El país que vio nacer a la aplicación de mensajería Telegram también es el país que mantenía censurados sus servicios: en una pugna por vencer la privacidad de Telegram, Rusia lleva más de dos años bloqueando los servidores en el país. Hasta ahora: los jueces obligan a levantar por fin el bloqueo.
Las aplicaciones de mensajería son una herramienta vital para la comunicación en la era de los smartphones, no en vano la mayoría de personas utiliza una, o varias, de estas aplicaciones. Ya sabemos que WhatsApp domina ampliamente el panorama, pero Telegram ha ido escalando posiciones hasta plantar cara en todo el mundo. También en el país del fundador, Pavel Durov; por más que las fricciones hicieran peligrar su uso en el territorio. Debido a la negativa de Telegram a abrir los servidores a Rusia, la aplicación permanecía bloqueada en el país. Y han tenido que venir los jueces, y una pandemia, para desbloquearla.
Telegram es de vital ayuda para las emergencias
El bloqueo a Telegram llevaba en vigor desde abril de 2018, una culminación que llegó tras un proceso de amenazas. Todo por no dejar acceder a los datos de usuario y conversaciones en caso de que el gobierno ruso lo requiriese, una petición que Pavel Durov rechazó de manera tajante. Eso sí, a pesar de que Telegram estaba bloqueada en Rusia, la aplicación se ha seguido utilizando, incluso para distribuir alertas sanitarias y luchar contra amenazas terroristas.
Como apunta el medio Bloomberg, las autoridades rusas detienen el veto a la aplicación Telegram por sus "capacidades para combatir el terrorismo y el extremismo". Así lo declara la Oficina del Fiscal Federal de la Federación Rusa en un comunicado oficial: Rusia restringe las limitaciones de acceso a Telegram. Esto implica que los ciudadanos rusos deberían de tener acceso libre a la aplicación en las plataformas móviles del país, tampoco debería de restringirse el intercambio de mensajes entre los servidores.
Pavel Durov se había postulado contra el uso de la plataforma para promover el terrorismo y el extremismo, una posición que los fiscales de Rusia han valorado de manera positiva a la hora de levantar el veto a Telegram.
Vía | Bloomberg
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