Los seres humanos somos así, nos da por algo y no paramos hasta que lo agotamos, o hasta que nos agotamos nosotros mismos. Eso es justo lo que está ocurriendo con la última gran moda que empieza a asolar a la humanidad. No nos referimos al virus Zika, ni tan siquiera a una nueva peste bubónica, nos referimos a los selfies. Las autofotos. Los autorretratos. Como queramos llamarlos.
Los autorretratos existen hace muchísimos años, incluso hay pruebas de que ya se realizó uno con las primeras cámaras fotográficas. Aquellas con una tela y una gran placa que había que transportar entre dos, o uno mismo sin ayuda pero con mucho trabajo. El boom se ha producido con los smartphones, todos llevamos una cámara en el bolsillo y las modas son como son.
Los smartphones, un riesgo para nuestra salud
No vengo a hablaros de que la luz azul hace esto o aquello, o de que las ondas electromagnéticas nos van a freír el cerebro. Hablo de que vamos por la calle mirando a la pantalla y corriendo constantemente el riesgo de chocarnos, o de que los selfies ya han ocasionado más de una desgracia, y más de dos. Tantas que comienzan a prohibirse.
En algunas ocasiones se prohiben por cuestiones de decoro, de buenos modales. Algunos recintos, como museos, ya impiden la entrada con palos para selfie. No se prohibe el autorretrato como tal, sino la posible utilización como arma, ya sea de ataque o de defensa. Pero reconozcámoslo, hay lugares en los que los selfies son molestos, y en algunos lugares llegan a ser mortales.
Primero fue Rusia
Seguramente estéis pensando que es normal que todo empezase allí, pues en el país de Putin los ciudadanos suelen oponerse mucho a todo, constantemente. Pero las cifras estaban de su parte. En el momento en que escribimos este artículo sobre la prohibición de selfies en Rusia, las autoridades del país ya habían registrado diez muertos y unos cien heridos a causa de los selfies.
Nadie se muere por hacerse un selfie, pero sí por resbalarse si lo hacemos en un lugar inapropiado, o simplemente por no prestar atención a nuestro entorno. No es en absoluto una broma, las autoridades rusas elaboraron un cartel para ser distribuido en las zonas de más riesgo, prohibiendo en ellas los selfies. Asimismo, lo distribuyeron en PDF con la esperanza de que llegase a ser viral en su país.
Algunas recomendaciones parecen demasiado surrealistas para ser ciertas, pero como suele ocurrir en estos casos, cuando el río suena agua lleva. Como una mujer que se disparó en la cabeza con una pistola de balas de goma para hacerse un selfie en ese mismo momento, o la que se cayó desde un puente buscando el mejor ángulo para hacerse un autorretrato.
Y ahora le toca a Bombay
Un total de 16 zonas han sido las elegidas para la prohibición de los selfies en la ciudad India de Bombay. Todas las zonas relacionadas con algún tipo de accidente ocurrido allí y consecuencia directa de los autorretratos. Las zonas han sido seleccionadas por la policía e incluyen desde puntos específicos de la costa hasta monumentos.
Al igual que en Rusia, estas decisiones se producen tras la aparición de los sucesos. Como cuentan los datos de Priceoconomics, en la India se han producido 19 de las 49 muertes relacionadas directamente con los selfies desde 2014. Este mismo mes, un estudiante de 18 años cayó desde una roca junto a una presa, ahogándose en ella. La persona que trató de salvarle, también se ahogó.
"Es un problema para nosotros", relata el portavoz de la policía de Bombay a la CNN. "Hemos identificado algunos puntos de riesgo en Bombay. Queremos contener a la población para que no acuda a ellos y que estos accidentes no se vuelvan a repetir".
Un problema global de difícil solución
Caídas desde puentes, ahogamientos, atropellos y disparos auto-infligidos. Todos accidentes evitables y que posiblemente se hubiesen producido de alguna otra manera, aunque el denominador común de los que tratamos ahora es el smartphone y sus cámaras. No cabe duda de que un lugar de riesgo multiplica éste por varios enteros si le sumamos la falta de atención.
Por ahora tenemos prohibiciones en Rusia y Mumbai, y prohibición de los palos para selfie en Japón. ¿Tendremos que seguir poniendo barreras para que no sucedan estos accidentes? En ocasiones los seres humanos necesitamos límites para no arrojarnos al precipicio sin pensar como hacen los Lemmings, y con los selfies llevamos un tiempo rozando el límite del absurdo.
Selfies sí, pero con precaución para no ponerte en riesgo tú ni a quienes te rodean. Y con mesura, pues a muchos les supone mucho hartazgo estar posando constantemente para estas fotografías. Y si no, que le pregunten a Obama.
Imágenes | EduGeography
Más información | Japan Times
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