Después de casi una década usando un Apple Watch Series, he cambiado a un SE: estas han sido mis razones

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Confieso que me compré mi primer Apple Watch (el original) por curiosidad: mi Xiaomi Band se me quedó corta rápidamente y quería ver cómo llevaba Cupertino  el ecosistema iOS a la muñeca. Lo que empezó con monitorizar la actividad, acabó conquistándome con las notificaciones, responder llamadas y poder pagar sin llevar la cartera o el móvil encima. A diferencia de los iPhone, que vendo tras dos años de uso, normalmente me quedo con mis smartwatch hasta que mueren...algo que últimamente pasa más de lo que desearía y cabría esperar de un reloj de esas características y precio. De hecho, las veces que me ha tocado buscar alternativas, he dado una vuelta al mercado y me he quedado en Apple. Pero esta vez ha habido un cambio: adiós a los Apple Watch Series, hola Apple Watch SE.

Hay dispositivos de Apple que me tienen completamente convencida tanto a nivel profesional como personal, esencialmente dos: los ordenadores y el teléfono. Otros como la tablet apenas la uso (y me arrepiento de haber comprado un Pro existiendo los Air) y con sus relojes inteligentes siempre he tenido la sensación de que sería el gadget del que más fácil podría prescindir. No necesito un Apple Watch, no lo siento imprescindible, pero me gusta. Que tenga tan poca autonomía a título personal me sigue pesando. Así que en esta casi década he buscado alternativas... y me he quedado con el reloj de Apple.

Para qué uso yo un Apple Watch (y no otros smartwatch)

Soy deportista y me gusta monitorizar mi actividad diaria, me motiva a mejorar y moverme más. Pero no soy una obsesa de mejorar mi rendimiento, vamos, que no me vais a ver comiendo pollo con arroz para convertirme en el David de Miguel Ángel (o su homóloga femenina). Me explico: juego a padel y hago spinning prácticamente a diario, pero me suele bastar con mirar las kilocalorías quemadas y la frecuencia cardíaca, ni siquiera presto atención a las zonas de actividad. En resumen: las métricas de salud y actividad me importan, pero no necesito el dispositivo más exhaustivo y completo.

Hay tres funciones utilísimas para mi vida diaria: pagar, contestar llamadas y notificaciones. Todas ellas me permiten vivir más despegada del móvil y al mismo tiempo, no perderme lo importante. Si buscas un reloj inteligente con estas tres funciones, verás cómo desaparecen algunas marcas importantes del panorama como Xiaomi o Huawei, bien porque no integran micrófono/altavoz para complementar al teléfono, bien porque no tienen NFC o directamente, no está operativo para  pagos en España.

El tercer requisito son las aplicaciones. Aunque tengo unas cuantas en mi Apple Watch, quiero destacar una que está disponible y cuenta con una interfaz de lo más depurada para el reloj de Apple: Wikiloc, una aplicación para quienes vamos al monte y nos gusta hacer rutas nuevas sin miedo a perdernos o darnos una paliza. No todos los relojes admiten la instalación de aplicaciones y otros están muy limitados.

Por último pero no menos importante está la cuestión del estilo: un reloj es un complemento de moda y no me apetece llevar algo extremadamente deportivo ni una sartén en la muñeca. Apuesto por la versatilidad y el minimalismo.

Para gustos, los colores, pero el círculo se ha cerrado bastante y si buscas una alternativa para ahorrarte los casi 500 euros del reloj de Apple, la lista de mis requisitos para mí reduce la lista prácticamente a smartwatch Samsung y algunos Garmin que podrían sustituirlo ahorrando un par de cientos de euros. Pero nos dejamos un asen la manga:  la experiencia de sincronización y entendimiento entre productos de Apple.

Cuando los relojes inteligentes de Apple tenían un PVP más bajo y el SE no tenía esta madurez, aposté por los Series. Pero ahora mismo el Apple Watch SE ha sido mi elección, llevo varios días con él y no puedo estar más contenta.

Apple Watch SE o el arte de sacrificar lo que no necesitas

No estoy de acuerdo con algunas conclusiones del análisis de Xataka del Apple Watch SE (2022) como que "es y debe entenderse como un reloj de entrada" o "quieran regalarle un Apple Watch a sus hijos", dos afirmaciones en las que discrepo... aunque obviamente, regala a tus descendientes lo que quieras. Pero no es un reloj de gama de entrada, ni en acabados, ni en rendimiento, ni en experiencia. De hecho, de forma global ofrece una experiencia más completa que otros relojes más caros. Igual no es tan intensivo en salud, pero pagar o poder instalar aplicaciones son funciones interesantes.

El propio análisis de Xataka ofrece un buen resumen sobre el perfil de potenciales personas a los que les encaje: para quienes "quieran un Apple Watch y no les importen los marcos y las funciones de salud más avanzadas."  Insisto en que este es un artículo personal, pero para mí estos sacrificios me salen a cuenta.

Vengo de un Apple Watch Series 6 de 40 mm, por lo que no ganar un milímetro de pantalla no me ha supuesto un drama porque mantengo lo que tenía. Si digo la verdad, no lo he notado.  ¿Es un diseño más moderno que aprovecha mejor las dimensiones del dispositivo? Sí, y es el futuro, pero no es tan dramático como pasar de la estética del iPhone SE al iPhone 14.

Watch

En cuanto a diseño y materiales, mi historia reciente ha sido desafortunada: mis dos últimos Apple Watch han muerto uno por caerse de lado y golpeando justo en el borde de la pantalla (a aproximadamente un metro de altura) y otro fruto de la vibración masiva de una vieja lavadora que parecía que iba a salir disparada en el centrifugado, lo que provocó que se despegara la pantalla. ¿Más pantalla? Bienvenida sea, pero el cambio que más me interesaría tiene que ver con la resistencia, lo que me aboca irremediablemente a un Apple Watch Series Ultra, fuera de mi presupuesto.

Recortes respecto al Series 8 a nivel deportivo: sin medición de SpO2, VO2Max, ECG y temperatura corporal (y un sensor cardíaco más antiguo).  Las temperatura me parece un extra interesante y reconozco que la saturación de oxígeno (para ver mi grado de forma) y el electrocardiograma los usé alguna vez en mi antiguo Apple Watch por curiosidad, pero su ausencia no va a ser traumática. La carga rápida del Series 8 tampoco me vendría mal, pero buscaba algo que me ofreciera prácticamente lo mismo que el Apple Watch 6 y el SE de segunda generación lo hace con una ventaja: va más rápido, ya que cuenta con el mismo chip que el Series 8.

Sabiendo qué era lo que más usaba y me importaba de mi reloj anterior, lo que necesito y lo que estoy dispuesta a pagar, el Apple Watch SE ha sido mi compra maestra.

Xataka Móvil | Los mejores relojes inteligentes: cuál comprar y modelos recomendados

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