Nunca nos paramos a pensarlo, simplemente es algo que damos por sentado, pero todos esos iconos que aparecen en la pantalla de nuestro móvil tienen una historia que contar. La historia de sus diseños, sus patentes, de esa información que guardan y debemos desbloquear.
Barras de batería, avisos de llamadas perdidas o una vibración alertando de nuevas publicaciones en nuestro muro. Los primeros registros de interfaces modernas datan de 1994. La alerta de vibración, ídem. Diferentes ventanas, barras de desplazamiento, el “bip” de las notificaciones… Aún no existía el emoji, incorporado en marzo de 1999. Y no fue hasta una década después cuando empezamos a ver diseños visuales similares a los actuales. Similares no, idénticos.
En resumen: han pasado un montón de años y seguimos usando los mismos soniditos de alerta, esos tonos monofónicos tan molestos que lleva de serie nuestro teléfono. Flamantes máquinas de procesamiento con flatulencias.
El futuro tendrá colorines
Puede que nuestro móvil se haya quedado un poco anquilosado en eso de notificar whatsapps. Pero eso no significa que no existan alternativas.
Sólo hay que echar un ojo a las patentes más comunes: la mayoría se enfocan hacia la contrapartida visual, hacia un «embellecimiento» mediante iconos y líneas de código, incluso promoviendo reducir el flujo de notificaciones en ciertos horarios.
Los últimos movimientos, en cambio, van dirigidos hacia la «potenciación» del led frontal, pudiendo modificar su color e intensidad según la clase de notificación. Y de batería restante, dicho sea de paso.
Dímelo con luces…
Y los fabricantes de gadgets también miran hacia esa dirección. Uno de los grandes males generados por tanta notificación es esa ansiedad que nos invade por estar pendiente a cada rato: desbloquear, mirar avisos, bloquear. Casi como un mantra, un acto automático. Algunos informes apuntan a 110 desbloqueos diarios.
Para evitar cualquier tipo interrupciones improductivas, los fabricantes se las han ingeniado con estrategias visuales que, a la vez, resulten agradables y filtren los mensajes según los índices de prioridad que nosotros creemos.
Alternativas como Luxafor ha logrado reducir en un 72% las distracciones improductivas
Luxafor, por ejemplo, es un proyecto en plena campaña de financiación que pretende avisarnos, mediante distintos colores, del tipo de notificación. Este pequeño bloque de goma con leds «se responsabiliza» de leer todos los estados que nos llegan al móvil. Según las pruebas de la empresa, han logrado reducir en un 72%.
En la misma línea sigue Dot, el cual acaba de entrar en fase de producción: cuenta con su propia app y lanza notificaciones contextuales según el lugar donde te encuentres, un bot nada chillón que te informa con una agradable luz azul.
Más recoleto y sencillo es myLED que, como su propio nombre indica, se trata de un simple LED que se conecta por la salida de auriculares —sí, más de un terminal actual no podría usarlo—. Su meta es idéntica: simplificar las notificaciones por un único aviso visual. Su campaña fue un éxito.
Aunque algunos fabricantes prefieren avisos menos invasivos.
Los usuarios necesitamos alternativas a los aburridos soniditos tradicionales
Ditto es una pequeña pinza muy discreta que puede añadirse a un bolsillo, tirante o a la correa del reloj. Su meta es que no perdamos ningún mensaje o llamada. Aunque hay quien postula que esto puede acabar acarreándonos el síndrome de la vibración fantasma. Ditto consume menos batería que cualquier contrapartida visual y además es sumergible. Y también supuso un enorme éxito para Simple Matters, el equipo detrás del invento.
Y es que los usuarios estamos ansioso por novedades, por encontrar alternativas a esa constante letanía de avisos que apenas han cambiado de forma en todos estos años, mientras que las redes sociales y los sistemas de comunicación sí se han puesto al día.
… O con aplicaciones
Y, si antes citábamos Light Flow como una alternativa al LED blanco habitual, aún existen algunas más. CM Notification, por ejemplo, rastrea nuestras redes y nos lanza una columna de iconos con nuestros diferentes perfiles, para que nunca perdamos los mensajes o estados sin leer. Una solución parcial y algo engorrosa, en cualquier caso.
En la misma línea encontraríamos Floatifications y Metro Notifications, con la que podemos editar el color y el tamaño en pantalla de dichas notificaciones. Otras alternativas como Notif son algo menos invasivas —podemos elegir el tipo de logo para cada aviso— pero, en resumidas cuentas, siguen siendo versiones de lo que ya ofrece cualquier smartphone actual por sí mismo.
Hora del cambio
Si queremos dar el salto hacia algo más original, que pueda relajar nuestro estado de alerta a la vez que nos aporta un toque de color, Alcatel está apostando por una serie de cambios en su nuevo modelo A5 LED, su nuevo buque insignia para la gama básica.
El A5 LED cuenta con una carcasa de LEDs que responden a nuestros avisos y se mueven al ritmo de la música
Su característica primordial está en su carcasa, forrada con luces LED. Estas tienen una serie de funcionalidades. En primer lugar, sirven para notificar llamadas entrantes, mensajes, correos, gmails, alarmas, whatsapp, notificaciones de redes sociales… Cada app ilumina la carcasa con su propio patrón de luces, incluyendo su inicial o su icono destacado en luces blancas.
Además podemos usar su exclusiva herramienta Color Catcher, con la que crear temas característicos. Una carcasa dinámica a la que tenemos opción de cambiar el look creando temas de distintos colores.
Estos LEDs, por otro lado, pueden iluminarse y moverse al ritmo de nuestra música, generando patrones modulares con un simple movimiento. Una alternativa perfecta para jóvenes… y no tan jóvenes: sólo hay que echar un ojo a la cultura japonesa, donde los LED en terminales móviles son una tendencia a cualquier edad. No en vano fueron los japoneses Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura los galardonados con el Nobel de Física por inventar «los diodos emisores de luz azul, permitiendo un ahorro energético sobre las fuentes de luz blanca brillante».
Claro, el Alcatel A5 LED no se queda en la feature, también apuesta por los componentes delanteros: pantalla de alta definición IPS de 5,2 pulgadas. Este affaire por la luz también han querido llevarlo a sus cámaras de fotos, incluyendo cámara frontal de 5MP con flash y trasera de 8MP con flash de doble tono.
Arrojando algo de luz
En el momento que salta en tu pantalla un globo de aviso, en nuestro cerebro se activa un breve circuito de recompensa, un mecanismo neurológico potenciado en neuromárketing que, en último término, lleva a excitar nuestro cuerpo con ligeras dosis de dopamina.
Los avisos tipo push han demostrado tener una tasa de efectividad altísima, de un 97% de lectura. Tal vez sean más invasivos que el viejo SMS, pero también se han confirmado más eficaces y dinámicos. Ha sido, a todas luces, el nuevo paso en la industria del diseño.
Las empresas más actuales han comprendido la psicología del éxito a través de estas formas de comunicación, desde la app de Uber hasta el simple GPS de Moovit.
En definitiva: si quieres ir hacia la luz con esto de las notificaciones, vas a necesitar un móvil que ofrezca soluciones más allá del clásico tono monocromo y redundante. Sí, ese que todo el mundo odia cuando suena en la consulta del médico, o en medio de una reunión. O en los próximos diez minutos, en cualquier parte.
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