¿Te imaginas pegarle un ladrillo a tu iPhone para poder grabar llamadas? La idea es ridícula, pero no tanto si tenemos en cuenta que las alternativas para grabar llamadas en un iPhone suelen pasar por llamadas a tres que hay que pagar con suscripciones o gadgets que se conectan al puerto de carga.
El producto existe y se llama Magmo, un rectángulo que parece una powerbank pero es básicamente una grabadora que se acopla al iPhone con MagSafe. El Magmo original fue un éxito y ahora esperan repetirlo con un Magmo Pro que será todavía más avanzado.
Una grabadora con MagSafe
Grabar llamadas en el móvil está complicado en Android pero en un iPhone es todavía peor. Hay opciones, sí, pero el método disponible para las aplicaciones es usar una llamada a tres que incluye en la conversación un número especial que es el que se encarga de grabar enviarte la grabación más tarde.
Además de tener una privacidad cuestionable, este tipo de aplicaciones requieren de una suscripción mensual que hace que grabar llamadas salga caro, literalmente, unos 40 dólares al mes en el caso de TrueCaller. La alternativa está en el hardware. Es ahí donde entran cacharros como los Magmo.
El magmo es una cajita con forma de powerbank o disco duro portátil que se pega a la trasera del iPhone como una joroba, como la carcasa de batería de Apple. Tiene su propia batería (de 500 mAh) y puede grabar llamadas manualmente con pulsar un pequeño botoncito en su esquina. Usa el método más arcáico, pero eficaz, micrófonos con cancelación de ruido que intentan equiparar el volumen de nuestra voz con la del otro lado de la línea.
La solución es cuanto menos original, pues lo único que tenemos que hacer es pegarlo a nuestro iPhone y pulsar el botón para grabar una llamada, aunque el nuevo modelo, que está en crowdfunding en Kickstarter y se espera que empiece a enviarse para octubre de este año, lo lleva un paso más allá al tener Bluetooth y conectarse al móvil con una aplicación.
La aplicación hace que sea más fácil controlar el cacharrito y acceder a las grabaciones, pues el modelo inicial teníamos que conectarlo al ordenador para descargarlas, sin saber cuál es cuál. La conectividad permitirá al Magmo empezar a grabar automáticamente cuando nos llaman y que las grabaciones incluyan el nombre del llamante.
Si se llega a producir (y parece que será así, pues ha sobrepasado con creces su objetivo), el invento no será barato, rondando los 100 dólares, pero ante la imposibilidad de hacer lo mismo con software, a poco que no se rompa o lo perdamos saldrá más a cuenta que las suscripciones mensuales para quienes necesitan grabar llamadas, tienen un iPhone y no les importa ponerle una joroba a su iPhone.
Vía | PhoneArena
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