Se ha hablado mucho de la nueva versión del sistema operativo de Google, Android 14, y sus novedades para la pantalla de bloqueo, para el menú de compartir e incluso para una mayor calidad de audio, pero poco se ha destacado lo que Google promete que será una mejora significativa para los dispositivos que reciban esta actualización: una mayor eficiencia gracias a cambios en la gestión de las aplicaciones en segundo plano.
Android 14 no tiene un rediseño completo del look del sistema operativo, pero aún así es una actualización llena de mejoras interesantes para el usuario. Además, bajo el capó también se esconden algunos cambios clave para mejorar el rendimiento de los dispositivos.
Aplicaciones que se inician más rápido y que consumen menos recursos en segundo plano
En general, podríamos resumir los cambios en Android 14 para una mayor eficiencia en que Google ha cambiado la forma en la que las aplicaciones se comportan en segundo plano, y la cantidad de recursos de procesamiento que consumen. El resultado es que acceder a una aplicación que no está en uso es aún más rápido y fluido, pero sin que eso signifique que esa app en segundo plano ocupe muchos recursos de la CPU.
Estos cambios están divididos en dos partes:
- En primer lugar, el nuevo Android 14 congela las aplicaciones almacenadas en caché, después de un corto período de tiempo. Esto significa que las apps almacenadas en caché congeladas no recibirán más tiempo de CPU, por lo tanto, no consumirán recursos ni supondrán una carga adicional para el procesador. Estas apps, cuando están almacenadas en caché, tampoco recibirán broadcasts de contexto constantes (es decir, transmisiones con actualizaciones de información), para realmente mantenerse en el más profundo letargo una vez que están congeladas.
- En segundo lugar, Android 14 ha incrementado el límite de aplicaciones que puede mantener almacenadas en caché, lo que reducirá la cantidad de apps que tendrán que iniciarse en “frío” o desde “cero” cuando el usuario acceda a ellas, algo que requiere más consumo de CPU. Según Google, durante sus pruebas de Android 14 Beta, las aplicaciones almacenadas en caché consumen hasta un 50% menos de CPU en comparación a Android 13, una diferencia significativa.
Al combinar ambos cambios, el resultado es un Android 14 que puede gestionar mucho mejor las aplicaciones en segundo plano, con apps que se inician mucho más rápido gracias a una mayor cantidad de aplicaciones almacenadas en caché, pero al mismo tiempo esas apps en caché no consumen innecesariamente recursos de CPU. Por último, al gestionar mejor el consumo de recursos, otra consecuencia directa es un uso más eficiente de la energía. En otras palabras, estos cambios también suponen una mayor duración de la batería.
Controlar el consumo de recursos en segundo plano es importante para lograr una mayor eficiencia de uso de CPU y de consumo de energía, tanto para Android como para iOS. Los expertos han recomendado en muchas ocasiones que los usuarios no cierren bruscamente las aplicaciones (es decir, cuando entramos a la pantalla de multitarea y deslizamos una app hacia arriba para cerrarla). El mismo sistema operativo de Apple está diseñado para gestionar correctamente y de forma eficiente las apps en segundo plano en iPhone y iPad, mediante la suspensión completa de actualizaciones que no están en uso y limitando las actualizaciones que las apps en segundo plano pueden recibir.
En la nueva versión del sistema operativo, iOS 17, Apple también trabajó en optimizaciones de software para lograr que las aplicaciones se inicien aún más rápido desde el reposo, incluyendo juegos y el uso de varias apps en multitarea. Esto tiene como resultado una experiencia aún más fluida al usar el dispositivo, tanto en las animaciones como al saltar de una app a otra.
Imagen de portada | Iván Linares para Xataka Android
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