China sigue siendo la fábrica del mundo debido a que la mayoría de grandes empresas que fabrican desde juguetes hasta ropa y microchips están ubicadas en el gigante asiático. Sin embargo, desde hace un tiempo -crisis del COVID-19 y mayor nivel educativo de la población joven- los empleados exigen mejores condiciones laborales.
Esto, junto al bloqueo de Estados Unidos, ha empujado a algunas empresas a países como India o Vietnam (Apple es una de ellas, con un potente plan laboral para India), pero China también debe ver qué hace con sus fábricas. ¿Su solución?Seguir en China, pero en zonas más baratas.
China está subcontratando a... China
Los empleados de las fábricas chinas están exigiendo mejoras en sus condiciones laborales. Este es un problema para los empleadores y el propio gobierno asiático, pero cada vez la fuerza laboral está más cualificada, al vida no es tan barata y exigen tener un sueldo acorde al trabajo que realizan.
Pero claro, como suele pasar en estos casos, una cosa es lo que quieren los empleados y otro lo que quieren los empleadores. Y todo esto, por resumir muchísimo y unido a la mencionada época tras el COVID-19, está provocando una crisis socioeconómica en el país.
Hay varios elementos que están empujando a las empresas extranjeras fuera de las fronteras chinas, pero evidentemente no pueden irse al completo debido a que muchísima parte de su producción, así como las fábricas más avanzadas en algunos casos, todavía están en China.
Apple, por ejemplo, ha movido parte de su producción a India, pero sus dispositivos clave (los iPhone 15 Pro este año) siguen con componentes fundamentales fabricados en el gigante asiático. Y el de Apple es sólo uno de los muchos ejemplos. Otros, por ejemplo Samsung o SK Hynix, cuentan con la mayor parte de su producción de algunos componentes en fábricas chinas.
Y, evidentemente, China también tiene sus fábricas en el territorio, pero ubicadas en zonas muy caras. Las que una vez fueron localizaciones en las que el sueldo medio era bajo, se han ido industrializando, popularizando y masificando, lo que ha llevado a una situación en la que el suelo es mucho más caro y el sueldo de los empleados también.
Ahora, diferentes empresas se están moviendo dentro del país a zonas de interior. Es la menos industrializada y, por tanto, más barata. Así, de zonas prósperas como Guangzhou o Shenzhen, se están moviendo a provincias como Henan o Sichuan. Foxconn, pieza clave para Apple, mudó parte de sus fábricas a Chengdu hace unos años.
El salario mínimo en China está determinado por las propias provincias y ciudades y se estima que el salario medio de Shanghai es de unos 17.160 euros al año mientras que el de una provincia de interior es de varios miles de euros menos al cambio: unos 11.600.
Veremos cómo evoluciona, pero desde luego China tiene muchísimos frentes abiertos tanto por los conflictos internos como externos.
Imagen de portada | Foxconn
Vía | Xataka
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