Reconozco que mis dispositivos están llenos de software de 'por si acaso', pero mientras que algunos son un poco síndrome de Diógenes, en otros casos sí que les saco muchísimo partido. Así, mientras que en mis iPhone uso Safari para navegar y en mis dispositivos Android entro en internet mediante Google Chrome, en todos ellos tengo un navegador alternativo que siempre sale al rescate cuando más lo necesito.
Por qué Opera es imprescindible en todos mis dispositivos
El navegador en cuestión es Opera y está disponible gratis en App Store para dispositivos iOS y en Google Play Store para Android y es un fijo en mis tablets, móviles y ordenadores por dos motivos: el primero porque siempre está bien contar con un navegador extra, en caso de que una página de cause problemas en tu navegador por defecto. La segunda razón es que Opera me permite tener una VPN gratis bastante apañada para salir del paso cuando necesito saltarme bloqueos geográficos o simplemente, un capa adicional de privacidad y seguridad. Pero tiene mucho más.
Para mí hay dos requisitos fundamentales para cualquier navegador que se precie: que sea fluido y que sea seguro, dos condiciones que Opera cumple sobradamente independientemente del dispositivo desde el que lo ejecute. De hecho, si no es mi navegador principal es simple y llanamente por inercia, ya que cuenta con una función que permite intercambiar archivos entre navegadores independientemente de que uses Android, iOS, macOS, Windows o Linux (la función se llama Flow).
Una de sus claves es que es no hay distracciones en la navegación, gracias entre otras cosas a que viene con un bloqueador de anuncios bastante efectivo configurado por defecto y que puedes activar o desactivar nada más entrar en los ajustes, en una especie de menú de ajustes rápidos donde también vas a encontrar el modo incógnito y la VPN.
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Creo que el punto del VPN integrado merece su propia explicación: como está integrada, solo hay que tocar el botón para activarla desde las opciones, por lo que es fácil, rápido y no hace falta instalar aplicaciones o extensiones adicionales ni pagar por ellas. Como detalla Opera en sus condiciones, no registra el tráfico web de las páginas que visitamos cuando la tenemos activada (lo verás tanto en las opciones como en la barra de navegación, donde aparece un 'VPN' en azul).
Me parece práctico tener estas herramientas a mano, pero en general la interfaz es de lo más minimalista y depurada que he probado, lo que facilita mucho por ejemplo tareas como el consentimiento de privacidad o las opciones de borrar datos del navegador. En resumen, que no te pierdes rebuscando opciones y tratando de descifrar para qué sirven.
Por supuesto, no faltan funciones habituales como poder elegir el buscador predeterminado, favoritos y marcadores o historial. Nunca lo he usado pero dispone asimismo de una cartera para criptomonedas, pero para mí la auténtica guinda del pastel es Aria IA, o lo que es lo mismo, el chatbot con inteligencia artificial basada en ChatGPT, así nos ahorramos aplicaciones extra o extensiones, ya que viene integrado y de fácil acceso, aunque es necesario crearse una cuenta de Opera (gratis).
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