Aunque reconozco que odio hablar por teléfono y es probablemente lo que menos uso de mi móvil, cuido al extremo la privacidad de mi línea telefónica porque tengo claro que es la puerta de entrada de muchas preocupaciones, que van desde potenciales estafas que pueden acabar con mis datos bancarios en manos ajenas o el peligroso SIM swapping al bombardeo de llamadas y mensajes spam pasando por la suplantación de identidad. Hay muchos consejos y recomendaciones para evitar el spam y el phising, pero a la hora de la verdad basta con llevar a cabo tres sencillos hábitos para proteger tu línea de teléfono de llamadas comerciales y estafas.
Mi número de teléfono, a cuentagotas
Cuando algo nos interesa, tendemos a hacer lo necesario para conseguirlo. Quiero decir, ¿te interesa probar esta app? Entonces es altamente probable que te crees una cuenta, metas todos los datos que te piden y hasta aceptes las condiciones sin leerlas para echarle el guante cuanto antes. Craso error. Una pregunta que suelo formularme cuando me piden datos es ¿para qué quieren esta información?
Tiene sentido que una empresa como Amazon o Zalando tengan mi número, en tanto en cuanto pueden comunicarse para un reparto, pero otras aplicaciones no tanto. En cualquier caso, ni Zalando ni Amazon se libran de un potencial ciberataque que filtrara esos datos, pero por su volumen se les presupone cierto nivel de protección y seguridad, algo que puedes comprobar simplemente echando un vistazo en su política de tratamiento de datos y por supuesto, no marcando opciones como la de facilitar tus datos a terceros. La consecuencia a decir que sí a esas opciones es más mensajes o llamadas de publicidad.
Pero la idea es la misma: cuanto menos facilite mi número, mejor. De hecho, si pienso que no deberían tenerlo o directamente no quiero que lo tengan compruebo dos cosas: la primera es si el dato es obligatorio u opcional. Si es opcional, claramente no lo voy a dar. Pero si es obligatorio y no van a usarlo para verificar la cuenta (habitualmente suele ser el email), es altamente probable que ponga un número inventado y a correr.
Mejor de la Google Play y la App Store
Vaya por delante que ni la tienda de aplicaciones de Google ni la de Apple son garantía total y completa de que todas las apps disponibles en cada plataforma sean fiables o que lleven a cabo una gestión ética de tus datos, pero al menos hay algo claro: han pasado los filtros de seguridad y privacidad de Google y Apple.
Hay aplicaciones de fuera de las plataformas que son interesantes, pero aquí ya vas a ciegas. Quizás no estén porque no cumplen con temas de respeto a la propiedad intelectual u ofrecen alternativas no soportadas en los respectivos sistemas operativos y oye, quizás quieras eso en aras de más personalización, pero el peaje a pagar es que su fiabilidad es cuestionable.
Si opto por este camino, al menos me aseguro de que la empresa desarrolladora que está detrás tiene buena reputación y que el enlace de descarga provenga de esa fuente oficial, sin intermediarios que puedan añadir software adicional o quedarse con datos como mi número de teléfono.
Los permisos de una aplicación en iOS
Una vez instalada la aplicación, toca configurarla con los permisos pertinentes y de nuevo surge otra pregunta: ¿para qué quieren este permiso? Tiene sentido que WhatsApp tenga acceso a mi micrófono para los audios, a mi cámara para las videollamadas o fotos, a mis contactos para hablar con ellos, a mi localización para pasar la ubicación pero igual un juego no los necesita. Pues lo mismo con el número de teléfono.
En caso de duda, siempre digo no: lo normal es que incluso sin algún permiso puedan funcionar y si luego intento usar una función concreta de la aplicación y esta me pide activar ese permiso, entonces puede que le vea sentido.
Ante mensajes y llamadas sospechosas: mejor ignorar y bloquear
A menudo suelo encontrarme en X/Twitter gente a la que le llega un mensaje de WhatsApp que huele a estafa y se dedican a trollearles para dejarlos en evidencia y echarse unas risas. Puede que sea divertido, pero quizás podamos bajar la guardia o dar un dato que pensamos que va a ser inocuo y luego nos pase factura. En mi caso, ante mensajes de ese estilo, bloqueo sin contemplaciones.
Si me llega un SMS potencialmente peligroso, si puedo evitarlo lo borro sin si quiera abrirlo, pero si ya he entrado bajo ningún concepto contesto, facilito información ni toco sobre posibles enlaces.
A veces no importa tanto los datos como que el número en cuestión está operativo, por eso tampoco cojo llamadas con números 'raros' y si me apuras, me lo pienso mucho para contestar a llamadas de números desconocidos. De hecho, solo lo hago si por ejemplo estoy esperando un paquete y es posible que me esté llamando el repartidor.
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Vía | Redes Zone
En Xataka Móvil | Éstas son las preguntas que hago siempre para averiguar si la llamada es una estafa. Y nunca falla
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