Existen ya relojes inteligentes capaz de medir la temperatura corporal. El Samsung Galaxy Watch 5 o el Apple Watch Series 8 son prueba de ello (y hay más). No tienen una app destinada a decirnos si tenemos fiebre como tal, pero tienen sensores capaces de medir este parámetro. Sin embargo, esta era una función hasta ahora inédita en un smartphone. Y decimos “era” porque parece que técnicamente ya no es cosa del pasado.
Unos investigadores de la Universidad de Washington parecen haber dado con las primeras claves para que esta sea una utilidad real en el futuro. Y todo mediante una aplicación que, según sus cálculos, está siendo casi igual de certera que un termómetro común.
Sin accesorios externos, sólo con los sensores de temperatura del móvil
‘FeverPhone’ es como los investigadores han bautizado la aplicación que, aunque no ha sido lanzada de forma pública (ni siquiera en formato APK de forma libre), es capaz de medir la temperatura corporal sin hardware adicional más allá del que tiene un móvil estándar como los que vemos habitualmente. Para ello dicen haber hecho pruebas durante meses en un laboratorio y, posteriormente, con hasta 37 pacientes que acudieron a centros de emergencias con síntomas de fiebre.
Lo sorprendente es que, como ya avanzábamos al inicio, se compararon los resultados obtenidos en la app con los de termómetros convencionales y su precisión fue bastante cercana. Aunque hay más cosas destacadas de este hallazgo, como el proceso mediante el cual han logrado que un smartphone sea capaz de medir la temperatura.
Para ello han aprovechado los mismos sensores que ya tienen los dispositivos para medir su temperatura interna. Se tratan de los termistores, unos componentes que prácticamente cualquier smartphone tiene y que los investigadores han logrado utilizar para rastrear la transferencia del calor entre una persona y su teléfono.
Explican los investigadores como estos componentes con capaces de medir también la temperatura del aire y lograr obtener la variación que se produce cuando la piel entra en contacto con elementos como la pantalla. En base a una serie de cálculos que se van obteniendo han logrado ir entrenando la app para detectar la fiebre.
Evidentemente, se trata aún de un sistema que requiere de más entrenamiento para ser probado. Sin embargo, los avances hasta hoy son positivos. Y aunque no parece que a corto-medio plazo vayan a poder lanzar esta app de forma pública, abre las puertas a que en un futuro nuestros móviles puedan ser capaces de medir nuestra fiebre. Aunque, como en el caso de los sensores de salud de los relojes inteligentes, no puedan considerarse nunca un instrumento médico.
Vía | University of Washington
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