No parecía tanto tiempo, pero ya ha llovido: hace más de seis años que estrené mi primer Android TV, una máquina que, sorprendentemente, sigue igual de válida a día de hoy. Fue en mayo de 2017 cuando adquirí mi Nvidia Shield TV, la revisión de aquel año. Con un software que apenas ha cambiado visualmente desde entonces, no he echado de menos nada de lo que deseara en mi tele. Y eso es dice mucho de Android TV.
Google actualiza anualmente el sistema operativo para móviles, Android, un sistema que, a su vez alimenta otros tipos de dispositivo. Android Automotive para coches, por ejemplo, también Wear OS para relojes o el que nos ocupa, Android TV para las televisiones y reproductores multimedia. Todos ellos beben de las revisiones anuales, pero no lo hacen al mismo ritmo ni con idéntica evolución; lo que termina derivando en cierto estancamiento, como ocurre con las teles.
Desde Android 7.0 Nougat y con una experiencia que apenas ha cambiado
Nvidia Shield 2017
Cuando yo instalé la Shield TV en casa mi televisión no era «smart», por eso justamente compré el reproductor. Y suele ser mi principal valor para recomendar Android TV: si no tienes una tele inteligente, o no termina de gustarte el sistema operativo que trae de serie, basta con conectarle un dispositivo con el sistema de Google para tener acceso a todas las aplicaciones de streaming. Y sin que el coste sea exagerado, que un Chromecast con Google TV HD suele encontrarse fácilmente por 35 euros.
Dado que el sistema va dirigido a ofrecerse como plataforma de reproducción, Android TV no necesita cambiar en exceso para mantener las cualidades que buscan usuarios como yo. Y hay otro punto importante para que apenas haya cambiado de apariencia con los años: el mecanismo de interacción es tan básico que no existe apenas margen para innovar en la experiencia. Paradójicamente, esa sencillez juega a su favor.
Qué tiempos aquellos en los que jugaba a Stadia en la Nvidia Shield TV...
No he parado de recibir actualizaciones, tanto de Android como de la capa Nvidia Experience. Y mi sensación no cambió desde aquel primer día, ya que siempre me sirvió para acceder a todas mis apps preferidas para reproducir contenido. La parrilla se ha mantenido casi inamovible, todas esas tarjetas rectangulares con las apps accesibles a golpe de mando a distancia. Y sólo aprecié un cambio más o menos notorio cuando instalé Google TV, el «launcher» sobre Android TV que Google coloca en los nuevos Chromecast.
La interacción con el sistema no ha cambiado ni un ápice, la parrilla ha evolucionado mínimamente sin alterar la mecánica de las filas para las distintas categorías y recomendaciones, Google Assistant con el control por voz fue el mayor cambio introducido en el sistema. Y no demasiado más. Aunque no menos, que siempre se ha mantenido al pie del cañón para reproducir las series de Netflix, nuevas plataformas de streaming y hasta algún juego esporádico. Con lo ajustado en hardware que suelen ser los Android TV, que el sistema no evolucione en exceso es una ventaja añadida para que puedan seguir reproduciendo sin excesivos problemas. Porque hay más de una tele que se arrastra al abrir cualquier aplicación.
No hace falta más para reproducir el mejor contenido en la tele
Apps de streaming, juegos, control por voz, acceso al contenido local y Chromecast integrado, no he necesitado más para disfrutar a fondo mi Android TV. Y poco importa que Google no haya evolucionado en exceso el sistema, la pantalla grande agradece cierto inmovilismo. Al fin y al cabo, lo que menos quiero es tener que pelearme con ella para encontrar lo que busco: parrilla con accesos directos a las apps más usadas y recomendaciones de contenido, no hace falta más. Ni menos: colmar las necesidades con lo mínimo también es una virtud.
Sí estaría bien que los fabricantes de televisiones con Android TV se pusieran las pilas a la hora de actualizar los dispositivos, porque, pese a que el sistema no haya evolucionado en exceso a nivel estético, sí que crecieron los riesgos de seguridad. Como aparatos conectados que son, deberían mantenerse al día con las actualizaciones. Eso es lo único que le pido a Android TV, para mí todo lo demás ya es suficiente.
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