana que viene.

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