Qué son los miliamperios o mAh y qué papel juegan en la autonomía de tu móvil

Qué son los miliamperios o mAh y qué papel juegan en la autonomía de tu móvil
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La autonomía de un teléfono móvil depende de múltiples factores por lo que es casi imposible predecir cuánto aguantará encendido de forma exacta en base al tamaño de su batería. Sin embargo, hay un factor fundamental aquí y es que en la mayoría de ocasiones, una batería de gran capacidad debe ofrecernos muchas horas de uso.

Y en la capacidad de esta batería es donde entran en juego los miliamperios, que no son más que una forma de medir el voltaje que una batería es capaz de entregar al dispositivo al que está conectada. En este caso, la capacidad de entregar energía a un teléfono móvil. Así que vamos a explicar qué son exactamente estos miliamperios y cómo se relacionan con la autonomía de un teléfono móvil.

Qué son exactamente los miliamperios o mAh

Corriente Electrica

El miliamperio es el valor que se emplea a la hora de indicar la capacidad de la batería de nuestro móvil, aunque no es exactamente así sino que hablamos de miliamperios por hora, las siglas mAh que acompañan a la capacidad de la batería. Habremos visto que los fabricantes hablan de pilas internas de 3.500 mAh, 4.000 mAh, 5.000 mAh, etc.

Un miliamperio es la milésima parte de un amperio (mil miliamperios son un amperio) que a su vez es la unidad internacional para medir la intensidad de las corrientes eléctricas. El amperio mide cuánta energía circula a través de un circuito electrónico (estamos hablando de smartphones) y por eso se le cose el factor tiempo. Poniendo un ejemplo muy simplificado, un amperio por hora significa que la batería es capaz de entregar un amperio de energía durante una hora de tiempo.

Los teléfonos móviles (y todos los componentes electrónicos) regulan automáticamente la entrada de energía procedente de las baterías. Cuando no necesitan más energía, cierran el circuito.

Así, las baterías se miden en miliamperios pues hablamos de dispositivos miniaturizados cuyo gasto energético está reducido al mínimo imprescindible. Así se consiguen mediciones más exactas. Notaréis que no hemos valorado en ningún momento el tamaño físico de la propia batería pues lo que aquí interesa es su capacidad de entregar electricidad. Una batería de 5.000 mAh (por citar un ejemplo cada vez más común) es capaz de entregar 5.000 miliamperios (o 5 amperios) durante una hora de trabajo. Y esto es lo que determina la capacidad de nuestra batería.

¿Significa eso que las baterías sólo pueden entregar energía durante una hora? Ni mucho menos, pues ya hemos dicho que los teléfonos móviles emplean la energía justa y necesaria para funcionar y auto-regulan la petición de energía dejando pasar únicamente la que necesitan en cada momento, así que una batería aguantará en funcionamiento durante muchas horas pues se va requiriendo energía de forma intermitente. Y esa cantidad de horas de uso totales dependerá de la exigencia energética, de ahí que lo que hagamos con el teléfono y durante cuánto tiempo influirá en la autonomía.

Factores que influyen en la autonomía de un teléfono móvil

Coloquemos dos teléfonos móviles diferentes pero con idéntica batería el uno al lado del otro. Supongamos, por ejemplo, que volvemos a hablar de 5.000 mAh. Incluso aunque hagamos lo mismo en los dos teléfonos, la autonomía variará de forma inevitable pues, como decíamos al principio, los factores que influyen en la duración de nuestra batería son muchos y muy variados. No todos los procesos consumen los mismos miliamperios por hora, o mAh.

La pantalla suele ser el componente que más energía consume y su eficiencia depende de muchos factores: resolución, diagonal, tecnología de construcción, hercios...

Aunque con el tiempo se ha ido corrigiendo, las pantallas siguen siendo hoy en día los componentes que más energía consumen. Cada vez son mayores y tienen más resolución, de ahí que aumente el número de píxeles que hay que encender y apagar para poder usar el teléfono. A mayor resolución de pantalla, mayor consumo. Si cosemos dos baterías idénticas a un teléfono con pantalla HD y otro con pantalla FullHD, el segundo consumirá más energía. Tampoco consume igual una pantalla LCD que una LED, que una OLED o que una AMOLED.

En el consumo también influye la frecuencia de refresco de la pantalla, algo muy importante ahora que ciertas características 'gaming' invaden el sector móvil. Dado que un hercio es un encendido y apagado de una pantalla por segundo, una pantalla de 60Hz se apagará y encenderá 60 veces por segundo mientras que una pantalla de 90Hz hará lo mismo 90Hz. Y una de 120Hz, 120 veces. Por tanto, a más hercios tengamos mayor cantidad de energía consumiremos.

El procesador del teléfono también influye, y mucho, a la hora de aprovechar al máximo la energía. Los mejor optimizados son capaces de ejecutar nuestras instrucciones con menor pérdida energética, por eso los fabricantes de procesadores suelen hablar del ahorro energético de sus nuevos chips con respecto a las generaciones previas. Lo mismo ocurre con las memorias RAM, con los almacenamientos internos y con los sensores fotográficos. Los semiconductores gestionan gran cantidad de energía y no todos son igual de eficientes.

Cobertura La cobertura en nuestra zona también hace que un teléfono móvil necesite más o menos energía para mantener activa la conexión.

Incluso la zona en la que estemos usando el teléfono influirá en nuestra autonomía. Usar el teléfono en un lugar con poca cobertura hará que el teléfono consuma más miliamperios (y por tanto gaste más energía) en mantener la conexión activa, y se consumirán más miliamperios y, por tanto, bajará la autonomía. Por último y no por ello menos importante, qué hagamos con el teléfono es lo que más afecta al consumo energético y, por tanto, a la duración de nuestra batería.

Tampoco se consume la misma energía jugando a un juego que navegando por Internet, dado que el procesador ha de esforzarse mucho más en el primer caso que en el segundo, y lo mismo ocurre con la pantalla y las memorias del teléfono. Todo afecta al consumo energético de un teléfono móvil y por eso dos teléfonos diferentes tienen distintas autonomías aunque compartan la misma capacidad para sus baterías. Incluso dos teléfonos iguales en diferentes manos.

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