Hace unas semanas el nuevo sistema de lucha contra la piratería conocido como de los "seis avisos" comenzaba a estar operativo en Estados Unidos y Canadá.
Seguramente sus creadores pensarían que lo primero que harían los internautas residentes en estos países es asustarse y dejar de bajar contenidos mediante las redes que están siendo monitorizadas (principalmente BitTorrent), aunque como os podéis imaginar esto no está siendo así.
Como podemos comprobar en el análisis realizado por Torrent Freak con respecto a búsquedas de información en Google search, lo que una gran masa de usuarios quiere encontrar es información sobre cómo hacer que sus actividades se vuelvan anónimas en la Red, y sobre todo qué son y cómo funcionan los servicios de VPN o redes privadas virtuales.
Está claro que este tipo de medidas de avisos y castigos en caso de no cumplir con las advertencias tendrán una cierta influencia en un pequeño grupo de usuarios con pocos conocimientos que no quiere meterse en líos, aunque la mayoría conocerá de primera mano (o bien gracias a amigos y compañeros de trabajo o estudios) algún método para saltarse el espionaje de la industria.
Sobre todo teniendo en cuenta que esto de bajar películas de Internet no es sencillo (hay que buscarlas en un formato compatible, saber usar el programa de descargas, ponerlas a descargar, copiarlas al medio de reproducción adecuado, etc.) y los que lo hacen de forma habitual tienen cierta experiencia y conocimientos sobre el funcionamiento de la Red que rápidamente utilizan para saltarse las barreras impuestas a sus actividades, con lo que este tipo de medidas no suelen tener efecto.
Entonces, ¿qué opción les queda a las productoras de contenidos? Pues lo hemos repetido por activa y por pasiva. Deben ofrecer un producto de calidad a un precio competitivo, de forma rápida y sin restricciones ni DRMs extraños que no hacen sino enfadar al usuario.
Sólo así conseguirán que una gran mayoría de internautas prefiera utilizar sus plataformas oficiales para pagando una pequeña cantidad poder ver el último capítulo de "Walking Dead" en vez de tener que dedicar media tarde a buscar y bajar una versión de la Red.
Claro, que visto el interés por navegar de forma anónima también se me ocurre otra salida para las productoras y las gestoras de derechos de autor: Montar una empresa que ofrezca un buen servicio de VPN. Seguro que con las contrataciones suplirían las posibles pérdidas por las descargas piratas, ¿no os parece?
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