Los teléfonos móviles están siempre conectados a las diferentes redes de comunicaciones, tanto a las de las operadoras como a las WiFi que les rodean, emitiendo generalmente en múltiples direcciones para localizar las estaciones base más próximas.
Esto hace que se desperdicie una buena cantidad de energía de las señales, que nunca se utiliza para nada, pero que hace disminuir la carga útil de las baterías. ¿No sería posible reutilizar de algún modo esta potencia malgastada?
Es la idea en la que está trabajando un grupo de científicos en la Universidad de Ohio, liderados por el profesor Chi-Chih Chen. Básicamente, su propuesta consiste en introducir en la carcasa del móvil un sistema de recolección de las ondas electromagnéticas que emite el propio teléfono pero que no se usan para la comunicación.
Para ello, primero tienen que identificar qué direcciones de transmisión son útiles y cuáles no, y posteriormente transformar la onda electromagnética de alta frecuencia a corriente continua por medio de un circuito rectificador para recargar la batería.
Aseguran que con su invento sería posible incrementar la autonomía de las baterías un 30%, aunque el dispositivo, que se integraría en la carcasa del móvil, resultaría un poco caro, ya que costaría actualmente unos 100 dólares de producir.
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